Esto sí

En más de una ocasión he despotricado en este blog contra los remakes, precuelas, secuelas y reboots sin sentido. Producto del mero agotamiento de ideas frescas en Hollywood y demás cinematografías occidentales. ¿Por qué trabajar con un material nuevo cuando se puede reciclar algo que funcionaba en el pasado? Por contra, en alguna ocasión (y son muy pocas) podemos encontrarnos con una obra que es capaz de dar vida a un material que parecía agotado.

Bueno, una de las cosas que más desquician del sistema imperante en el cine es que en el tema de la distribución está demasiado centralizado en el mercado norteamericano. Productos de cierto caché producidos en otros países son vistos fugazmente en los festivales europeos, a la espera de que una distribuidora norteamericana se apiade de ellos, ya sea con un acuerdo de distribución (algo casi impensable al tener que estrenarse en los Estados Unidos en versión original al no existir una industria de doblaje al uso) o la consabida compra de derechos para la realización del remake de turno. En el caso de directores consagrados la única solución a este problema es rodar la película en inglés, como es el caso de Amenábar con "Los otros" (2000) o "Ágora" (2009), rememorando viejas épocas del cine europeo. Aunque pinta que este modelo puede ir cambiando poco a poco vistos los últimos resultados de las producciones norteamericanas en su mercado doméstico. Por ejemplo la última en ingresar en el exclusivo club de los mil millones de dólares recaudados, "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas (Piratas del Caribe 4)" (2011), sólo pudo recoger en los propios Estados Unidos el 23% de esta cantidad (porcentaje que irá disminuyendo con el paso del tiempo, al estar ya agotado este mercado). O, no, al pensar los ejecutivos norteamericanos que somos capaces de comernos cualquier mierda que nos sirvan.

Ahora bien, en el caso del cine procedente de Oriente, bastante valorado en cierto círculos, cabe la alucinante posibilidad del doblaje, sobre todo si se trata de una producción animada. Éste es el caso del Studio Ghibli, que gracias a su inmensa calidad y la presencia del maestro Hayao Miyazaki es capaz de obrar este milagro. Con un año de retraso (lo que no es demasiado) nos llega "Arrietty y el mundo de los diminutos" (2010), una nueva adaptación de la saga de novelas de Mary Norton "The Borrowers", que ya conoció una horrible versión cinematográfica, "Los Borrowers" (1997) a cargo de Peter Hewitt (un señor que por mucho que haga en taquilla debería dedicarse a otra cosa, cada película nueva que perpetra es un insulto a la inteligencia del espectador). No debes confundirlos con Los diminutos entrañables que se dejaron caer por los televisores españoles en la década de los 80, con los que comparten argumento pero no referente literario, en este caso se basaban en otra saga de novelas juveniles escrita por John Peterson.

Como siempre vamos con la comparación de trailers, el primero es el de la horrible "Los Borrowers" (1997), donde grandes actores poco o nada pueden hacer (algo demasiado habitual en los últimos 20 años):

Y el segundo es la nueva propuesta de Studio Ghibli:

En fin, siempre tiene que haber una luz en las tinieblas. Su estreno en España se ha retrasado hasta el 16 de septiembre de 2011, primer fin de semana del nuevo curso. Por cierto, "¿se te ocurre alguna película infame cuyo argumento tuviese la posibilidad de conocer un remake digno?"