No quería dejar de hacer referencia a la noticia del día, la muerte del archienemigo de los Estados Unidos, Osama Bin Laden. Como si se tratase de una especie de conspiración cinematográfica se van conociendo poco a poco los hechos que rodean a tan insigne evento, desde la fulminante intervención de los Seals a la forma en que se enterró (mejor dicho, sumergió) el cuerpo del difunto.
Ahora bien, sin querer agraviar a ninguno de los familiares de las víctimas de los atentados perpetrados bajo las órdenes de Bin Laden, no puedo dejar de mostrar mi asombro ante el despliegue de felicitaciones provenientes de la mayoría de medios de comunicación y gobiernos occidentales. Hasta donde puede llegar la hipocresía de todos ellos. Acaso el simple asesinato a sangre fría (según van llegando las informaciones sobre la descripción del recinto, el planteamiento de la operación y la velocidad de ejecución de ésta es poco creíble lo de que quisieran capturarlo vivo) ha entrado a formar parte de nuestra supuesta cultura democrática. Desde el punto de vista del norteamericano medio, acostumbrado y defensor de la pena de muerte, es fácil comprender que se pueda ordenar a un grupo de soldados la ejecución sumaria del líder terrorista que los ha atemorizado durante los últimos diez años. Pero desde el mío, un español de a pie, es simplemente inconcebible. Es una cuestión de principios. No puedo horrorizarme una semana antes por las condiciones inhumanas e ilegales de Guantánamo y hoy congratularme por una ejecución obtenida a partir de éstas.
Puede que todo el mundo se haya vuelto esquizofrénico y yo no haya recibido la debida actualización en mi cabeza. No veo la forma de casar las condenas a las ejecuciones mediante misiles de los israelís, los juicios sumarios chinos o las purgas de los señores de la guerra africanos con el proceder de los Estados Unidos en los últimos 10 años. El todo está justificado de la administración Bush ha sido estruendosamente confirmado por la ya etérea administración Obama (poco o nada queda de lo que prometió en las elecciones para llegar a la presidencia), que se dedica a pregonar las agallas que tiene su jefe.
Y ahora me pregunto: ¿Todo esa estructura de garantías legales de la que nos vanagloriamos en Occidente y que saltó por los aires el 11 de septiembre de 2001 volverá? Lo dudo mucho. Ahora simplemente tendremos que enfrentarnos a un continuo vaivén del límite entre lo legal y lo ilegal que será plasmado en preguntas como la siguiente: ¿Cuántos muertos tienes que tener sobre tus espaldas para carecer de los más mínimos derechos legales? Aunque siendo un poco más cruel, ¿de qué nacionalidad tienen que ser estos?
En fin, sólo me queda decir (dejando a parte la futura película mostrándonos los entresijos de toda la operación): "bienvenidos al siglo XXI en el cual nos ha tocado vivir".
IN MEMORIAN: OSAMA BIN LADEN
ResponderEliminarUsāma bin Muhammad bin `Awad bin Lādin (en árabe: أسامة بن محمد بن عوض بن لادن, ʾUsāmah bin Muḥammad bin ʿAwaḍ bin Lādin, Riad, Arabia Saudita, 10 de marzo de 19571 - Abbottabad, Pakistán, 1 de mayo de 20115 4 ), conocido como Usama bin Ladin u Osama bin Laden (أسامة بن لادن), fue un terrorista yihadista, miembro de la familia bin Laden y conocido mundialmente por ser el fundador de la red terrorista Al Qaeda.1
Según confesión y reivindicación del mismo bin Laden 6 7 8 , fue el responsable de numerosos ataques terroristas contra los Estados Unidos y otras potencias occidentales, incluyendo los ataques a las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania el 7 de agosto de 1998.2 , los ataques del 11 de septiembre del 2001 al World Trade Center y al Pentágono en las proximidades de Washington, DC. Estos extremos no han podido ser juzgados, por lo que la autoría de estos atentados no está confirmada por el FBI.9
Por mucho tiempo parte de la opinión pública internacional afirmó la posibilidad de que Osama bin Laden pudiese llevar varios años fallecido,10 algo que fue claramente desmentido por el grupo terrorista Al-Qaeda a través de Aymán al-Zawahirí, 2º jefe al mando de la organización, en una entrevista emitida por la cadena televisiva Al Jazeera.11 12 También fue desmentida su muerte por parte de la CIA, más específicamente por su director Michael Vincent Hayden, quien dijo que Bin Laden seguía vivo pero aislado.13 14 También se ha señalado que su figura se ha mitificado en Europa y Estados Unidos como cabeza absoluta de Al Qaeda, simplificando la estructura descentralizada de la organización.15
Había una recompensa por Osama Bin Laden de 50.000.000 de dólares.16 17 Adicionalmente se entregarían otros 2.000.000 de dólares a través de un programa establecido por la Asociación de Pilotos de Aerolíneas y la Asociación del Transporte Aéreo.2
El 1 de mayo de 2011, el presidente de Estados Unidos Barack Obama anunció de manera oficial la muerte del líder de Al-Qaeda, tras un operativo militar realizado por comandos estadounidenses en una residencia en las afueras de Abbottabad, Pakistán.18
Un "error" de blogger a eliminado mi comentario original. No tengo ganas de reproducirlo, supongo que era demasiado largo...
ResponderEliminarEn todo caso, cazando el monstruo nos estamos convirtiendo en monstruos.
Era Bin laden, vale, pero no hubieramos sido un ejemplo para la historia si lo hbieramos juzgado en un tribunal internacional por crimenes contra la humanidad.
Creo que hoy todos llevamos una mochila dentro de un tren...
Esta es una de las historias más patéticas y rocambolescas que haya montado un presidente norteamericano para volver a recuperar su popularidad.
ResponderEliminarEs como el cine, ya no se curran ni las excusas. Pero vamos lo de tirarlo al mar con Bob Esponja rebasa ya la inteligencia humana.
Mi teoría es que como estaban faltos de ideas los guionistas de Hollywood han querido incentivarles un poco.
Estoy "tranquilo" sin Osama y con Obama repartiendo SU justicia divina, el mundo es un lugar mucho más seguro.
ResponderEliminarAlguien se acuerda de Japón, Haití, Libia,...
Ha sido un error ejecutar a Bin Laden.
ResponderEliminarSi lo hubiesen detenido y estuviera esperando juicio, ahora Al Qaeda estaría amenazando con la ferocidad de sus abogados en vez de con un baño de sangre.
Una ocasión perdida para cambiar el mundo.