martes, 18 de enero de 2011

La partida en línea

Como muchos de los lectores de este blog sabrán soy un ferviente jugador de cartas. Me gustan casi todas las variantes conocidas de los juegos clásicos, salvo por mi renuencia a practicar el Mus, por cuestiones que no vienen a lugar en este momento (en los últimos 20 años sólo he jugado un par de veces, y una de ellas en un fatuo intento pergeñado por RK2 e Inzert).


Hace un par de días participé en mi primera partida de poker on-line, patrocinada para la ocasión por el maestro en estas lides, Inzert. En realidad tenía previsto participar en dos simultáneamente pero mi incapacidad para prestar atención a ambas (y no era por falta de tamaño de pantalla) me obligó a centrarme en la que parecía que iba a durar más (ludopatía al poder). Decisión acertada dado que hora y media más tarde arruiné ficticiamente a mis compañeros de mesa.

Ahora bien, del experimento saqué un par de conclusiones. La primera es que dadas las limitaciones de tiempo que tenía el programa, 15 segundos, en muchas ocasiones los jugadores simplemente actuaban por simple estadística. La segunda es que como consecuencia de lo anterior, el chat se convirtió en una simple caricatura de la charla que se produce cuando se juega con los amigos en un bar. No puedes intimidar a tus contrincantes o ver sus caras, además de no poder hablar eternamente (algo que pueden confirmar todos los que han tenido la suerte de enfrentarse a un servidor). Una verdadera pena.

En fin, un curioso experimento cuyo desenlace era conocido, según el resto de los jugadores: "Inzert ganó en la otra mesa por su experiencia y yo lo hice en la mía gracias a un florero mitológico del que no tengo constancia, pero que todo el mundo afirma que me acompaña en todas mis victorias".

3 comentarios:

  1. Y con quien jugaste? Por mas que lo intento, no conozco a nadie de los de la imagen, y eso que estuve yo allí.

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  2. ¡¡¡90 minutos jugaando al "poker face" ese!!!
    Ahora entiendo porque no juego yo...

    En cuanto a la flor ojetera de Chuchi y para los que no conozcaís de qué hablamos, os comento.
    Se trata de un tulipán que tiene en el ano. Es un tulipán legendario que solo aparece en una persona una vez cada milenio. Sus poderes son muy variopintos, pero van realcionados con la suerte que tiene su poseedor en cualquier juego de azar u oposición de funcionariado. Además confiere el poder de decir que en verano se nadan 1000 largos aunque sea mentira y que el foro al que se le cuenta se lo crea...

    Tiene muchos más poderes, pero que sea Chuchi el que los cuente...

    Eso si, tiene que regarlo y abonarlo todos los días varias veces. Y además, debe tener en cuenta que un gran poder conlleva una gran responsabilidad y tal...

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