Pues al final, aunque haya salvado el Senado, Donald Trump perdió la Cámara de Representantes, con lo que se abre la posibilidad de un impeachment descafeinado ya que es el Senado el que actúa como juez final y sigue bajo control republicano. De todas formas, por si las moscas, de cara a limitar al máximo las repercusiones del Rusiagate y entorpecer al máximo las investigaciones del fiscal especial Robert S. Mueller se ha cargado en pocas horas al fiscal general de EE UU, Jeff Sessions, que se había auto-recusado. En fin, "después de perder el poder legislativo a Donald Trump le quedan solo las rabietas geoestratégicas para la segunda mitad de su primer mandato (después de lo de Rajoy no me atrevo a pronosticar nada al respecto), todo un giro en su política después de haber ganado las elecciones anteriores hace un año y 352 días. Dios nos pille confesados, ya que los principales afectados seremos los foráneos".
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