Sesión de palomitas (45): Dulce libertad

La película que vimos la semana pasada en nuestra habitual sesión cinematográfica no es una obra maestra ni pasará a la historia por sus grandes interpretaciones. Se trata de una comedia de lo más normal, sin ninguna pretensión extraña, cuya principal seña de identidad es el intento de un conocido actor televisivo de dar el salto a la dirección cinematográfica, emulando a uno de sus grandes amigos, Woody Allen. Disfrutamos de la "Dulce libertad" (1985) de Alan Alda.

Dulce libertad (1985)
Título original: Sweet Liberty
Duración: 107 min
Director: Alan Alda
Guión: Alan Alda
Música: Bruce Broughton
Fotografía: Frank Tidy
Reparto: Alan Alda, Michelle Pfeiffer, Michael Caine, Lillian Gish, Bob Hoskins, Lise Hilboldt, Saul Rubinek, Lois Chiles, Linda Thorson
Sinopsis: Un profesor de instituto ve cómo su novela sobre la Revolución Americana es llevada al cine en un pequeño y tranquilo pueblo que se verá enormemente alterado. Además, el profesor comprueba que, según se va rodando, la película no se parece en nada a lo que él escribió.

Alan Alda nació en Nueva York en 1936, entrando en el mundo del espectáculo gracias a su padre, Robert Alda, famoso actor cinematográfico y teatral. Aunque deambuló tanto por los escenarios como por el cine como actor, su gran éxito fue la mítica serie M.A.S.H. (adaptación televisiva de la gran película de Robert Altman "M.A.S.H." (1970)),donde alcanzó una popularidad desmedida entre sus conciudadanos y compañeros. De hecho su papel protagonista en la serie le valió ganar 6 Globos de Oro al mejor actor de comedia durante sus 11 años de emisión, además de ser la única persona que ha ganado un Emmy en las siguiente categorías: mejor actor de comedia, mejor guionista de comedia y mejor director de comedia. El capítulo final de esta famosa serie, "Goodbye, Farewell, and Amen", sigue reinando como el programa más visto de la historia de la televisión americana (sino me crees pulsa aquí para comprobarlo).

Está claro que con esta serie alcanzó el punto culminante de su carrera y se convirtió en uno de los actores más conocidos por el gran público norteamericano, con lo que su regreso al cine era inevitable. Después de un primer intento con "Las cuatro estaciones" (1981), cuando todavía M.A.S.H. estaba en antena, se lanzó a rodar la película que hoy nos ocupa, "Dulce libertad" (1985), a la cual seguirían otro dos títulos: "Una nueva vida" (1988) y "Boda pasada por agua" (1990). Estas cuatro tienen un claro denominador común, son versiones más digeribles del estilo cinematográfico de su gran amigo Woody Allen (en cuyas películas participaba habitualmente como actor por la misma época), pero el problema era que el gran público no estaba preparado para esta versión light del newyorquino, con lo que la taquilla le dio la espalda aún siendo bastante interesantes.

De nuevo como actor disfrutó de un segundo idilio televisivo con su interpretación del senador Arnold Vinick en la también mítica El ala oeste de la Casa Blanca, con Emmy incluido al mejor actor de serie dramática.

Vamos con la crítica. La película como ya he dicho en la entradilla no es una obra maestra ya que en el fondo es un entramado deshilachado de gags, donde unos funcionan maravillosamente y otros son simplemente una soberana bobada. No es lo mismo dirigir un episodio de 28 minutos que un filme de 107 minutos, la estructura se resiente por todas partes dados los vicios adquiridos en sus años televisivos. Además peca también de exceso (algo que también parece pasar a nuestro director patrio José Luis Garci) en el número de temas tratados: pareja que no quiere comprometerse, crítica a la adaptación cinematográfica, la Revolución americana, el mundo del cine, el problema del cuidado de los ancianos, etc. Es algo así como si tratase de superar al maestro rodeándose para ello de un reparto de campanillas para la época, lleno de viejas glorias y jóvenes hambrientos, un escenario idílico y buenas pretensiones.

La película fracasa más o menos en todos los temas tratados y se resiente en algunas escenas de continuidad, pero tranquilo, esto no quiere decir que es mala sino que se trata de un filme de consumo rápido, con el que echarte unas buenas risas (algunos gags son antológicos), o sea ese mismo tipo de películas que trata de criticar. Una forma de definirla sería que es un cruce entre una película de Woody Allen y un film descerebrado de los años 80. En el fondo desperdicia casi todo lo que podría alcanzar, es algo así como un boceto cinematográfico, donde no se nota el saber hacer de un verdadero especialista. A la postre el mismo Alan Alda escribió el guión, lo dirigió y protagonizó, algo excesivo para alguien procedente de otro medio.

Años más tarde, con una material bastante parecido, David Mamet dirigió una película más redonda, "State and Main" (2000), otra curiosidad perdida en la inmensidad de la historia del cine.

Bueno, como siempre, a modo de resumen, lo mejor:

• El casting, donde sobresale una preciosa Michelle Pfeiffer y una hilarante Lillian Gish.
• Las hermosas localizaciones.
• Recoge algunas de las frases más lapidarias de la historia del cine, como por ejemplo: "Los adolescentes que van al cine esperan ver tres cosas, desafío a la autoridad, destrucción de la propiedad privada y que la gente se empelote."; que acierta de pleno y describe el devenir del cine actual.
• El detalle de la forma de romper las lechugas.
• Lo canallesco e irreverente que es papel de Michael Caine y la sobriedad de Saul Rubinek.
• La borrachera.
• La escena final en el campo de batalla.

Lo peor:

• La estructura de la película es deshilachada.
• Las luchas de espadas.
• La historia de la pareja formada por Michael Burgess (Alan Alda) y Gretchen Carlsen (Lise Hilboldt).
• La escena del helicóptero que no tiene tensión ninguna.
• La escenas entre los extras y los técnicos de efectos especiales.
• El infantil corte durante los títulos de crédito finales.

En cuanto a las curiosidades que rodean a este film, las más importantes son:

• La mujer Elliott James (Michael Caine) está interpretada por la canadiense Linda Thorson, famosa por su papel de Tara King en la serie Los vengadores.
• La madre de Michael Burgess (Alan Alda) está interpretada por Lillian Gish (1893-1993), una famosa actriz del cine mudo (rodó esta película con 92 años de edad).
• La escena en la cual casi chocan Elliot James y Michael Burgess con un tren está rodada en reversa. Es decir, que en realidad ambos, tren y coche, iban marcha atrás.
• La mayor parte de las localizaciones del film se encuentran en Long Island (estado de Nueva York).

Por increíble que parezca, sólo he sido capaz de encontrar un pequeño teaser de una producción tan moderna (sólo tiene 25 años). Bueno, menos es nada:



Como toda comedia que se precie, la verdadera miga está en los diálogos. Las mejores frases que se pueden escuchar durante el film son:

"¿Cómo puedes dar clase de Historia teniendo tan poca memoria?"

"Después de veinte años de ver sólo basura, de repente me encuentro asociado con la literatura."

"Entiendo que la Revolución Americana no fue un vodevil."

"Intentaba hacer la historia asequible no destruirla."

"Los adolescentes que van al cine esperan ver tres cosas, desafío a la autoridad, destrucción de la propiedad privada y que la gente se empelote."

"No como nada que no haya estado encima del televisor durante 24 horas, la radiación mata cualquier veneno que hayan podido poner."

"Le importaría ayudarme a repasar la letra."

"Con esa pinta si la viese por la calle no la conocería."

"Hago muchas tonterías y mi vida es un caos."

"El perfume de su piel es tan embriagador."

"Nos conocemos todos, la ciudad es pequeña."

"Me encanta la historia, es antigua, está repleta de acontecimientos."

"¡Pongan atención! Y que nadie se mate."

"Sino sentís que estáis muertos no os caigáis."

"Es una gran película, señor Burgess, es la verdad de la historia americana."

En fin, un film que no pasará a los anales de la historia y que no merecerá mención ninguna en alguna recopilación realizada por un crítico cinematográfico, "pero está claro que yo no soy un cinéfilo puro sino un simple cinéfago y doy oportunidad a casi cualquier tipo de film que tenga algo que ofrecer".