lunes, 13 de mayo de 2019

El inesperado adiós a Doris

Hoy nos ha abandonado Doris Day a los 97 años de edad. La actriz que mejor encarnó esa ensoñación de clase media mágica que dominó los Estados Unidos durante los años 50 y 60 (y en la que algunos políticos españoles parecen seguir viviendo), donde todo ocurría en una casita ajardinada en un suburbio y cuyo atrezzo era un matrimonio perfecto que compartía una prole generosa. De ahí que su retirada de Hollywood acaeció justo cuando terminó semejante sueño con las convulsiones ocurridas en 1968. Era simplemente perfecta con esa cara angelical, media melena rubia, voz portentosa y un característico mohín que asomaba en su rostro cuando algo le desagradaba (si eso era posible).

Yo obviamente me voy a quedar con lo que fue capaz de pergeñar Alfred Hitchcock (el destructor de rubias) con semejante material, una de las dos mejores escenas de "El hombre que sabía demasiado" (1956), donde todas esas características confluyeron para la resolución de tan emocionante thriller:



En fin, "un final que nos ha pillado a todos a contrapelo, ya que representaba todo lo que estamos tratando de superar, ya sea por las buenas o por las malas".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No dudes en comentar este artículo si te apetece. Sólo pedirte un pequeño favor: "no utilices abreviaturas que atenten contra nuestra lengua común".