martes, 24 de mayo de 2011

En el nombre de la burrocracia

Bueno, como has podido comprobar el artículo de hoy se ha retrasado un poco. La razón de ello no es que me encontrase de juerga con mis amigotes funcionarios (pese a quien le pese), sino que me he enmarañado de nuevo en el agotador mundo de la burrocracia. Me ha vuelto a tocar formar parte del tribunal de las pruebas de acceso a ciclos formativos de Formación Profesional Inicial del sistema educativo, a las enseñanzas deportivas y a las formaciones deportivas en período transitorio (con semejante nombre no sé como se atreve alguien a presentarse a ellas).

Ahora bien, como no podría ser de otra manera, a resultas de que sigo siendo el más joven del tribunal (por mucho que algunos ya me califiquen de viejuno) ha vuelto a recaer en mi persona la dichosa función de secretario, por esa maldita costumbre española de que el imberbe se ocupe de la más fea, por eso de que tiene que batirse en alguna ocasión con las más ingratas tareas para supuestamente aprender (nunca he sabido exactamente que se puede aprender de semejante función).

Como resultado de tal fatal designación me ha tocado preparar 108 cartas informativas para los alumnos matriculados y un par de actas, una tarea en principio fácil desde que existe el corta y pega aún teniendo un sólo día para realizarla, salvo por la salvedad de tener que revisar todo varias veces para no cometer ningún error que ocasionase una posterior reclamación que me hundiese más en este sinvivir. Es lo que pasa cuando uno certifica algo con su firma (tan deseada por los ingenieros y odiada por los funcionarios).

En cuanto al contenido de las misivas, lo habitual: exenciones, denegaciones, falta de documentación, compulsas, etc. Nada interesante salvo para el agraciado. Por contra, lo que me ha llamado la atención en esta ocasión han sido los nombres de las personas a las que las dirigía. Los habituales José, Jesús, Francisco, Ana, María o Tamara han sido sustituidos por nombres tan exóticos como (están todos escritos bien, adjuntaban todos ellos una fotocopia del DNI, corta y pega al poder): Abigail, Ainoa, Axier, Zylya, María de la Ola, Wenceslao Javier, Janet Estefany, Júnior Enrique, Sara Beatriz, Jhon-Steban, Deybid, John Darwing, Evelyn Sofía, Alexander Yoel, Cristofer Enrique y así podría seguir toda la noche.

En fin, "al menos de este horror he conseguido extraer un artículo medianamente jocoso, de esos que ciertos lectores de este blog añoran tanto (hoy pensaba hablar de Godard)".

6 comentarios:

  1. Intento de replicación numero uno, en base al licor que nos pusieron en el chino de Navalmoral.

    A partes iguales, un tercio de 7up (no tenía sprite), un tercio de Martini blanco y un tercio de Licor de flores chino.
    (no he encontrado el chupito de kiwi por ningún lado y sinceramente, creo que el original que tomamos no llevaba dicho ingrediente)

    Aroma: Idéntico al original
    Color: Mas oscuro, pero se debe a que el licor de flores que he obtenido es algo distinto.
    Sabor: Casi igual, pero mas fuerte

    Mejoras para el segundo intento:

    Mitad de 7up, un cuarto de martini, un cuarto de licor de flores.
    La temperatura de los ingredientes debería estar mas cercana a los 0°

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  2. Qué alegría encontrar a un compi del Vasco (y bloguero) por estos lares... bueno, en realidad me lo han chivado algunos de tus y mis alumnos jeje
    echaré con tu permiso un vistazo por el resto de entradas y no te quejes de nombres que el año pasado en mi tutoría tuve en mi tutoría a un Espinete !!! ¿ te imaginas cómo serála cosa cuando el sujeto en cuestión tenga 60 años? ¿Habrá que referirse a él como Don Espinete? ¿Señor Espinete? ¿Ilustrísimo Señor Espinete? xD

    a que no sabes quién soy jaja

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  3. chuchi pa ra mi blog quiero poner cosas como un contador de visitas o eso de dar de comer a los peces ... como lo hago
    gabi

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  4. Utiliza la pestaña de diseño, en ella puedes añadir el gadget que te dé la gana, sus nombres están casi todos en inglés. En el caso de algo que hayas encontrado algo por Internet, copia el código y utiliza el gadget HTML/JavaScript para pegarlo en él.

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  5. Cabriola, de Salamanca y que tenga un blog, pocas opciones tengo en el Vasco que puedan cumplir esas características. Me voy haciendo una idea de quien eres. Pero éste no es lugar para revelar identidades secretas.

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  6. Pues sí, nos encanta leer vuestro lloriqueo funcionarial en vez de cosas de cine. Yo no puedo darte caña porque te guste tal ó cual director.

    Y admítelo, a tí también te gusta que te demos caña, así tienes material para el "frases y comentarios" del domingo.

    En deferencia a tu esfuerzo, entro al trapo.

    Me gustan estos posts porque en ellos descubrimos el mundo de fantasía del funcionario (lo digo por lo alejado de la realidad, no por estupendo, ya sabes que yo preferiría un enema a tener tu curro).

    Es curioso ver que alguien puede considerar un "sinvivir" algo que cualquiera con un oficio en el que se de el callo todos los días, y no tres veces al año, denominaría "trabajo pasivo".

    Los ingenieros por lo general no "deseamos" tener que firmar. Lo más habitual es que no olamos un duro de más. Y en nuestro caso, el riesgo no es un error burocrático que nos fuerce a elevar nuestra jornada anual de 900 a 902 horas para subsanarlo, sino que puede haber muertos. Asumimos la consiguiente responsabilidad civil y penal (a los técnicos del caso Spanair les van a dejar el ojete como una guindilla en la cárcel).

    Si te agobia firmar actas, me encataría verte levantar con tus propios deditos un descargo de una barra de 6.3 Kv con 100 personas trabajando alrededor y 60 etiquetas implicadas. ¿Te imaginas si se te pasase una por alto y le dieses al interruptor?

    No, claro que no lo imaginas... si os agobia hasta tener que dar por mala una respuesta en la que un alumno dice que la tinta de los bolis sale de los pulpos...

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