Una de las costumbres en la Seguridad Social es dar citas espaciadas cada cinco minutos para los médicos de cabecera. En principio es un reflejo de la saturación que actualmente sufre la Sanidad Pública, ya que cada uno de estos médicos de cabecera tiene asignado una ingente cantidad de pacientes.
Normalmente este proceder no causa un gran retraso dado que en muchos casos el papel del médico de cabecera de turno no deja de ser más que meramente administrativo, cumplimentando recetas para enfermos crónicos (algo que se podría solucionar simplemente dando un valor real a la tarjeta sanitaria, por ejemplo realizando una base de datos general de enfermos crónicos conectada con las farmacias, evitando esta visita mensual), solicitando consultas para especialistas o renovando bajas. Actos que se pueden realizar de sobra en menos de los cinco minutos asignados. Por contra en otras ocasiones, las menos por lo que he podido observar últimamente, los pacientes que asisten al médico de cabecera es buscando la socorrida atención primaria que éste facilita, con lo que los cinco minutos se vuelven escasos. En el caso de los especialistas, donde no media acto administrativo, sino pura medicina los retrasos se van acumulando a lo largo de la mañana.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando por la razón que sea no se encuentra el habitual médico de cabecera y en su lugar se haya un sustituto temporal? Pues que todo se vuelve lento, los actos administrativos se vuelven farragosos, cada enfermo se encuentra en la vicisitud de tener que relatar su historial médico (todavía la mayoría de historiales no se encuentran informatizados y hasta se puede dar el caso de que te hagan llevarte parte de las pruebas que te han hecho a casa, en mi caso los resultados de las dos últimas campimetrías que me han realizado se encuentran en un cajón del salón) y el nerviosismo cunde en la sala de espera. El clásico y en cierta forma aburrido acto de visitar a tu médico de cabecera (en casos graves vas directamente a Urgencias) se convierte en algo casi épico para mucha gente.
En fin, esta tarde me pasó. Mi médico de cabecera también se ha ido de vacaciones y me tocó en suerte un sustituto (no tengo nada contra él, yo también hice una sustitución corta (2 semanas) de Matemáticas para un grupo de 2º de Bachillerato a un mes de la PAU, imagínate que pastel). Obviamente, al igual que yo hice en mis primeras sustituciones, se tomó su tiempo para no cometer errores, pero con este proceder el sistema de los cinco minutos falló estrepitosamente causando gran revuelo en la sala de espera por el retraso acumulado. Y yo te pregunto: "¿qué prefieres, un médico agobiado por cumplir tan espartano horario o un médico pausado atento a todos los detalles de la situación de cada paciente?"
yo prefiero un androide sanitario. Pero no los inventan.
ResponderEliminarLo tengo clarisimo, una doctora pechugona con la bata medio desabrochada... Que tarde lo que quiera
ResponderEliminara todo esto, el titulo de esta entrada parece el de una pelicula mala yankee de esas que ponen en "el peliculon" de antena 3..."El sustituto"
ResponderEliminarAunque te parezca extraño hay película y respectiva secuela del mismo título. La primera con Tom Berenger como protagonista es una bochornosa versión masculina de "Mentes Peligrosas". La secuela debe ser infame visto los ratios que tiene en Internet. Así que probablemente hayas visto alguna de las dos en tu querido peliculón.
ResponderEliminarEs como si me hubiera contestado Sheldon :O
ResponderEliminarnah en realidad no veo la tele nada, selecciono mis contenidos cinematograficos de motu propio xD
Parece raro, que un funcionario que ha llegado a su plaza haciendo sustituciones temporales, se queje de exactamente lo mismo en otra rama del chupocteriado... digo del funcionariado.
ResponderEliminaren fin, compañerismo ante todo... menos cuando me afecta a mi.
Fredy, da gracias al cielo de que los médicos sean funcionarios. Si no, estarías gastando alrededor del 33% de tus ingresos (tras impuestos) en un seguro médico (que no te cubriría totalmente). Y tus impuestos serían exactamente igual de elevados o más.
ResponderEliminarY si el profesorado también fuese privado y quisieses una educación pasable para tú hijo, otro 10% más, al menos (si la quisises buena, tendrías que pertenecer al 1% de población con máximo poder adquisitivo para poder siquiera permitírtelo. Lo mismo con la sanidad).
Hay otras ramas del funcionariado más prescindibles, pero la existencia de esas dos afecta directamente a tu poder adquisitivo.
Pero bueno, tras las inminentes elecciones y el posible "paquete de ayuda" europeo, lo probaremos en nuestras propias carnes. Ya verás que risas.
¿Alguien lee realmente mis artículos? ¿En qué parte me quejo de las sustituciones temporales? Creo que sólo he hecho un relato un poco florido de lo que me pasó esa tarde: ¿Podéis decirme dónde critico al sustituto en el párrafo final?:
ResponderEliminar"Mi médico de cabecera también se ha ido de vacaciones y me tocó en suerte un sustituto (no tengo nada contra él, yo también hice una sustitución corta (2 semanas) de Matemáticas para un grupo de 2º de Bachillerato a un mes de la PAU, imagínate que pastel). Obviamente, al igual que yo hice en mis primeras sustituciones, se tomó su tiempo para no cometer errores, pero con este proceder el sistema de los cinco minutos falló estrepitosamente causando gran revuelo en la sala de espera por el retraso acumulado."
Creo que lo único que trato de decir (obviamente incompresible para los que no se han leído el artículo) es que el férreo sistema de los cinco minutos fracasa en estas circunstancias ocasionando desasosiego entre los pacientes.
En fin, al parecer debo escribir en una lengua ya muerta para muchos.
que no chuuuuuuuchi que yo te leo.
ResponderEliminarchuchi.. el dia que la administracion pública comprenda que la solución a los retrasos, el gasto en funcionarios, el gasto en papel, y el gasto en oficinas pasa por informatizar y dar una tarjeta a la gente, te quedarás sin trabajo, asi que no lo clames muy alto
ResponderEliminarPor otra parte, ¿hiciste una sustitucion en mates y no dijiste nada?, y lo mas asombroso ¿diste matemáticas de segundo?, espero que no fueran las de ciencias sociales, ¡que esas no cuentan!
un saludo
Eran las de Sociales. Les introduje en el misterioso mundo de las derivadas a un mes de la PAU. No te imaginas con que cara me miraban.
ResponderEliminarPor partes:
ResponderEliminarJuan, claro que tienes razón en tus comentarios. Lo que mucha gente criticamos no es el funcionariado, sino la forma en que personas válidas pueden convertirse en parásitos del sistema, ya que éste no les exige una mínima calidad en el trabajo. Creo que es un tema ya tratado y que termina en grandes enfrentamientos entre los que pensamos que las normas del funcionariado deben cambiar para que el servicio, sea cual sea, se base en la excelencia y no en una plaza inutable, y los que creen que todo está muy bien y que al que no le guste que no mire.
Creo fervientemente que estos abusos de una minoría de funcionarios son los que incentivan a partidos políticos (y a las personas que les votan) a perdir modelos de ahorro social basados en la no gratuidad de los servicios básicos (educación y sanidad).
Obviamente estoy tan en desacuerdo con este tipo de desigualdades como con la que una persona por tener un buen día de examen obtenga una plaza vitalicia de la que nadie le pueda echar aunque 20 años despúes sus conocimientos estén obsoletos porque no le interese seguir formándose continuamente o que el servicio que preste sea nefasto porque no esté motivado.
Particularmente yo he dejado de ir al médico (salvo cosas graves) desde hace años en que fui sin poder mover una rodilla y el médico sin hacerme ni una prueba me dijo que no era nada, pero que si quería que me mirara mejor en su consulta de pago por la tarde podía hacerme las pruebas que desease...
Chuchi, como info de diré: el 99% de los lectores de este blog solo leen el título de tus entradas.
Yo pertenezco al 1% que se lo suele leer todo, pero de los que le gusta criticar.
No obstante en el artículo anterior tratas de salvar al sustituto como persona, pero en él haces una crítica al sistema por hacer sustituciones: "...¿qué pasa cuando por la razón que sea no se encuentra el habitual médico de cabecera y en su lugar se haya un sustituto temporal? Pues que todo se vuelve lento, los actos administrativos se vuelven farragosos, cada enfermo se encuentra en la vicisitud de tener que relatar su historial médico y el nerviosismo cunde en la sala de espera."
Lo que entiendo es qe molesta que haya un sustituto porque con eso el tiempo de espera se alarga. Supongo, de ahí mi comentario, que lo mismo que cuando un profesor sustituto se incorpora y debe preguntar por qué tema va la clase, aprender qué hacía el sustituido, conocer al alumnado,... es decir todo se vuelve más lento y caótico.
También te digo que el título de un artículo indica sobre lo que va a versar el mismo, y en este no leo nada como "5 minutos por paciente o caos en la sanidad por falta de ordenadores", sino "el sustituto"...
¿derivadas? mmm...me hago una idea sí, mas o menos como miraré yo al profe de algebra a principios de septiembre.
ResponderEliminarY aunque mi comentario no es del todo acorde con el tema de la entrada (es más una reflexión personal que me ha surgido al leer ciertas partes de la misma) en mi defensa si me lo he leido enterito ¡y despacio!
Un saludo!