La guerra interminable

No, no te voy a hablar de la genial novela de Joe Haldeman, sino de la sempiterna guerra del fútbol española. Después de fusionar los derechos todos los equipos y crear un concurso sobre estos la mar de complicado (de entrada mis alumnos van a tratar de desentrañarlo la semana que viene) que en apariencia beneficiaba a Mediapro, al final el resultado ha sido el mismo de siempre y de nuevo los sones de una nueva guerra del fútbol empiezan a sonar.

Cabía la esperanza de que al fin fuese posible seguir el fútbol por una única plataforma, pero no. Telefónica, antigua enemiga de Prisa, ha vuelto a jugar la misma carta que la empresa que fagocitó, quedándose con el lote 5, que a la postre es mucho mejor carta que en el pasado ya que siempre podrá elegir el mejor partido de la jornada en exclusiva tanto en primera división, salvo un clásico (así podría emitir 18 partidos del Real Madrid y 18 del Barcelona, más un clásico, y el que falta, probablemente sea un Atlético de Madrid - Valencia), como en segunda división. La bromita le ha costado 750 millones de euros por tres temporadas.

Y como no podría ser de otra forma, Mediapro ha pagado 1900 millones por el lote 6, que son los ocho partidos codificados restantes de primera en tercera opción y la Copa del Rey (sí, esos partidillos que estaban emitiendo esta noche y que a casi nadie le interesaba). Vamos, la morralla, necesaria, pero en el fondo, la morralla.

El resto de lotes quedó sin adjudicar, ya que las limitaciones estúpidas de la subasta hizo que los gigantes en estos lances se concentrasen en el lote que hacía más daño a su contrincante.

Sí no hay acuerdo, lo más probable por el momento, el circo estará servido de nuevo y la Liga obtendrá solo 2650 millones de euros durante los próximos tres años. Algo que puede parecer mucho dinero comparado con los 700 que pagó Telefónica este año por la Liga, aunque estaba obligada a compartirlos con el resto de operadores por las condiciones de la compra de Canal +.

Lo que no te están contando es que esa cantidad es netamente inferior a los 6900 que se embolsará la Premier League durante ese mismo intervalo de tiempo. En Alemania pasó lo mismo hace unos años "y como consecuencia se convirtió en una liguilla de entrenamiento para el que tenía más dinero, ya sabes, ese Bayern de Múnich que está justo por detrás del Real Madrid y el Barcelona en la tabla de ingresos".