miércoles, 4 de diciembre de 2013

Pollo kosher con patatas

La verdad es que mi incapacidad manifiesta para aprender idiomas me impide aprovechar las oportunidades que se me presentan en algunas ocasiones, provocando que me comporte en éstas como un mero objeto decorativo (aunque luzca grandioso, sea la verdad dicha). Bueno, hoy tocaba una de esas actividades exóticas donde las haya, una visita de un grupo de escolares israelíes al centro y posterior confraternización mediante una socorrida comida.

Ya sé que mi nivel de inglés es paupérrimo, pero en esta ocasión tampoco podía ni haber intentado sacar algo de jugo de él. Salvo un profesor, obvios interlocutores de un servidor, que se expresaba en castellano, el resto hablaban entre ellos en ruso o en hebreo (mierda, ese hebreo coloquial que se empeñaban que cursase como asignatura de libre elección en mi primer año de universidad hoy me hubiese venido bien). Hasta una de las profesoras preguntó si podíamos comunicarnos en alemán, o sea mucho peor si cabe. Así que bien arrimadito a mis compañeros hispanohablantes y sonriendo a diestro y siniestro.

Otro gallo cantó al respecto de los alumnos, que chapurreando inglés (en el fondo su lengua vehicular de cara al futuro) entre ellos sacaron bastantes cosas más en claro (hasta uno se dejó querer bastante por algunas de las féminas procedentes del otro extremo del Mediterráneo).

De excelso jarroncito solo me quedó la de costumbre, observar y tratar de cazar algunos de los retazos que a duras penas comprendía. Ahora bien, Internet es una maravilla y he podido documentarme un poquito antes de escribir este artículo.


Los susodichos alumnos procedían del colegio "Johanna Jabotinsky" (que cuenta con cerca de 1000 alumnos) que se encuentra en בְּאֵר יַעֲקֹב (Be'er Ya'akov, que traducido a nuestra lengua significa Jacob iluminado, o eso creo), una ciudad que cuenta con cerca de 10000 habitantes, enclavada en el mismo centro de Israel. Fundada en 1907, se nutrió en sus inicios fundamentalmente de inmigrantes procedentes de Holanda, Bulgaria, Rumanía y Turquía, que llegaron en las víspedas de la Guerra arabe-israelí de 1948. Ésta estuvo en primera línea de batalla durante los primeros meses de combate. Después llegaría inmigrantes rusos y polacos para completar el extraño crisol que pude observar esta tarde. ¿Por qué te cuento todo esto? Pues porque aunque a primera vista los alumnos que vinieron hoy al centro luciesen como los nuestros, vestidos al estilo occidental y armados con sus teléfonos móviles, un rápido vistazo a su plan de estudios de su centro da una idea clara de por donde van los tiros, valga la redundancia. Sus asignaturas están englobadas en cuatro grandes grupos: idiomas (inglés y ruso), ciencias (física, matemáticas, química y biología), formación ciudadana (ciudadanía, Biblia, historia y cultura de Israel) y tecnología (ciencia y tecnología, ciencias de la computación, agricultura y electricidad). Y las actividades extraescolares no se quedan atrás: intercambio con Alemania, visita a enclaves judios en España (con una única parada turística, el estadio Santiago Bernabéu), ruta por Israel para la interiorización de la Biblia y visita a los campamentos militares de los Altos del Golán. Si a esto le sumamos que tienen un plan de refuerzo en ciencias y tecnología en colaboración con el Ejército israelí y que por esas tierras el servicio militar sigue siendo obligatorio a los 18 años (3 años para los chicos y 21 meses para las chicas) te puedes imaginar lo poco que le importa a Israel estar 18 puntos por debajo de España en el informe PISA en secundaria (50 puntos por debajo de los alumnos castellanoleoneses), estos chavales en el fondo acaban el instituto a los 19-21 años, ya que su educación es continuista en todo momento (hay tiempo de sobra para pulir defectos).

En fin, eso explica todo lo que pude observar hoy. Mientras nuestros alumnos soltaron unos pequeños discursos en inglés hablándonos de la historia de nuestro centro y de Béjar, nuestras contrapartes nos mostraron un vídeo propagandístico de 15 minutos sobre Israel (no he sido capaz de encontrarlo en la red, una pena). Éste comenzaba con un plano del mundo donde se veía en verde a todos los estados musulmanes, posteriormente se trocaba en rojo para mostrar los dispersos que se encontraban los estados cristianos alrededor de estos y por último decía triunfalmente que el único estado judío del mundo era Israel. Después la acostumbrada amalgama de imágenes mostrando el Holocausto, el pueblo trabajando unido para levantar la tierra recién conquistada (al más puro estilo comunista), la innovación tecnológica y sus exíguos éxitos deportivos. Dejando para el final el consabido recorrido turístico por los enclaves más hermosos del país. Al acabar el vídeo nos enfrentaron a un largo discurso de una chica en correctísimo inglés, del cual no voy a hablar porque no me enteré de nada (seguía anodado por el vídeo). Debió de ser muy interesante dados los aplausos recibidos al final de su alocución. Menudo contraste.

Entre las anécdotas del evento voy a resaltarte unas cuantas, vamos, de las que me enteré:
  • El grupo de alumnos israelíes llegó tarde (algo al parecer habitual).
  • Cuando nos presentaron al profesor que hablaba español a un servidor y a un compañero de Filosofía , éste se quedó perplejo de que se explicase Filosofía en el instituto. En Israel lo dejan para la universidad y si tienes mucho interés en ello. Ya sabes, cuestión de prioridades.
  • El tema tabú era Palestina. Aleccionamos a nuestros alumnos a evitarlo.
  • Los alumnos israelíes nos agasajaron con dulces provenientes de su ciudad (yo me agencié una bolita de coco, que sabía igual pero en vez de ser bola era un ortoedro) y un imán con una imagen de Jerusalén para el frigorífico (tuve suerte y me tocó el Muro de las lamentaciones, otros lugares no eran tan reconocibles).
  • El menú de la comida, por eso de no liarla y respetar en cierta forma el estilo kosher, estaba compuesto por espaguetis con tomate, pollo asado con patatas fritas y ensalada, y de postre natillas de chocolate. Por cierto, como había vegetarianos de segundo estos tomaron verdura a la plancha (sigo preguntándome ahora mismo que es eso de la lechuga a la plancha, debí oír mal).
  • El refresco de manzana de Molina (marca bejarana de gaseosa, solo comprensible para los que vivimos aquí) es simplemente infame (nunca la bebas) y el de piña sabe igual que el Frenadol (virtudes de la química moderna).
  • Y en la despedida, por si cabía alguna duda, nos invitaron a visitarles el año que viene, después de los consabidos apretones de manos y besos.

En fin, "otra extraña experiencia para sumar a mi estrambótico currículo de ineptitud idiomática. Ahora sólo cabe esperar que a alguien se le ocurra que, visto su perfil educativo, el curso que viene hagamos una actividad común en el taller de tecnología (ya me tocó realizar entre sollozos una actividad parecida en mi estancia en Ávila con alumnos británicos y ahora poseo un papel que me reconoce capacitado para esa clase de actividades). Ángel, es broma, ni se te ocurra mentarlo en la CCP de mañana".

11 comentarios:

  1. Poca broma con Israel que fueron los mas listos cuando Guerra Mundial Z.

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  2. Gran honor ser mencionado en tu entrada!!! Mañana -como puedes suponer- voy a mentar en general lo justito en nuestra reunión... Es cierto: no hemos hecho ningún esfuerzo por comunicarnos con esta gente ni en inglés, ni en ruso, ni en alemán, ni en hebreo... ni en castellano. Pero eso sí, hemos asumido el riesgo de realizar la cata de los productos Molina, que seguro nos trae consecuencias...

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  3. Gran honor ser mencionado en tu entrada!!! Mañana -como puedes suponer- voy a mentar en general lo justito en nuestra reunión... Es cierto: no hemos hecho ningún esfuerzo por comunicarnos con esta gente ni en inglés, ni en ruso, ni en alemán, ni en hebreo... ni en castellano. Pero eso sí, hemos asumido el riesgo de realizar la cata de los productos Molina, que seguro nos trae consecuencias...

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  4. Oye Chus, pues si puedes ir ve, que yo las veces que he ido a Israel me lo he pasado como un enano.

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  5. Yo siceramente, no es por ser antisemita, pero eso de que vayan donde vayan se les construya siempre una realidad alternativa me toca las bolas. Mi hermano participo en un intercambio a nivel universitario tambien, y no se les podia mencionar miles de cosas, entre ellas palestina.

    Se que no va a gustar, pero nunca un pueblo con tantas lecciones de la historia (real y fabulada) ha aprendido tan poco.

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    Respuestas
    1. Tienes toda la razón, es asi.

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    2. Hombre, que un español diga eso... manda huevos...

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    3. Soy español por mera cuestión incidental, ser ser lo que soy es algo aleman

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  6. el evento con los ingleses no fue tan malo, yo aun conservo mi triciclo en casa, expuesto en el salón. En cuanto a lo del ingles(u otros idiomas), veo que a estas alturas poco se puede hacer, aunque si te agencias una T.A.R.D.I.S. eliminas todos de un plumazo

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  7. El inglés ese gran desconocido... Yo prefiero las ingles, que suena parecido y si son femeninas da más alegrías...

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  8. Que se te da mal el ingles? No me lo creo. En tu agregador de feeds del Flipboard, lees casi todo en ingles, y lo envías a tu revista (sigo sin creer ese nombre que le pusieron) también en ingles, vídeos, textos, y lo que haga falta.

    Chuchi Love English

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