lunes, 25 de enero de 2016

Teoría peregrina

Según se alarga la espera de la llegada de la tan ansiada "Star Wars: Episode VIII" las teorías sobre el linaje familiar de Rey se agolpan en la Red casi a diario.


He leído de todo. Que es hija de Luke Skywalker (lo que cabría esperar dado el tembloroso andamiaje del argumento). Que es una Kenobi (probablemente una nieta de Obi-Wan Kenobi). Que es hermana de Kylo Ren (bastante coherente con el fenecido canon pero carente de sentido por la cara de circunstancias de Han y Leia al conocerla). O que es una simple superviviente de la Academia Jedi entrenada por Luke, que una de dos, o sobrevivió por pura suerte, o fue salvada por Kylo Ren por cierto e ignoto apego sentimental, borrándole la memoria a posteriori como de si un androide se tratase.

Vamos, carnaza para horas y horas en los foros (básicamente lo que quería Disney). Ahora bien, en estos mismos foros han parido en las últimas horas una teoría audaz en su planteamiento y que haría que me replantease el devenir de esta saga galáctica bajo la batuta de Disney que tanto critiqué hace un mes (véase: "Star Wars: El despertar de la Fuerza, la crítica de Ucronía latente").

Así que sin más preámbulos, aquí voy a plasmar la teoría argumental más peregrina que he leído en mi vida y que por otra parte explica bastantes de las escenas más tontas que vimos en la última entrega de la saga (y que es el regalo que le hago hoy a Darkel en su vigésimo cuarto cumpleaños para que llene Twitter de comentarios y memes al respecto):

"Resulta que todo el mundo está equivocado. Rey no es hija de Luke Skywalker sino su padre, el mismísimo Anakin Skywalker, reencarnado en la Academia Jedi y ubicado en Jakku por verbigracia del destino. Eso explicaría tanto las inherentes habilidades de piloto de Rey como su acelerado uso de la fuerza (midiclorianos al poder). Además casaría también con la presencia de su personaje en un planeta polvoriento bajo el yugo de un desagradable alienígena en sus etapas iniciales. También explicaría porque Kylo Ren no la mató en la Academia Jedi ni al final de la película, ya que en el fondo estaría matando a la figura que idolatra. Y para más inri, explicaría también la razón por la que el argumento de la última entrega de la saga es clavado al de la trilogía original, ya que se podría considerar simplemente como una especie de viaje karmático tomando en esta ocasión el camino correcto para limpiar su alma. De ahí que la película termine con el encuentro entre Rey y Luke Skywalker, desaparecido en combate hasta el momento para permitir a su padre concluir el rito de purificación, y explicando de paso también el careto extraño de reconocimiento (que roza la locura) que pone éste al encontrarse al fin con ella".

En fin, "si todo esto fuera cierto, ahora mismo retiraría mi agria crítica del blog y convertiría "Star Wars: El despertar de la Fuerza" (2015) en una de mis películas favoritas. Pero tú y yo sabemos que jamás saldría de la pluma de J.J. Abrams y Lawrence Kasdan un guión tan pleno y rocambolesco al mismo tiempo, y menos aún permitiría Disney que jugasen de esa forma con su recién comprada máquina de hacer dinero. Así, que nanay de la China. Sigue siendo un bodrio de película lo mires por donde lo mires. Por cierto, también me valdría que Rey fuese un clon de Anakin, aunque perdería un poco de magia".

5 comentarios:

  1. Gracias por la dedicatoria, Chuchi, pero he cumplido 24 tacos :(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Corregido. Lo sabía pero al escribir te quité 4 añitos al estar tan enfrascado en la redacción.

      Eliminar
    2. No hombre, no lo corrijas, ni una crema de Nivea

      Gracias Inzert <3

      Eliminar

No dudes en comentar este artículo si te apetece. Sólo pedirte un pequeño favor: "no utilices abreviaturas que atenten contra nuestra lengua común".