Renovación tardía

Pues al final el Consejo de Administración de RTVE ha hablado. Tendremos tercera temporada de El Ministerio del Tiempo. Han pedido otros 13 capítulos que se unirán a los 21 de las dos temporadas precedentes y que se emitirán en un momento difuso pero lejano de 2017 (así a ojo y teniendo en cuenta el errático comportamiento de la Corporación patria en cuanto a la confección de la parrilla en los últimos años me atrevería en situar su emisión en otoño si no hay otro recorte).

Cuesta creer que después de tener en el limbo la renovación al tratar de reducir costes ahora el Consejo de Administración de RTVE haya salido anunciando lo contrario, aumentando a priori su asignación. Ver para creer. Ya veremos si el plantel original sigue al completo o alguno de los personajes es sacrificado porque algún actor decide arribar a un proyecto de futuro menos incierto.

Por otro lado sigo sin entender el problema que tienen los canales de televisión europeos a excepción de los británicos, que como siempre van por libre y tienen un potente portfolio, con el género de la ciencia ficción. No sé de donde viene la aprensión al género cuando con el abaratamiento de los efectos especiales permite hacer cosas bastante dignas a un precio ajustado. Pero la tónica habitual es dar cada pocos años (y me refiero en toda Europa) luz verde a un proyecto y ponerle enseguida la soga de la cancelación encima. Baste de ejemplo la cancelación sin remordimientos por parte de Canal+ Francia de la digna Sección Zero (la verdad es que me ha gustado bastante), que fue desvelada el mes pasado por el cabreado escritor de la serie, Niko Tackian, de la siguiente forma:

"Después de 6 meses de suspense y falsas esperanzas, descubrimos que Canal + no ordena la temporada 2 de Sección Zero, a pesar del apoyo de Europa Corp, Olivier Marchal y una excelente puntuación en las audiencias. ( ... ) Es extraño desperdiciar tanta energía, dinero y talento (no estoy hablando de mí) para crear un universo que, a pesar de sus cualidades y defectos, permite ir muy lejos e innovar en un género completamente ausente de nuestros canales. Y, por supuesto, no hay ninguna razón oficial de esta decisión..."

Y es que esta es la tónica habitual. Lo cual contrasta poderosamente con la efervescencia del género en el Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, donde entre series en antena y futuribles llegamos a más de 50 proyectos (se anuncia de media uno o dos al mes).

En fin, "lo único que se me ocurre es que el público objetivo europeo esté ya tan envejecido que los directivos de televisión europeos crean que la ciencia ficción es sinónimo de despilfarrar dinero o acaso que hemos dejado de creer en el futuro. El tiempo lo dirá".