Tenía que llegar. Con tantas aplicaciones de la inteligencia artificial suave (que está llamada a dominar los próximas décadas sin atisbo alguno de su versión dura y demos gracias a Dios de que es así) llegando al mercado a alguien se le tenía que ocurrir aplicarla a la creación de un anuncio. Así que la primera en tirarse al ruedo ha sido Lexus con un guion pergeñado por el sempiterno Watson de IBM y bajo la batura de oscarizado Kevin Macdonald (no vaya a ser que el experimento fracasase por la parte humana implicada):
Hombre, sentido, mucho sentido, no tiene (aunque en realidad hace mucho tiempo que ningún anuncio lo tiene), pero no está mal para haberse basado principalmente en las respuestas emocionales dadas por cobayas humanas ante otros anuncios de productos de lujo.
En fin, "con lo del primer anuncio cumplido seguramente que la siguiente etapa será crear un ayudante para escribir guiones de culebrones, que es muy cansino y al mismo tiempo repetitivo, aunque probablemente llegará tarde para que George R. R. Martin finalice su maldita novela. Se nota que yo también estoy impaciente al respecto".
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