miércoles, 15 de enero de 2014

La lección Firefly

No voy a negar que entre las grandes cadenas de televisión norteamericanas mi preferida es la FOX, aunque la línea editorial de sus informativos sea simplemente grotesca, más allá de los sueños más húmedos de Intereconomía. Fue la primera cadena que surgió para competir contra el triunvirato formado por la ABC, la CBS y la NBC, después de la desaparición de la DuMont en 1956 en pleno advenimiento del UHF. Luego llegarían The WB y UPN (la última que emitió un episodio nuevo de la saga Star Trek), que ya fusionadas malviven bajo la denominación The CW con audiencias que harían sonrojar a los canales españoles (si esa cadena que fabrica como si fuesen salchichones series para adolescentes) y que siguen perdiendo millones de dolares año tras año.

¿Por qué tengo esta filiación por esta cadena? Pues porque es la única de las cuatro grandes cadenas que apuesta fuerte por el género de la ciencia ficción. Año tras año siempre podemos encontrar en su parrilla al menos una serie de este género (habitualmente dos o tres). Ahora bien, ésta siempre ha sido presa de los índices de audiencia al tratarse de la benjamina y carecer del retorno que proporcionaban los extensos archivos de sus competidoras. Algo que le ha llevado a realizar sacrificios en forma de cancelaciones que con el paso del tiempo se han demostrado como grandes errores. Si nos centramos en el campo de la ciencia ficción, entre las series canceladas en su primera temporada durante sus 27 años de vida nos podemos encontrar algunos títulos icónicos del género: Las aventuras de Brisco County, Alien Nation, Firefly, Harsh Realm, M.A.N.T.I.S., Space: Above and Beyond, Terra Nova y VR.5. Obviamente, entre ellas resalta poderosamente Firefly, su metedura histórica y que ha tardado en digerir 10 años:


Bueno, después de esta dura digestión y de realizar dos curiosos experimentos: primero con Fringe, protegiéndola de la guillotina de las audiencias, y segundo con Terra Nova, para aquilatar hasta donde se puede financiar un proyecto sin la medida de éstas; ha llegado a la conclusión de que el actual sistema que ha funcionado durante décadas se ha quedado obsoleto. Para el que no lo sepa, aunque lo sufres en tus carnes temporada a temporada, las grandes televisiones norteamericanas siguen siempre el mismo proceso de selección y desarrollo para sus series desde hace décadas.

Básicamente consiste en leer durante este mes entre 80 y 100 guiones de pilotos de series, de los cuales eligen unos 12 para rodar el episodio piloto en unas 6 semanas (razón por la cual todos los episodios pilotos son tan malos). Después de vistos estos y ya elegidas las series a cancelar de la temporada anterior, se procede a elegir los mejores durante la semana de los Upfronts (mediados de la primavera). Luego se rueda en agosto o septiembre unos cuantos episodios (2 o 3, con vistas de evitar estrecheces en la producción) y poder ver por donde van las audiencias. En ese momento se presentan cuatro posibilidades: si son muy malas, cancelación pura y dura (razón por la cual siempre hay 2 o 3 episodios sin emitir); si son algo mediocres, reescritura de guión y a ver que pasa (como has podido comprobar muchas series mejoran ostensiblemente a partir del quinto o sexto episodio); si son buenas, carta blanca para rodar el resto de la temporada; y si son la leche, ampliación de la temporada de 13 a 22 episodios. O sea, un proceso frenético que se desarrolla en poco más de 8 meses y que tiene como protagonista al público en los dos últimos.

Pues en un movimiento bastante osado vista la reacción de las demás cadenas, la FOX ha decidido abandonar este proceso para abrazar una especie de híbrido entre el actual y el de las cadenas de cable, con un desarrollo por temporadas completas iniciado en cualquier momento del año (el gran secreto de su éxito), sin soltar un producto hasta que esté suficientemente pulido, y manteniendo la posibilidad de la reescritura de guiones en todo momento (pero que aún no se acerca ni por asomo al idílico de la BBC, que está en otro planeta al ser una cadena financiada mediante los impuestos de los ciudadanos ingleses)

Me imagino que ha sido un cúmulo de circunstancias las que les ha llevado a tomar esta arriesgada decisión entre las que se encontrarían: la lección aprendida con Firefly, las audiencias de DVR y Hulu, las ventas en iTunes, el desarrollo de Fringe y Terra Nova, el insospechado premio recibido por Brooklyn Nine-Nine, la preponderancia de los canales de cable en los demográficos y el advenimiento de competidores como Netflix y Amazon. Está claro que el modelo actual está a punto de fenecer aunque también está por ver si la jugada les saldrá bien.

Lo más gracioso de todo "es que esta iniciativa llega demasiado tarde para series como Firefly, Terminator: The Sarah Connor Chronicles, Alien Nation o Space: Above and Beyond. Las que se van a salvar van a ser Almost Human y Sleepy Hollow (ver para creer), amén de Brooklyn Nine-Nine (a lo mejor ahora se arrepienten los críticos de los Globos de Oro y le dan el premio a otra)".

1 comentario:

  1. Ya puedo dormir tranquilo, si el jinete sin cabeza y la serie sin guión pueden seguir cabalgando y torturando una temporada más... en fin...

    ResponderEliminar

No dudes en comentar este artículo si te apetece. Sólo pedirte un pequeño favor: "no utilices abreviaturas que atenten contra nuestra lengua común".