jueves, 3 de enero de 2019

Lo remoto es marrón

Al final se han confirmado los tres eventos astronáuticos de principios de año. La tan cacareada visita de la New Horizons a Última Thule, que ha resultado ser un cacahuete de proporciones cósmicas aunque los investigadores a cargo de la misión hayan elegido la metáfora del hombre de nieve:


Y aunque, como sabemos los duchos en estas lides probablemente no sea el objeto más lejano que visite salvo debacle presupuestaria creada artificialmente por Donald Trump, ha merecido un tema de dudosa calidad pergeñado por el astrofísico de moda, Brian May:



La menos conocida inserción orbital de la sonda OSIRIS-REx en el más cercano asteroide Bennu:



Pero a la vez más importante en cuanto podría ser nuestro aniquilador, con mucho más probabilidad que la que tienes de acertar el “Gordo” de la Lotería de Navidad (1 frente a 2500).

Por último, con el secretismo habitual en los régimenes comunistas, la misión china Chang'e 4 se ha posado en el cráter Von Kármán, que se encuentra en el lado oculto de la Luna (oculto para nosotros, no para el Sol, que es triste que haya que estar explicando todavía estos conceptos básicos de Astronomía):



Siendo la mejor fotografía que ha obtenido la siguiente:


Y que obviamente como acompañamiento musical debería tener el mítico “The Dark Side of the Moon” de Pink Floyd:



En fin, “lo más importante es que los gusanos de seda hayan llegado vivos a la Luna, ya que serán los primeros selenitas reales”.

1 comentario:

No dudes en comentar este artículo si te apetece. Sólo pedirte un pequeño favor: "no utilices abreviaturas que atenten contra nuestra lengua común".