Este blog no pretende ser más que un compendio de mis pasiones: el cine, las series (especialmente las de ciencia ficción), la literatura, la política, los deportes, las cartas, mi trabajo y la plática con mis amigos.
Es mi consigna para este curso. He decidido romper definitivamente con la esclavitud del papel y las fotocopias sin sentido. Será una tarea difícil y requerirá mucho esfuerzo por mi parte (y también de mis alumnos), pero creo que ha llegado la hora de adentrarme definitivamente en el siglo XXI. Acompañado de mi PDA, me lanzaré definitivamente a la digitalización completa de todos mis apuntes, notas y citas.
Haciendo un pequeño cálculo esta tarde me he quedado asombrado de cuanta cantidad de papel consumo a lo largo del curso:
En fotocopias facilitadas a los alumnos: 10.000 hojas
En la impresora del departamento y apuntes varios: 1.000 hojas
En trabajos solicitados a los alumnos: 4.000 hojas
O sea, que yo sólo me fundo 15.000 hojas al año, lo que equivale a un árbol y las ramas de otro. Una barbaridad hasta que lo relativizas un poco, ya que el consumo de papel anual por persona en España equivale a 14 árboles.
En fin, "no pretendo cambiar el mundo, para eso están los políticos (ja, ja, ja...), pero espero que este curso, con mi nuevo propósito de enmienda, consuma solamente las ramas sobrantes (2.500 hojas) y salve un árbol. ¡Muerte al papel!"
No se trata de una nueva serie que estoy viendo sino de la constatación de que en la actualidad, si fuese como alumno al instituto, sería catalogado como hiperactivo. Hoy me he enfrentado a mi primer claustro de verdad, ya que éste duró alrededor de 222 minutos (para que te hagas una idea, la duración de la mítica "Lo que el viento se llevó" (1939). Hasta el momento había asistido a la versión reducida que practicaba en antiguo equipo directivo. De todas formas este artículo no va profundizar en si ésto es bueno o no.
Para que me comprendas mejor si no eres profesor, un claustro es una reunión que tiene como asistentes a todos los profesores y que en el pasado regulaba la vida en el instituto. En la actualidad éste ha sido despojado de todo su poder tanto por el equipo directivo como por el consejo escolar, por lo que suele convertirse en una aburrida lectura de hechos consumados y estadísticas innecesarias. Subsiste para mantener la ficción de que los profesores participamos de forma activa en el funcionamiento del instituto, pero cada vez más de nosotros lo contemplamos como una reminiscencia innecesaria de tiempos más gloriosos.
¿Quienes se lo toman en serio? Pues digamos los líderes de las diferentes facciones que se pueden encontrar en un centro, es decir, los que llamaríamos primeros espadas. Éstos suelen intervenir con voz profunda, vertiendo su opinión al resto del público (suelen ser los jefes de departamento y aquellas personas que han estado en la dirección en el pasado). Por contra, los segundos y terceros espadas se conforman con asentir o disentir de lo dicho.
Pero qué pasa con los quintos espadas, los que están de prestado en el instituto (expectativa e interinos). Pues que, como yo que soy el último mono del instituto, se aburren soberanamente oyendo discusiones en las cuales jamás tendrán voz o voto La opinión de alguien que está de paso pocas veces se tiene en cuenta (lo dice uno que lleva de paso 6 cursos consecutivos), y se agradece con una simple sonrisa.
Pero la verdad es que no doy por perdida la mañana entera. Por lo menos he sido capaz de constatar un hecho: "cuando a la gente se le somete a tal castigo (no olvidemos que nosotros somos habitualmente los que damos la barrila) se descubre como era el comportamiento de cada uno en el instituto como alumno".
Me explico, cuando damos clase en el fondo somos grandes actores. En muchas ocasiones, el profesor despótico y malhumorado que os encontráis en un aula cambia radicalmente de personalidad en su despacho o en el bar. Esa pose se labra con años de experiencia docente. Por contra, el tío enrollado suele ser un maníaco depresivo o simplemente aburrido. Como en toda regla hay algunas excepciones, como la que suscribe el escritor de este articulo, que es básicamente la misma persona dentro y fuera del aula, como puede constatar la mayoría de los alumnos que he tenido.
Pero en un entorno adverso, como el que hoy vivido, sale a relucir la personalidad formada en la adolescencia. En mis tiempos de instituto solía sentarme al final de la clase por razones obvias. Lo que era una necesidad por la desaparición de las tarimas se convirtió en costumbre. Eso dio pie a que fuese un alumno algo revoltoso, que estaba siempre pendiente de cualquier cosa menos la explicación del profesor y que buscaba un compañero con el que charlar para pasar la mañana entretenido. Este hábito continuó en mis años de Universidad, salvo algún intento de enmienda que siempre fracasó (me daban miedo los "¡Sí o no!" de mi profesor de Electrónica o las preguntas inquisitivas de los profesores del departamento de Óptica). Por lo tanto cuando llegué a mi primer claustro me dirigí a la última fila junto con el resto de compañeros que tenían el mismo problema.
Pero hoy el nuevo equipo directivo nos sorprendió con una reestructuración de la sala donde se celebraba el claustro, colocándola como si de la cámara de los lores se tratase. Me hubiese gustado ver mi propia cara cuando anduve desubicado durante un par de minutos buscando un sitio que cumpliese mis necesidades. No lo encontré y tuve que sentarme con el resto de mis compañeros de la última fila en un sitio bastante desagradable (la verdad es que estuve estudiando el problema durante un rato y creo que he encontrado el lugar idóneo para la próxima ocasión). Supuestamente la nueva disposición era para fomentar el diálogo, aunque yo la utilicé para observar al resto de compañeros y las nuevas adquisiciones de plantilla.
¿Qué observé? Los comportamientos que se pueden dar en cualquier aula. La pareja de chicas sentadas juntas y haciéndose confidencias mientras sonríen, la que se queda dormida, el que se dedica a jalear a sus compañeros, el que se escuda en la espalda que tiene delante para hacer cualquier otra cosa menos atender, el que trama alguna broma y trata de liar al compañero, la que apunta lo que tiene que decir el valiente que ha hecho una pregunta que ella no se ha atrevido a hacer, el que copia para parecer que está atento, el que realmente está atento, etc.
¿En qué me convertí yo mismo? En un manojo de nervios inquieto y aburrido (tardé en mirar el reloj sólo 25 minutos). Jugando con todo lo que tenía en los bolsillos e iniciando conversaciones con los que se sentaban a mi lado. Incluso tuve la desfachatez de darme la vuelta para hablar con el que estaba detrás mío (sí, el que aprovechaba mi espalda para hacer otras cosas).
En fin, "me compadezco de mis alumnos, ya que tienen que soportarme durante 50 minutos, todo un hito teniendo en cuenta que probablemente no me aguantaría a mi mismo ni 20".
Ayer me encontré con una noticia bastante interesante (ver noticia en Gizmodo: "Un procesador de 8 bits que funciona con impulsos de aire"). La Universidad de Michigan ha desarrollado un microprocesador de 8 bits compuesto de microválvulas neumáticas, es decir que funciona mediante la simple adicción de una corriente de aire a presión, sin la intervención de nuestra querida electricidad (sí, esa con la cual agobio a mis alumnos).
La verdad es que su utilidad industrial es nula, ya que los tiempos en los que se podría plantear la construcción de una máquina de estas características pertenecen a los libros de historia (antigua para la mayoría de mis alumnos), pero no deja de ser una curiosidad fascinante para una profesor de tecnología como yo.
El diagrama del procesador en cuestión es:
Y el vídeo de su funcionamiento es el siguiente:
Para mi este invento tiene claras reminiscencias steampunk, ya sabes, ese género ucrónico que combina la ciencia ficción con tecnologías provenientes del vapor y el carbón. Dado que casi todo el material de este género está escrito, he decidido quedarme con una de las pocas producciones cinematográficas que recuerdo: "Steamboy" (2004):
En fin, "me gustaría trabajar en la Universidad de Michigan, ya que parece que su investigadores se pueden dedicar a fabricar sus frikadas preferidas".
Comienza la tercera temporada de "Sesión de palomitas". Un proyecto que nació como otros muchos con el estigma de languidecer con el paso del tiempo, pero que parece que se mantiene con bastante fuerza al igual que este blog. Para iniciarla he elegido mi western favorito: "Hasta que llegó su hora" (1968).
Hasta que llegó su hora (1968) Título original: C'era una volta il west (Once Upon a Time in the West) Director: Sergio Leone
Guión: Sergio Leone, Dario Argento, Bernardo Bertolucci
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Tonino Delli Colli
Reparto: Henry Fonda, Charles Bronson, Claudia Cardinale, Jason Robards, Gabriele Ferzetti, Frank Wolff, Woody Strode, Jack Elam, Lionel Stander, Paolo Stoppa, Keenan Wynn
Sinopsis:McBain, granjero viudo de origen irlandés, vive con sus hijos en una finca levantada sobre el terreno arenoso y desértico del oeste americano. Allí piensa que será feliz con su segunda y reciente esposa, Jill, que debe llegar desde Nueva Orleans. Pero antes, una partida de bandoleros acaba con las vidas de Mac y sus hijos. Cuando Jill llega a la hacienda queda impresionada por una matanza que nadie se explica.
Sergio Leone (1929-1989) es uno de esos directores que se podría calificar de culto. Máximo exponente de un género vilipendiado en su tiempo, el spaghetti western, se ha convertido en un icono de una forma de hacer cine que se ha perdido en estos duros tiempos del videoclip y los guiones infantiles.
Comenzó su carrera como asistente de dirección del "Ladrón de bicicletas" (1948) de Vittorio de Sica, para luego colaborar en las grandes superproducciones americanas rodadas en Europa: "Quo Vadis" (1951) o "Ben-Hur" (1959). Su primera película como director fue "El coloso de Rodas" (1961), interesante peplum italiano, tal vez uno de los mejores que recuerdo. Pero no fue ese el camino que siguió, sino que en su segunda película se lanzó al otro género italiano menor por excelencia, el spaghetti western. Se trata de la mítica "Por un puñado de dólares" (1964), donde acaecería el nacimiento de una nueva estrella cinematográfica, Clint Eastwood, y daría inicio a una de las trilogías más conocidas de la historia del cine, la de los "Dólares". Las otras dos películas la conforman son: "La muerte tenía un precio" (1965) y "El bueno, el feo y el malo" (1966). El éxito de estas producciones le permite ir a rodar a Estados Unidos su mejor western a mi entender, "Hasta que llegó su hora" (1968), que es la película que hoy estoy comentando.
Posteriormente vendría su primer fracaso con "¡Agáchate, maldito!" (1971), un fallido western ambientado en la revolución mexicana, que tuvo como protagonistas a James Coburn y Rod Steiger. Cerrando su corta filmografía con otra obra maestra 13 años más tarde, "Érase una vez en América" (1984), una de las mejores películas de gangsters que recuerdo y que tenía como protagonistas a Robert De Niro y James Woods.
Bueno, ¿qué puedo decir de esta película? Lo tiene todo. Es un spaghetti western rodado en parte en Estados Unidos y con el tono crepuscular tan acorde con la época en la que se rodó. Condensa todos los tópicos del género: la llegada del ferrocarril, la existencia de bandoleros, pistoleros sin sangre, mujeres exuberantes, la taberna, la lavandería china, sangre a raudales y violencia sin parangón.
Con una cuidada fotografía que contrasta con el resto de films del género, tiene como elemento fundamental la apabullante presencia de la banda sonora compuesta por Ennio Morricone, amigo de la infancia del propio director, y que después de las colaboraciones con éste se convertiría en uno de los compositores fundamentales de la historia del cine. Inolvidables son sus bandas sonoras de "Las mil y una noches" (1974), "La misión" (1986) o "Cinema Paradiso" (1989).
Pero la pregunta fundamental que me hago es como puede funcionar una película donde en el fondo todos los personajes son malos según los férreos cánones americanos. Harmonica es un despiadado pistolero que sólo busca venganza, Cheyenne es un bandolero casi sin escrúpulos (si lo piensas bien, es el que más gente mata), Jill una prostituta que no regatea sus encantos y Frank es un asesino psicópata al servicio de sus más bajos instintos. Un cuarteto que se encuentra en los momentos finales de una forma de vivir que desaparecerá con el progreso que aporta la llegada del tren.
Por cierto, citar una vieja teoría que anda circulando entre los cinéfilos. Según que montaje se vea (recordemos que esta película ha sido mutilada para su exhibición en los Estados Unidos varias veces) puede llegar a plantearse la posibilidad de el personaje interpretado por Charles Bronson, Harmonica, sea la propia muerte, que viene como representante de las personas asesinadas por el propio Frank para darle el justo final que se merece (esto casa bastante bien con los dos diálogos finales que se pueden escuchar en la versión española). Pero dejemos estas disquisiciones para otra ocasión, ya que por ejemplo en la versión italiana (la de duración más larga), según se comenta, se establece sin paliativos la humanidad de Harmonica.
Vamos con las escenas que más me gustan. La película tiene sus mejores momentos tanto al principio como al final. Ésta tiene dos comienzos distintos, uno a modo de prólogo presentando a Harmonica (Charles Bronson), que es una de mis secuencias favoritas (ver: "Secuencias favoritas (6): Hasta que llegó su hora"):
Y otro en el cual descubrimos por primera vez a Henry Fonda interpretando un papel de malo (se suponía que el público norteamericano se asombraría con tal osadía):
En cuanto al final, me encanta el duelo, donde Sergio Leone hace uso de uno de los más inteligentes flashback que recuerdo:
Lo mejor del film:
La excelente fotografía Tonino Delli Colli, que nos hace olvidar que parte de la película fue rodada fuera de los Estados Unidos.
La alucinante banda sonora de Ennio Morricone, con el tema "Man with a Harmonica", que ha pasado a formar parte del folklore cinematográfico popular.
La existencia de un tema musical para cada uno de los personajes principales.
El ritmo pausado de la narración, casi como si se tratase de una película de Akira Kurosawa.
La abundancia de primeros planos.
Las interpretaciones de los actores, que son capaces de transmitir simplemente con la mirada.
El excelente guión.
La suciedad y el sudor presentes durante todo el film, que le da un cierto toque de realismo.
Lo peor:
El enlace entre unas escenas y otras falla, falta continuidad.
En ningún momento queda clara la situación geográfica de la acción, ya que el tren siempre avanza hacia delante (no está claro que tenga una verdadera función estilística).
No termina de definir un cierto tono de irrealidad, ya que esto sería lo necesario para convertirse en una de las diez mejores películas de la historia del cine.
Las anécdotas más curiosas que rodean a este film son:
Sergio Leone pretendía que los tres pistoleros que esperan a Harmonica en la secuencia inicial fuesen interpretados por Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach, matando así simbólicamente de una vez y para siempre la serie de los "Dólares".
En un principio, Robert Ryan fue elegido para interpretar al sheriff de Flagstone, siendo reemplazado por Keenan Wynn cuando decidió rodar "Grupo Salvaje" (1969).
Sólo el decorado de Flagstone costó 250.000 dólares, 50.000 más que el primer western de Leone, "Por un puñado de dólares" (1964), mientras que el presupuesto total de 3 millones de dólares de "Hasta que llegó su hora" (1968) fue más alto que las cinco cintas anteriores de Leone juntas.
El desdichado hermano de Harmonica que aparece en los flashbacks es interpretado por el jefe de producción del film, Claudio Mancini.
Leone llevó a España muestras de la tierra rojiza de Utah y Arizona, para que así encajaran a la perfección las secuencias de Monument Valley con las localizaciones españolas en las montañas de Sierra Nevada.
"Hasta que llegó su hora" (1968) contiene la secuencia de créditos iniciales más larga de la historia del cine.
En cuanto al trailer, como siempre, te ofrezco el que pudo verse en las salas cinematográficas norteamericanas:
Como toda gran película tiene frases para el recuerdo, las más famosas son:
"Anda llévales un poco de agua, deja que te vean y si alguno de ellos te da un pequeño pellizco… tu haz como si nada, se lo han ganado."
"¿Quién va a fiarse de quien lleva cinturón y tirantes a la vez, de quien no se fía de sus propios pantalones?"
"Ya que pronuncias mi nombre..."
"El que muere se queda muy asustado."
"Quizás mis armas le parezcan a usted muy simples, pero hacen agujeros lo bastante grandes para resolver los pequeños problemas."
"Nadie vende el sueño de su vida."
"─ La recompensa por Cheyenne es 5.000 dólares, ¿no?
─ Judas se contentó con 4.970 dólares menos.
─ Pero entonces no había dólares.
─ Pero había mal nacidos."
"Me recuerdas mucho a mi madre. Era la zorra más grande de Alameda y la mujer que más valía del mundo. Quien quiera que haya sido mi padre fue un hombre feliz, durante una hora o un mes..."
"Es bastante alta la mortalidad entre tus amigos, Frank. Primero tres, ahora dos ..."
"Toca un poco y alegra a tu hermano."
"No sólo sabe tocar. También sabe disparar."
"- Podrías amasar una fortuna. Cientos de miles de dólares. Más que eso. Miles de miles.
- Eso son millones.
- Millones. Hmm."
En fin, parece que a los espectadores habituales de nuestra reunión semanal les ha gustado, "parece que últimamente tengo bien afinada la puntería".
España puede ser la octava economía del mundo pero en ciertas cuestiones parece que somos el coche escoba de Europa en cuanto a la adopción de nuevas tecnologías. Mientras el mundo se maravilla por la solvencia de nuestros bancos o la innovación tecnológica que desarrolla Telefónica, en España sufrimos los designios de unos políticos preocupados por salvaguardar la riqueza de sus amigos. Veamos a que me refiero.
Un ejemplo clásico de lo que digo es bien conocido por la mayoría de los internautas: Telefónica (o Telefonica, como les gusta que les denominen en la actualidad) ofrece mejores conexiones de ADSL y a mejor precio en el resto Europa. Todas las comparaciones son odiosas, pero lo que no es de cargo es que, comparando el nivel de vida de estos países y el nuestro, paguemos hasta cuatro veces más por una conexión ADSL (bastante lenta, y lo dice uno que tiene una de 10 Mbits). Mucha gente puede achacar esto a que somos el país más pirata del mundo o a la difícil orografía de nuestro reino. Pero la triste realidad es una mala planificación que está sujeta a los diferentes vaivenes políticos de este país.
Ya nadie recordará los concursos de cable que acaecieron en España hace mucho años. En un momento en el cual sólo existían unos cuantos canales de televisión, se propuso, como si de los Estados Unidos se tratase, un concurso para cablear España por demarcaciones autonómicas. Pero este tenía una pequeña salvedad, Telefónica no podía concursar (la única con verdadero poder económico para hacerlo, hasta dos años más tarde, cuando no tenía ningún interés económico en ello). ¿Qué pasó? Que se crearon pequeñas empresas de cable que alcanzaron solamente los núcleos de población más importantes y que no tenían competencia ninguna. Con el tiempo fueron fusionándose hasta convertirse en el famoso ONO, que tiene una infraestructura heredada infrautilizada a tenor de los competidores existentes en el mercado. Primer caballo de la fibra óptica perdido por una decisión política idiota. No tiene sentido aplicar las reglas de la competencia de un país como Estados Unidos a 17 comunidades autónomas.
Luego, cambió el poder político, y éste en un momento álgido de intervencionismo obligó a la propia Telefónica a crear Vía Digital para luchar contra el incipiente poder de Canal Satélite Digital en el mundo de la televisión digital vía satélite. Esto provocó la creación de normas distintas, leyes de interés general inútiles, desperdicio de recursos y sacrificio de la primeriza tecnología espacial española (Hispasat). La lógica empresarial se impuso con la fusión de ambas plataformas, pero la rémora tecnológica ya estaba plantada y el vagón de la tecnología vía satélite perdida.
En esta época de intervencionismo mediático, el partido gobernante hizo suya una nueve tecnología que se encontraba en ciernes, la televisión digital terrestre. Para ello se lanzó una plataforma de pago denominada Quiero TV en el año 2000 (es curioso, ya ha existido TDT de pago en este país), pero fracasó, cerrando dos años más tarde dada la poca cobertura y la competencia de las ofertas tanto del cable como del satélite, y quedando como reminiscencia los dos canales regalados a dedo a los periódicos del régimen: VEO TV y NET TV (sí esos canales extraños que pones al final de tu TDT). Parón de tres años hasta que se reparten de nuevo estas frecuencias entre los canales que emitían en analógico al cambiar el color político (favoreciendo de esta manera a los perjudicados de la etapa anterior). Sólo acceden a esta nueva TDT aquellos que no han tirado sus descodificadores de la difunta Quiero TV, ya que nadie ve sentido gastarse dinero en algo que se puede ver gratis. Para solucionar este desaguisado nace La Sexta (licencia dada a dedo como no podría ser de otra manera, pero con la peculiaridad de que sólo podía emitir en abierto. La verdad, una metedura de pata), con la misión de relanzar un sistema que parecía llevar el mismo camino de la inexistente Radio digital.
La Sexta, ese canal que debía emitir sólo en digital y que utilizando una política de hechos consumados empezó a emitir en analógico. Su referente accionaral, Mediapro (en principio Imagina) empezó una desmesurada compra de derechos deportivos para hacer entrar en valor el canal, con la vista puesta en el futuro y lejano apagón analógico (el año 2012). Pero en plena guerra por lo derechos deportivos, que enfrentaba a los grupos mediáticos afines al gobierno, un amiguete tuvo una ocurrencia, adelantar el apagón al año 2010 y resucitar la TDT de pago (sí esa que murió hace 7 años). Para encontrarnos en la situación actual: todo el mundo tiene un descodificador de TDT que no sirve para la nueva televisión de pago (los 500.000 descodificadores de Quiero TV no valen) y además los que se venderán en los próximos meses tampoco servirán para la pseudotelevisión de alta definición que llega el año que viene.
Lo más triste de todo esto es que con todos estos vaivenes para introducir la TDT en España, la norma que utilizamos tiene 10 años de antigüedad, 576i en MPEG-2 (sí la del DVD), nada que ver con esas moderneces de MPEG-4 o la alta definición real que proporciona el 1080p (de entrada la alta definición de la TDT española sera simplemente 720p, que es la que están utilizando Digital+ e Imagenio) Ahí estriba la razón de que la veas tan mal en tu nuevo y flamante televisor Full HD, aunque tengas upconverting.
¿Qué ha hecho Telefónica durante estos últimos años? Lanzar un servicio de IP televisión llamado Imagenio, que no termina de arrancar debido el estado lamentable de la infraestructura telefónica española (aunque es el único sistema de televisión con futuro en el siglo XXI). La razón del estado de la red se le achaca a la propia Telefónica, pero la realidad es bien distinta. No te acuerdas de ese concurso de cable al que no pudo concurrir (primer caballo de la fibra óptica perdido) del que te hablé al principio de este artículo o de los millones de pesetas (entonces eran aún pesetas) dilapidados en la aventura de Via Digital. Si a esto le sumamos una regulación que favorece a los operadores alternativos, que en España se comportan como simples carroñeros y que no invierten en infraestructura, impidiendo además dado su uso indiscriminado del servicio de la competencia que lo haga Telefónica .
Como has podido ver he tratado de repartir leña a ambos lados del espectro político (aunque sepas de lado cojeo). Pero en resumen tenemos 10 años de retraso tecnológico gracias a regulaciones sin sentido que no permiten a ninguna empresa hacer inversiones tecnológicas en nuestro país. De ahí que se den contrasentidos como el de que Telefónica esté poniendo la fibra óptica que no le dejaron colocar en la década pasada o que volvamos a tener TDT de pago 7 años más tarde.
Por lo tanto, cosas como la televisión 3D que anuncia Sony para el año que viene suenan muy lejanas en la octava potencia económica del mundo. Por cierto, sabías que Telefónica lleva probando esta nueva tecnología en Brasil cerca de tres años (no lo puede hacer en España, ya que los carroñeros de los alternativos pondrían el grito en el cielo). A veces los monopolios no son tan malos (que les pregunten a los suecos).
En fin, te estarás preguntando la razón de este artículo. Esta estriba "en el cabreo que tengo de que se esté emitiendo los partidos del europeo de baloncesto, salvo los de España, por un canal que se llama Gol TV, bastante gracioso sino fuese en codificado".
Recuperada la normalidad y centrado de nuevo en mi trabajo (sí, trabajo, aunque más de uno lo pone en duda), vamos con nuestra habitual recopilación de ocurrencias varias. Esta semana parece que va bastante cargada de ellas. Los nominados son:
"lo que mas me gusta de dios es la amplia variedad de cereales chocolateados que vende en sus supermercados" Darkel
"¿Y a Dios no le gusta este blog? pues mira que es raro eso con la Gripe A latente...." Inzert
"Por cierto, que el otro día jugando al mus con Dios me dijo: "VAIS A MORIR TODOOOOOSSSSS"." Inzert
"CR7 o CR9 pa mi es la misma peste." Fredy
"Hoy en las noticias han dicho que hay Tamiflú para tod@s. Yo me pido uno con Cola. Así que, viva el Tamiflú." Fredy
"Hoombre similitudes hay. Hay arboles en las dos peliculas, y bichos feos y azules, y dragones que vuelan y ya." Darkel
"en fin, lo que no me acabo de explicar es porque son azules los oriundos del planeta ese... ¿que clase de maligna genetica ha incidido sobre ellos?" Darkel
"Los exámenes de septiembre pertenecen a ese momento grandioso en el que te puedes tirar de los pelos y rasgar las vestiduras, como Andrómaca... Es un subidón de adrenalina en estado puro. No te quejes." Adrián
"Los exámenes NO MOLAN tíos. Si quiero un subidón de adrenalina me tiro en paracaidas o hago puenting. Pero no pienso en hacer exámenes." Fredy
"Como que no molan?? Tu nunca has sentido ese bendito subidon de adrenalina al resolver una derivada imposible, o ese aumento hormonal externo cuando descubres que la velocidad de la luz es la respuesta al maldito problema de fisica? mmmm fiiisicaa" Darkel
"ya veras ya cuando se estropee el LHC y tenga que ir un escultor de pajitas deconstruidas en miga de pan seca a arreglarlo." Darkel
"Se te ha olvidado algo: en Ávila lo que sobran especialmente, además de malos pintores son poetas. Que doblas una esquina y te encuentras uno" DF
"yo llevo ya tiempo pensando en hacer un mercado galactico. Imaginaos, simuladores de vuelo, venta de motores warp, puertas espaciales, minicylons de bolsillo, enterprises de radiocontrol, etc. Y ademas podria ser perfectamente pulcro y limpio. pero creo que no va a ver suerte:(" Darkel
"Pero bueno, ¿y lo que molan los escotes con olor a orines qué?" Juan Blas
Esto es lo que ha dado de si mi primera semana en Ávila, "aunque necesito otra para superar el exceso de Cenicientas y Blancanieves".
Este fin de semana se celebra en la ciudad de Ávila el Mercado Medieval. Lo que en un principio parecía una simple actividad para acabar los actos culturales veraniegos con los que nos suelen inundar los ayuntamientos, con el paso del tiempo se ha convertido en una fiesta propia, donde la participación ciudadana se incrementa año a año. Es la única fiesta pagana que tiene la ciudad de Santa Teresa de Jesús bajo el falso paradigma del cruce de las tres culturas (algo que está intentando robar a Toledo).
Tiene de todo: puestos, pasacalles, obras teatrales, lanzamiento con arco, cetrería, etc; o sea, lo habitual en cualquier mercado medieval de los que jalonan la geografía de este país, pero magnificado tres o cuatro veces más. Y para mí ahí está su mayor defecto, porque en el fondo, al igual que el resto de mercados de iguales características, no deja de ser un sacacuartos pretencioso y bien diseñado. Si quieres perder todos tus maravedíes no dejes de pasar por esta ciudad el primer fin de semana de septiembre.
Aunque lo que más me llama la atención es la pulcritud del lugar, que contrasta sobremanera con lo que he oído o leído sobre la época que trata de representar. Es como pasearse por una película donde todo sabe a prefabricado y huele a virtud (aunque los escotes de las mujeres no casen demasiado con mi afirmación).
Por una vez me gustaría ver algo real, algo valiente, que contraviniese las mínimas normas de salud e higiene pública (aunque las moscas que palulan por los productos comestibles no entienden de ellas). Mi propuesta sería realizar un año, en un campo cercano (no quiere molestar a los residentes), un verdadero mercado medieval, "con el suelo lleno de barro y mierda, fuerte olor a orín, gente sucia y desgreñada, puestos desordenados y algún lugar poco recomendable. Pero imagino que esta imagen casa poco con lo que entienden por pasar un día agradable mis queridos convecinos".
Un pequeño detalle me ha llamado la atención en este largo día de evaluaciones: la gran cantidad de alumnos que quieren ir al bachillerato artístico. Normalmente en los últimos años solían dirigirse a este bachillerato especial dos o tres alumnos, hoy he tenido conocimiento de al menos 12 alumnos que quieren cursarlo.
¿Realmente nuestro mercado de trabajo va a poder absorber a tanto estudiante de esta rama si esto se repite en el resto de institutos de España? ¿Nos encontramos con una generación eminentemente artística? ¿Es un simple grumo estadístico o acaso ha fallado la orientación académica?
La respuesta a todas estas preguntas las tendremos en unos pocos años, cuando lleguen a un mercado laboral donde se trabaja casi siempre en algo que no tiene que ver con los estudios realizados.
Pero en un paseo que dí con un compañero por la calle entre evaluaciones me encontré con algo que llamó mi atención. En pleno día de estreno del Mercado Medieval (en Ávila éste llega a niveles insospechados), en una tienda de marcos de cuadros se estaba realizando la presentación de una exposición de cuadros (con su vino español correspondiente). Al comentar con mi acompañante lo curioso de la situación éste sentenció: "En Ávila sobran pintores, músicos y publicistas".
Acaso la crisis también habrá azotado a la mansión Playboy o Hugh Hefner está trabajando en introducirse en un nuevo mercado dado el retroceso que está sufriendo el mundo de las revistas. Pero hoy me he quedado asombrado al ver el nuevo anuncio del "Guitar Hero 5".
En el anuncio en cuestión se puede ver a 10 playmatesbastante vestiditas (no vaya a ser que no se pueda ver en la sacrosanta televisión americana) junto con un demacrado Hugh Hefner (lo más conseguido del anuncio es el contraste, parece el viejo verde que es) bajo los acordes del "Old Time Rock And Roll" de Bob Seger. Te dejo el vídeo en cuestión:
Y como sé que alguno de mis lectores se habrá quedado con las ganas, también te dejo con el "Así se hizo...":
Obviamente, para aquellos que tienen algo de memoria audiovisual, es una adaptación de esta escena de la película "Risky Business" (1983):
Está claro que si Hugh Hefner entrase en el mercado de las videoconsolas (no videoconsoladores) sería para hacer un videojuego: "en primera persona donde te moverías por la mansión Playboy de habitación en habitación satisfaciendo de diversas formas a las conejitas que te encontrases y luchando contra las hombres. El final del juego sería lo mejor, acabaría al amanecer en una habitación con un espejo donde verías que eres un viejo verde de 83 años de edad con batín rojo".
Pueden cambiar las puertas del instituto, puede cambiar el equipo directivo, puede cambiar el aspecto de la sala de profesores, pero lo que no cambia nunca es mi asombro durante el examen que hago de recuperación en septiembre.
La verdad es que he mejorado en algo la estadística del curso pasado. Si en el examen de septiembre de curso pasado aprobé a un alumno de los 30 que tenían pendientes la asignatura (de los cinco presentados, solo éste entregó los ejercicios de recuperación que había mandado para el verano), en esta ocasión han sido dos de 17 (los únicos que se han presentado).
En fin, poco puedo hacer por aprobar a un alumno si éste no se presenta físicamente al examen. Las preguntas que siempre me hago al acabar una jornada como ésta son: "¿son realmente necesarios los exámenes de septiembre? ¿Era errónea la LOGSE en su planteamiento de eliminarlos? ¿Los padres se preocupan por la educación de sus hijos?"