sábado, 7 de febrero de 2015

Triple tránsito joviano

No se sabe si es por el estreno de "El destino de Júpiter" (2015) (vaya título se han marcado en España en esta ocasión) o por desmentir la supuesta destrucción vista en "Gravity" (2013), pero el veterano telescopio Hubble, que está a punto de cumplir su 25º aniversario en órbita, nos ha regalado otra fantástica serie fotografías, tomada hace un par de semanas. En esta ocasión dedicada a los exóticos tránsitos jovianos (que nada tienen que ver con los más equilibrados entre la Tierra y su compañera selenita, los famosos eclipses).

La verdad es que se trata de un hecho bastante raro que lleguen a coincidir simultáneamente hasta tres de los grandes satélite jovianos dejando su sombra sobre Júpiter (el siguiente tránsito triple se espera para 2032), siendo en esta ocasión los agraciados Io, Europa y Calisto como puedes apreciar en la siguiente serie de imágenes:


También hay algunos montajes en vídeo para dar una idea clara de lo que ha pasado:



En fin, "en esta ocasión Ganímedes no pudo estar en este selfie que haría las delicias de Galileo".

12 comentarios:

  1. El Destino de Júpiter es un dolor de película. Pero los 400 kilos de CGI por metro cuadrado que tienen ayudan a que Jupiter aparezca muy resultón.

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  2. Este me lo perdí. Y una pena, porque todo era favorable.

    Noche de viernes a sábado, sin trabajo, de modo que lo desfavorable de la hora no habría sido un factor (a la hora a la que el Hubble tomó esas imágenes yo ya llevaría una hora currando). Y además hubo muy buena noche. De hecho, estuve observando horas antes del evento, dibujando el magnífico cometa Lovejoy y unas cuantas galaxias. La tengo anotada como la noche más oscura desde que vivo en Las Narotas. Y magníficamente transparente, aunque para observación planetaria ni la oscuridad ni la transparencia sean relevantes.

    Lástima, cuando las nubes dicen que no, es que no.

    El que sí pude ver fue el de Octubre de 2013, también con su dosis de Murphy tocando los pies. Tuvimos muchísima turbulencia y no llegué a ver los discos de los satélites, sólo las sombras.

    Para ver los discos de los satélites hace falta un telescopio notablemente potente, no por dimensiones, sino por contraste. Sobre todo en la fase central del tránsito. Aunque en esas imágenes tan bien procesadas no se note, Júpiter es mucho más tenue en el borde (el sol incide en un ángulo mucho más abierto y poca luz retorna hacia nosotros) que cerca del centro (iluminación casi perpendicular), así que los satélites se ven con facilidad cuando entran, y van perdiendo contraste a medida que avanzan sobre el disco joviano. Cerca de la centralidad, hace falta un telescopio bastante pepino para distinguir los discos de los satélites, sobre todo si se proyectan sobre una zona del planeta muy parecida cromáticamente.

    Ese telescopio pepino es fácil de conseguir, solo hay que pagarlo. El problema es que hace falta otra cosa incluso más importante: estabilidad atmosférica. A la menor turbulencia, las imágenes se difuminan y los satélites se funden sobre la imagen del planeta. En el vídeo se ve muy bien que hay momentos en los que los satélites como tales parecen desaparecer de la vista. Y esa estabilidad no se compra. Hay que elegir un sitio particularmente agraciado (pocos y poco accesibles), o cruzar los dedos por que la estadística esté de tu lado y te toque una de las pocas noches estables en tu observatorio cuando sucede el fenómeno que quieres ver. Y en esa ocasión yo no tuve suerte.

    De todos modos, es muy chulo aunque sólo puedas ver las sombras. Las sombras tienen las mismas o menores dimensiones que el satélite que las proyecta, pero son muchísimo más contrastadas, y siguen siendo visibles aún en condiciones poco favorables. Con eso tuve que conformarme aquella vez, que de todos modos, es muy llamativo.

    En todo caso, no es el fenómeno mutuo más chulo que he visto en el sistema de Júpiter (que está constantemente regalándonos cosas dignas de ver).

    El 15 de Octubre de 2009 tuve ocasión de ver un tránsito de dos satélites uno sobre el otro, concretamente Ganímedes pasando sobre el disco del mucho más pequeño Io. Un evento desafiante (el disco de Io aquella noche era unas 1800 veces menor que el de la luna) pero alucinante, por la diferencia de tamaños entre los dos satélites, la diferencia de color, y lo rápido que se mueven el uno respecto del otro por la gran masa de Júpiter. Además, mientras esto ocurría, el disco blanco de Europa estaba en tránsito sobre Júpiter, acercándose al borde (zona de menor visibilidad) y su sombra empezaba a entrar sobre el satélite. Fue alucinante.

    Una afición maravillosa.

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    1. Fe de erratas:

      En el último párrafo, donde dice:

      "(zona de menor visibilidad)"

      debe decir:

      "(zona de MEJOR visibilidad)".

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  3. Depende, cada tipo de observación tiene su telescopio, y no todos los telescopios sirven para todas las observaciones. Así que tengo unos cuantos.

    El tránsito entre Ganimedes e Ío que describo arriba fue con un Newton de 40 cm de diámetro, pero mi telescopio principal es un 61 cm, y obviamente es el que más uso. Ambos de construcción propia. El 61 cm está automatizado con un sistema que fue mi proyecto fin de carrera y que he seguido evolucionando.

    Como no siempre el cielo tolera estas aperturas (cuanto más grande es el telescopio, más exigente es con las condiciones, sobre todo de turbulencia, lo más difícil de controlar) tengo otros telescopios menores, más cómodos de usar, y que casan mejor con los límites que nos impone la atmósfera a los que no tenemos la suerte de observar desde Canarias / Hawaii / Chile.

    Tengo un Newton de 21 cm que fue mi telescopio principal durante 12 años y con el que observé unos 1500 objetos de cielo profundo.

    Hace dos años compré un Maksutov-Newton de 18 cm que es mi telescopio habitual para planetaria. Es un diseño fantástico, y de un gran fabricante, así que ópticamente es una maravilla. Con éste vi el triple tránsito del 2013. Obviamente, con tan poco diámetro, no le llega a los talones al 40 cm. Pero como el 40 cm está muy limitado por la atmósfera, en la práctica el 18 es más productivo y suele ser más eficaz.

    Tengo también un Newton de 15 cm de foco corto que uso para observaciones de campo amplio, hasta 3.2º. Como referencia, el 61 no llega a 1º, son 10 veces más superficie de cielo. Hay muchos objetos, en particular nebulosas difusas, muchísimo más grandes que la luna llena, y cuanto más grande sea un telescopio, menos campo real ofrece, y más limitado es para estos objetos. Tengo en proyecto ponerle un primario aún más rápido y subir a 4.3º, un campo inaudito para este diámetro.

    También tengo un telescopio especializado para observación solar. Sólo deja pasar luz de la línea alfa del hidrógeno ionizado, en 656.28 nm. Es la línea principal en la que emiten las protuberancias solares, así que permite observarlas (evidentemente, el diseño óptico es muy exótico, el paso de banda es de apenas 0.7 nm, no basta con usar un telescopio normal y un filtro de soldador...). Y es una verdadera gozada. Sorprende lo cambiante y dinámico que es el sol en esa longitud de onda. Ves llamaradas 10 veces más grandes que la tierra cambiando de forma en una hora. Evolución en tiempo real. Es alucinante, indescriptible.

    Y tengo dos pequeños refractores.

    Un Vixen de 80 mm de los años 90. Lo compré por nostalgia de mis primeros años (empecé en el 90), y ahora lo uso para aprovechar noches con luna, nubosidad, humedad extrema... noches en las que no vale la pena perder tiempo y hacer esfuerzo en montar los grandes. Ese 80 mm se saca de una sola pieza con su montura en un solo viaje, así que es muy cómodo para vistazos rápidos y aprovechar noches "pche".

    Y por último, tengo un truño-refractor de 70 mm que se vendía por 70 euros en los supermercados Lidl. La cota instrumental inferior a la que puede acceder un aficionado.

    Muchos colegas me comentaban que les gustaba leer mis crónicas con el 61 cm porque así podían imaginar lo que se puede ver con un telescopio así. Pero al mismo tiempo les desmotivaba un poco porque ellos tenían telescopios mucho menores. Y esto lo decía gente con instrumentos de 15-25 cm. Me sorprendió que subestimasen tanto instrumentos muy decentes, así que me hice con el Lidlscopio para escribir crónicas con el peor telescopio concebible, con la idea de motivar a la gente que cree que no puede hacer nada porque tiene telescopios "pequeños"...

    Esto es lo que tengo ahora, pero han pasado más que ya he vendido.

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    1. donde puedo ver tus cronicas con el lidlscopio (mi habitual turbulencia de interese me impide gastarme un centimo en nada caro para que acabe cogiendo polvo, pero para esto si...) donde donde!!!!

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    2. Hmmm, dudo que te resulten interesantes. Al contrario, seguramente cualquiera fuera de la afición las encuentre muy cargantes.

      Son el relato de una observación por parte de un aficionado experimentado para otros aficionados quizá algo desmotivados, pero también con experiencia. No es una "guía de iniciación con telescopios pequeños" (que si fuese necesario, te redactaría con sumo placer).

      Las crónicas las pongo en un grupo de Yahoo, Astronomía Visual. Son parte de mis diarios de observación. Una vez escrita la crónica para mi, cuesta poco adaptarla para el grupo. En ese contexto, entre compañeros conocidos y sin acceso público, la crónica resulta muy informal, con bastantes licencias en estilo, forma y contenido.

      La primera crónica con el Lidlscopio le gustó mucho a un compañero y me pidió permiso para publicarla en su blog. Es larga, abunda en tecnicismos, y fuera de su contexto, algunas cuestiones pueden resultar algo confusas aunque Manu ponga aclaraciones.

      Aún así, te pongo link (links en realidad, dividió el escrito en tres entregas).

      http://blogs.elcorreo.com/el-navegante/2010/01/13/que-observar-con-telescopio-modesto-1/

      http://blogs.elcorreo.com/el-navegante/2010/01/14/que-observar-con-telescopio-modesto-ii/

      http://blogs.elcorreo.com/el-navegante/2010/01/18/que-observar-con-telescopio-modesto-y-iii/

      Por supuesto, tengo muchas más. Símplemente, estas son de acceso público.


      PD) Vengo de observar Júpiter un par de horas con el Maksutov-Newton. Cuando digo que está constantemente sorprendiendo, no miento. Hoy he tenido un tránsito genial de Calixto y su sombra sobre las nubes del planeta, casi en la longitud de la mancha roja para dar más estética. Pero la guinda fue (y estaba tan centrado en Calixto que no lo vi en las efemérides, no me he dado cuenta hasta que lo vi en el cielo) que apenas unos días después de hablaros de un eclipse de satélites en 2009... ¡Hoy ha habido otro! Eclipse profundo de Ío por Ganímedes. Una pasada.

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    3. Pues el punto uno lo he encontrado apasionante... no sirve de iniciación pero si para "feel the pinch"...
      Quiero buscar una afición familiar para los niños, científica y al aire libre y salvo las de vertiente natural (biología, geología) esta es la que más me llama la atención... Además la suerte me hizo yacer a escasos centímetros de ti un año, y eso creo que ayuda :D

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    4. Radiactivo-man dijo...Tú evalúa si te interesa la Astronomía como estímulo intelectual para tus hijos.

      No es una cuestión de respuesta inmediata.

      Actividad de horarios difíciles de compatibilizar con la infancia, bajas temperaturas durante la mitad del año, exigente con el lugar de práctica, y salvo la Luna, Saturno y Júpiter, es habitual que las imágenes decepcionen a quien empieza, incluso adulto.

      Si al final te interesa, avísame, y del telescopio me encargo yo.

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    5. ¿Radiactivo-man?

      Puto Alzheimer...

      BIERCE!!

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    6. La idea es poco a poco, digamos de los 4 a los 6 de manera presentación, sistema solar, la luna, constelaciones, ir metiendo el gusanillo.

      Luego en torno a los 6 años y hasta los ochos, pequeñas observaciones con prismáticos, muy sencillas y adecuadas. Si a partir de ahí sigue el interés veremos, si no lo sembrado sembrado está.

      Cómo normal general con los niños seguimos un plan de mostrar, interesar, continuar según los diferentes intereses. Te diré que uno de los libros que claudia ha empezado a interesarle más es como ella lo llama "Astronomia Avanzada" que es la guía de Antonin Rükl.

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  4. Vaya colección más enorme.
    Tuve suerte de ver este año en la cúpula el sol en la linea alfa y es totalmente espectacular como dices. La lástima es que por el tiempo apenas pude ver variar las protuberancias...

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