A veces, lo improbable puede llegar a pasar. Aunque parezca increíble ahora mismo tengo en mis manos una moneda de 2€ procedente de Malta. ¿Por qué digo que improbable? Porque se la acaban de dar como cambio a mi padre en el bar de la piscina, en un momento en el cual sólo habían entrado cuatro personas antes de pagar él.
Alguién que no viva dentro de la Eurozona no entenderá el porqué hablo de una moneda de euro maltesa. Aunque tengamos una moneda común: el euro; cada estado imprime su propia moneda manteniendo dos normas fijas: todos los billetes serán comunes, al igual que los anversos de las monedas (lo que vulgarmente se llamaba cruz en España cuando existía la peseta); mientras que el reverso puede ser diferente en cada país.
Esto ha provocado que exista, desde los inicios del euro, la costumbre, entre los europeos, de ir coleccionando las monedas de los diferentes países. Ya sea comprándolas en tiendas especializadas o simplemente fijándose en los cambios recibidos. Yo pertenezco al segundo grupo, y he conseguido casi todas las de la primera remesa de 96 monedas (unas 93), dejando por imposibles las 24 correspondientes a Mónaco, San Marino y El Vaticano, ya que son propias de coleccionistas especializados.
De todas formas, según han ido entrando nuevos países en el ámbito del euro: Malta, Chipre y Eslovenia; dado su tamaño, se ha convertido casi en inviable obtener sus series de monedas mediante el simple cambio dada la pequeñez de sus emisiones. Además a esto hay que sumar la reciente aparición de euros conmemorativos, como él de El Quijote en España, él de las Olimpiadas en Grecia, etc. Al final estamos hablando de casi 200 monedas distintas en total.
Ahora comprenderás la ilusión que me ha hecho conseguir "en un bareto con cuatro parroquianos una moneda con la Cruz de Malta. En definitiva, lo improbable, a veces, ocurre."
Esto ha provocado que exista, desde los inicios del euro, la costumbre, entre los europeos, de ir coleccionando las monedas de los diferentes países. Ya sea comprándolas en tiendas especializadas o simplemente fijándose en los cambios recibidos. Yo pertenezco al segundo grupo, y he conseguido casi todas las de la primera remesa de 96 monedas (unas 93), dejando por imposibles las 24 correspondientes a Mónaco, San Marino y El Vaticano, ya que son propias de coleccionistas especializados.
De todas formas, según han ido entrando nuevos países en el ámbito del euro: Malta, Chipre y Eslovenia; dado su tamaño, se ha convertido casi en inviable obtener sus series de monedas mediante el simple cambio dada la pequeñez de sus emisiones. Además a esto hay que sumar la reciente aparición de euros conmemorativos, como él de El Quijote en España, él de las Olimpiadas en Grecia, etc. Al final estamos hablando de casi 200 monedas distintas en total.
Ahora comprenderás la ilusión que me ha hecho conseguir "en un bareto con cuatro parroquianos una moneda con la Cruz de Malta. En definitiva, lo improbable, a veces, ocurre."
Yo conseguí una de Chipre, se la dia un compi de trabajo numismático que le hizo mucha ilusion
ResponderEliminarehh, ehhh, yo tengo las monedas de Galicia, Pais Vasco, Cataluña y Madrid, si te interesan te las vendo.
ResponderEliminarQue tío suertudo eres.
ResponderEliminarYo la verdad es que dejé la colección con los 12 paises originales. Y aún me falta la moneda de 1 ctm griego, porque nadie que haya ido a Grecia hace poco se ha acordado de traermela.
(Si, va por ti Chuchi, no te hagas el despistado).
Despues de esto, y con la nueva entrada de paises he desistido de coleccionar. Mi casa está suficientemente llena de trastos como para meter más.
Eso si, si como te ha pasado a ti, alguna llega a mis manos, sin buscarla, está claro que dejará de estar en circulación para engrosar mi colección.
Así me gusta, sacando de la circulación monedas, si todos los europeos hisiesen eso serían 1255064826 € parados, dicho de otra forma, 1255 millones de euros por el coleccionismo.
ResponderEliminarP.D: Me ha llevado su tiempo porque no encontraba el dato de población de la eurozona y he tenido que sumar uno por uno...
Por cierto, y no tiene nada que ver con el post, al final merece la pena el aparatito conocido como Sony Reader? Es que una compi se va a Nueva York, es por encargárselo, o no. Me fio de tu criterio.
ResponderEliminarEste finde te veo?
Bueno Jesus, no te quejaras, estos ultimos dias te he comentado todos los post (y leido, que conste, cada ladrillo junto con todos sus comentarios) aunque haya sido con algun dia de retraso.
ResponderEliminarAh, que me acabo de acordar, mira que si no os lo cuento (para que lo sepais todos), que cabeza la mia... Que acabo de terminar las oposiciones!!
Para el lunes 14 estaran las notas.
Para la Bloggera Fantástica.
ResponderEliminarSí voy a estar en Benavente este fin de semana.
En cuanto al Sony Reader. Es bueno para leer novelas y relatos cortos en .txt o .doc. Pero falla bastante por el tamaño de la pantalla cuando se tratan de .pdf de revistas y manuales.