sábado, 5 de febrero de 2011

Esclavos de la calculadora

Casi todos recordaréis de vuestro paso del instituto algún compañero que estaba preocupado sobremanera por la notas que iba consiguiendo curso a curso. En muchos casos se trataba de un puro acto reflejo, producto de un exigente ambiente familiar o intrínseco a su propia personalidad. Pero ahora a consecuencia del nuevo sistema de acceso a la Universidad se han convertido en mayoría.

Después de la primera evaluación hemos empezado a detectar algunos comportamientos extraños tanto en los alumnos como en sus padres. Lo que antes una simple toma de contacto con el nuevo curso, una especie de valoración en bruto, se ha transformado en una especie de interruptor de alarma para los estudiantes más brillantes de Bachillerato. Ya no se conforman con estudiar para obtener la máxima nota posible, sino que se dedican a considerar que nota merecerían en función del profesor que les ha tocado y su propia e irreal valoración de si mismos.

En la actualidad no caben los malos exámenes. Es imposible que el alumno haya tenido un mal día o haya errado clamorosamente en sus respuestas. No, la respuesta siempre es que el profesor en cuestión le tiene manía o se encuentra embarcado en una cruzada sin sentido por la pureza de su asignatura. No niego que en alguna ocasión pueda darse el caso, hasta yo mismo me los he encontrado en mi carrera académica (incluido un caso donde un problema en un examen era irresoluble y no se admitió reclamación alguna), pero de ahí a que sea algo general va bastante trecho.

Así que alucino al igual que el resto de mis compañeros con que las típicas visitas de padres cuyos hijos han suspendido una retahíla de asignaturas hayan sido sustituidas por las de padres preocupados porque sus éstos han sacado sólo un 7 o un 8 en algunas determinadas asignaturas durante la primera evaluación (llegando a reclamar la atención de la Inspección). Como si esas notas tuviesen un valor real más allá de una simple orientación de lo que les espera en junio.

¿Y cual es la única razón que hemos encontrado para este comportamiento? Pues que las familias se encuentran apresadas por la calculadora. Lo que antes era una simple carrera durante COU para obtener la media necesaria para poder acceder a la carrera soñada, y siempre a expensas de la corrección a la baja que provocaba la Selectividad, ahora se ha convertido en una verdadero ejercicio matemático donde padres e hijos se dedican a pronosticar que notas van a obtener en las diferentes asignaturas en función del profesor que les ha tocado (o tocará, mucho más peregrino si cabe) a lo largo de todo el Bachillerato, extrapolando así la nota que les permitirá cursar carrera en cuestión (me gustaría saber cual es la que suponen que obtendrán la PAU). Vamos, tratan de resolver un problema con tantas variables intangibles que ni el más osado de los economistas se atrevería a abordar. Y sabes lo mejor de todo, que en función del supuesto mapa de ruta que han trazado gracias a sus cálculos toman decisiones tan drásticas como cambiarse de instituto o demonizar públicamente al profesor que les ha hecho desviarse una décima de él.

Obviamente la solución de este problema no se encuentra en los institutos, sino en la Universidad, ya que no es de cargo que ciertas carreras tengan tan infladas sus notas de corte. Una cosa es querer tener los mejores alumnos del país y otra es caer en el más puro elitismo. Tan inconcebible es desviar recursos para realizar un segundo turno o dar cierta movilidad al profesorado universitario. La verdad es que no llego a entender situaciones donde se requiere más nota para ejercer una profesión mal pagada por horas, con constante formación durante los fines de semana, que otra donde se firma un proyecto valorado en millones de euros (cada uno que les ponga nombre, no me quiero meter en líos con mis amigos). Y yendo más lejos, al igual que el coeficiente intelectual no es representativo real de la inteligencia de una persona y menos aun de su idoneidad para ejercer ciertos trabajos, la nota de acceso a la Universidad ni valora la vocación intrínseca del sujeto ni tampoco como se va a adaptar al sistema de formación imperante dentro ésta, bastante alejado de los pupitres de Bachillerato (a todos se nos vienen a la cabeza decenas de ejemplos en los dos sentidos).

En fin, "parece que en la búsqueda de un método justo de evaluación de nuestros alumnos hemos creado un nuevo lobby de presión, el de los padres preocupados por el regateo y la inexacta valoración de sus hijos. Soluciones, ninguna por el momento en el horizonte".

12 comentarios:

  1. Me ha defraudado la entrada; pensé que hablarías de esa calculadora grande que tienes llamado Ipad y que te tiene enganchado.

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  2. En cuanto a la entrada solo decirte un par de cosas:

    - Aplica tu entrada a lo siguiente:

    ...la nota sacada en una opsición ni valora la vocación intrínseca del sujeto ni tampoco como se va a adaptar al sistema de formación imperante,...

    - En cuanto a esto:
    "...no llego a entender situaciones donde se requiere más nota para ejercer una profesión mal pagada por horas, con constante formación durante los fines de semana,..."
    Supongo que te refieres a los pobres y aguerridos funcionarios, ¿no?.



    Me vas a perdonar querido Chuchi pero esta entrada, viniendo de una persona con un cargo vitalicio haga lo que haga y estando dentro de un sector tan destrozado ultimamente como es la educación, tiene una validez y una credibilidad para mi menor a cero.

    Es más si me tuviese que poner del lado de alguien lo haría con el de esos padres que tratan de luchar por lo mejor para sus hijos y de preocuparse de que nadie les tome el pelo.

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  3. Después de esto creo que lo único que puedo hacer es ponerme a ver Machete.

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  4. Lo cierto es que a mi me ha gustado bastante la entrada. Como estudiante de segundo de bachillerato te das cuenta de es totalmente real.
    Lo que sin embargo me sorprende bastante es por qué publicarla ahora. Este sistema, y las notas llevan así muchos años. ¿te las has visto con ultimamente con alguien así?. He de decir, que aún en 1, nosotros veíamos la uni realmente lejos y tampoco nos enfadábamos mucho por alguna bajada de notas sospechosa (eso va por el examen de CMC que recordarás).

    Eso si, si este año la tensión por las notas, en casa examen es muy palpable. En cada examen sacamos la calculadora y nos ponemos ha hacer medias. No te negare que es fácil calentarse y hacer estupideces, pero de ahí a pedir una inspección....

    Para mi la solución, mas que en las universidades, está en cambiar la mentalidad de los estudiantes. Las notas no son lo que te definen.

    Un saludo!

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  5. uy pues a mi se me ocurren varios casos "vascodelazárzicos" sobre notas en bachiller...

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  6. Al ver tanta letra en la entrada solo se me viene a la cabeza que estabas la mar de aburrido para escribir tanto.

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  7. ¡Huy, qué miedo, que viene la inspección!

    Anda, hombre, ni que viniera el Coco.

    Si todos sabemos cómo funcionan esas farsas de colegueo interfuncionarial. El inspector es, antes que inspector, funcionario. Y eso implica que hará lo posible por no mover el culo más de lo estrictamente imprescindible. Que en este caso pasaría por personarse en el centro en cuestión.

    A lo sumo, tras el cafelito de rigor, te dirían "anda, aunque tenga un 6 ponle un 8 y todos contentos, no hagas de tu capa un sayo".

    Recuerdo una conversación al respecto tumbados en el césped junto al Altes Museum de Berlín. ¿Y tú?.

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  8. Sobre la Universidad en sí, yo SÍ creo que DEBE ser elitista, y no una barra libre como es ahora.

    En todos los sentidos, además, no sólo con el alumnado, que la reciente creación de la Universidad de Manganeses de la Lampreana me tiene traumatizado (¿de verdad la provincia de Zamora necesita seis universidades?)

    Recuerdo a alumnos de Ingeniería Electrónica que no sabían trabajar con números complejos. No es de recibo. Yo no fuí precisamente ejemplar, y aún así me llevé las manos a la cabeza en demasiadas ocasiones.

    Y por lo que tengo entendido, hoy día la cosa no ha cambiado a mejor, precisamente.

    El que no valga, ejecución sumaria.

    Aghh, mataría por ser ministro de educación. Electrodos en los huevos por cada punto de menos. Ya verías cómo los viernes se quedaban a estudiar en vez de salir de botellón.

    Los pedagogos y demás mierdas me han convencido incluso a mí de que debemos abandonar eso de que "la letra, con sangre entra".

    Efectivamente.

    El electro-shock es más limpio.

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  9. Estoy totalmente de acuerdo con radiactivo, la educación es una cosa exclusiva de elites (que se lo digan a los infantes del 3er mundo) y el que no lo vea así es que está ciego.
    ¿Por qué el mundo ve claro que no todos seamos atletas o supermodelos, pero no puede entender que no todo el mundo es igual de inteligente, esforzado y capaz?

    La verdad que yo lo veo tan claro que no lo entiendo.

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  10. Ojo, yo no digo que la educación sea cosa de élites...

    Digo que la Universidad debe ser elitista.

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  11. Y no hablo de élite económica.

    No puede haber estudiantes de ingeniería que no saben trabajar con números complejos ó integrar. Así de simple.

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  12. Yo desde que salí de la carrera no he vuelto a usar un número complejo. Integrales, ¿qué es eso?.
    Tal vez lo que falla es que nuestros estudios no se adaptan a lo que la realidad demanda. O que el mercado de trabajo es una infamia (y eso el que tienen la suerte de tenerlo) que necesita un economista para atender en una sucursal bancaria o un ingeniero para vender aparatos de aire acondicionado, por ejemplo.

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