miércoles, 10 de febrero de 2010

Sesión de palomitas (43): Regreso a Howards End

Una de las paradojas del cine es que está llena de cineastas foráneos que han hecho suyo un género o subgénero a priori extraño dado su país de procedencia. Te puedes encontrar un director alemán especialista en películas de ciencia ficción, un director español en comedias de situación o un director americano en adaptaciones literarias inglesas. Este último caso es el que hoy quiero traer a colación, ya que aunque engañe un poco por el nombre, James Ivory es un director estadounidense que se ha apropiado de una de las joyas de la corona, dándole un frescor del que no son capaces los propios británicos. Todas las comparaciones son odiosas, pero creo que tengo bastante razón en lo que estoy diciendo (además estoy seguro de que más de uno acaba de enterarse de que este director no es británico).

Regreso a Howards End (1992)
Título original: Howards End
Duración: 140 min
Director: James Ivory
Guión: Ruth Prawer Jhabvala (basada en una novela del mismo título de E.M. Forster)
Música: Richard Robbins
Fotografía: Tony Pierce-Roberts
Reparto: Vanessa Redgrave, Emma Thompson, Anthony Hopkins, Helena Bonham Carter, James Wilby, Samuel West, Prunella Scales, Joseph Benneth, Jemma Redgrave, Nicola Duffett
Sinopsis: Margaret y Helen Schlegel son dos hermanas cultas y emancipadas para la época en que viven, finales del XIX. Tras trabar amistad con la convencional familia Wilcox, Helen se enamora del hijo pequeño, pero todo acaba mal y ambas familias se separan con la esperanza de no volver a verse. Sin embargo poco después se establece una gran amistad entre Margaret y la señora Wilcox, hecho que conducirá a que a la muerte de ésta le deje a Margaret Schlegel su mansión en propiedad, para disgusto de la familia.

James Ivory nació en Berkeley en 1928, hijo de una familia burguesa católica estudió Arquitectura y Bellas artes en la Universidad de Oregón, pero su interés por el cine le llevó a ir a París a estudiar en la Escuela de Cinematografía. Su práctica de fin de carrera fue un cortometraje rodado en Venecia, "Venice: Themes and Variations" (1957). Al finalizar el rodaje se marcha a la India donde empieza la primera etapa de su carrera cinematográfica.

En la India funda junto con Ismail Merchant una productora con la que realizar películas en inglés. De ésta surgen títulos como: "The Householder" (1963), "The Delhi Way" (1964), "Shakespeare-Wallah" (1965), "The Guru" (1969) y "Bombay Talkie" (1970); sobre los que no voy a opinar dado que nunca he llegado a ver ninguno.

De todas formas estas películas fueron abriéndole camino a conseguir mayor financiación permitiéndole acceder tanto al circuito comercial como a actores más conocidos. De ahí que en los 70 ruede filmes más conocidos en la actualidad como por ejemplo: una simpática comedia como puede ser "Salvajes" (1972) o un drama sobre el ocaso del cine mudo, "Fiesta salvaje" (1975), con Raquel Welch como protagonista.

Es a finales de esta década donde encuentra su especialidad definitiva y por la que es conocido por el gran público: la adaptación de novelas de época tanto británicas como americanas. Así surgen de sus manos filmes como: "Los europeos" (1979), "Jane Austen in Manhattan" (1980), "Quartet" (1981), "Oriente y Occidente" (1983), "Las bostonianas" (1984); hasta que se encuentra con su autor fetiche: E.M.Foster. De éste realiza tres adaptaciones que le llevarían a ser reconocido tanto por la crítica como por el gran público (es el momento dulce de su carrera): "Una habitación con vistas" (1985); "Maurice" (1987) y "Regreso a Howards End" (1992) (rodó entre medias dos filmes bastante mediocres: "Esclavos de Nueva York" (1989) y "Esperando a Mr. Bridge" (1990)). Estos filmes junto con el siguiente que rodó, "Lo que queda del día" (1993) (mi favorito de este director), constituyen el momento cumbre de su carrera.

Después, como suele pasar con casi todos los directores, llegaría la caída en la calidad de sus películas, con títulos que no llaman tanto la atención como los anteriores: "Jefferson en París (los amores de un presidente)" (1994), "Lumière y compañía" (1995), "Sobrevivir a Picasso" (1996), "La hija de un soldado nunca llora" (1999), "La copa dorada" (2001), "Le Divorce" (2003), "La condesa rusa" (2005) y "The City of Your Final Destination" (2008).

Bueno, vamos con la crítica. Se trata de una película clásica en su concepción. Trata de adaptar fielmente la novela de E.M. Forster, adquiriendo de ella tanto sus virtudes como sus defectos. Entre las virtudes se encuentran los maravillosos diálogos cargados de significado y crítica social. Por contra su mayor defecto es que se encuentra sobrecargada de inusuales coincidencias.

Las interpretaciones de las actrices son excelentes mientras las de los actores son un poco caricaturescas, en especial Anthony Hopkins plantea un personaje casi plano, mostrándose demasiado seco. Aunque la razón de la película y su personaje central es la casa, Howards End, verdadero motor de la historia. Es la fascinación de ambas familias por esa casa, los Wilcox y los Schlegel, el núcleo de la historia. Por contra los elementos oníricos, como por ejemplo los paseos de Leonard Bast, hacen decaer un poco la función.

De todas formas, al igual que la mayoría de films de este director, la ambientación está cuidada hasta el más mínimo detalle, trasladándonos a esa época donde poco a poco la vieja grandeza inglesa va cayendo bajo el peso del urbanismo industrial. La lucha de clases se revela con toda su crudeza, mostrándonos como la vieja burguesía languidece lentamente (al igual que el viejo imperio británico).

Otro elemento curioso de esta película se encuentra en sus diálogos, que por su anacronismo se convierten en citas casi cómicas, dando al film un equilibrio entre la comedia y el drama. Y que quede constancia que me refiero a los diálogos dramáticos, ya que los pocos elementos puramente cómicos fallan bastante (el personaje de la tía de las hermanas Schlegel).

De todas formas, estamos ante una buena película, ya que aunque tiene sus defectos, las virtudes son tantas que hacen imprescindible su visión (que fuese premiada en los Oscars no tiene nada ver con esta opinión).

A modo de resumen, lo mejor:

  • La ambientación y todas esas maravillosas localizaciones que aparecen en la película.
  • Los personajes femeninos, salvo el de la tía de las hermanas Schlegel. En especial una excelente Emma Thompson que se come a los demás en pantalla.
  • Los diálogos.
  • El comienzo del film.
  • La charla que ocurre entre Ruth Wilcox (Vanessa Redgrave) y los amigos de Margaret J. 'Meg' Schlegel (Emma Thompson).

Y lo peor:

  • Las escenas oníricas de corte literario.
  • La interpretación de Anthony Hopkins.
  • La estúpida cámara lenta del final de la película, cuando llevan esposado a Charles Wilcox.

Algunas de las anécdotas y datos curiosos que rodean a esta producción son:

  • Una de las localizaciones utilizadas en este film era el The Baltic Exchange de Londres. Después de la filmación sufrió un atentado del IRA.
  • El papel de Emma Thompson fue ofrecido antes a Miranda Richardson.
  • Se rumorea que el divorcio de Emma Thompson y Kenneth Branagh fue provocado por una aventura que mantuvo este con Helena Bonham Carter. Éstas no volvieron a realizar una película juntas hasta "Harry Potter y la Orden del Fénix" (2007).
  • Los derechos de la novela costaron la friolera de 250.000 dólares.
  • Fue el primer filme realizado por la productora Sony Pictures Classics.
  • Jemma Redgrave (Evie Wicox) que hace el papel de hija de Vanessa Redgrave (Ruth Wilcox), es en la realidad su nieta.

El trailer que se pudo ver originalmente en las salas cinematográficas británicas fue el siguiente:



En cuanto a las frases más curiosas que se pueden oír durante la película, he elegido las siguientes:

"Verás. No tengo ingresos propios. Y aún tengo que irme a Nigeria. Es un lugar muy desagradable para una mujer blanca por el clima y los nativos."

"Si yo fuera un hombre, señor Wilcox, le daría un par de cachetes por ese comentario. No es digno que compartir un techo con mi sobrina... ni de limpiar sus botas."

"El pánico y el vacío. Eso es lo que significa el duende."

"Siempre me había imaginado un trío de elefantes bailando en ese fragmento."

"¿Tiene la música significado en el sentido estrictamente literario?"

"Cada vez que me retraso cinco minutos me imaginas muerto en la calle atropellado en un horrible accidente."

"¡Oh sí! Le gusta mucho viajar pero no puede sufrir a los extranjeros."

"El vicio del pan-germanismo es que sólo se interesa por lo que puede serle útil."

"Los alemanes siempre tienen en cuenta la belleza."

"Yo siempre he pensado que si pudiéramos reunir a las madres de las diversas naciones, entonces, ya no habría más guerras."

"Los sirvientes se han vuelto tan poco fiables como nosotros."

"Aunque es curioso que al contrario de Grecia, Inglaterra no tenga una verdadera mitología. Lo único que tenemos son brujas y hadas."

"Está escrita a lápiz. El lápiz no cuenta."

"El bosque se marchitaba con luz trémula."

"Cuando más diga una dama mejor. Las damas alegran cualquier conversación."

"La propiedad moderna de bienes móviles nos está reduciendo, una vez más, a ser una tribu de nómadas. Nos convertimos en la civilización del equipaje."

"No adoptes una actitud sentimental hacia los pobres."

En fin, una correcta adaptación que cumple con creces su misión, "trasladarnos a una época ya perdida en los recovecos de la historia".

4 comentarios:

  1. Por casualidad e introduciendo la frase en un paraje tan onírico “la luz por entre las trémulas hojas de los árboles del bosque” en Google he encontrado tu blog, causándome la mejor de las impresiones, sobretodo por lo bien que refleja en este caso la película “El regreso a Howards End” Enhorabuena y esper seguiros.

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