Cifras mareantes

Hasta el momento "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas" (2011) era la película más cara de la historia del cine con sus mareantes, valga la redundancia, 378,5 millones de dólares. Pero eran otros tiempos, en la actualidad, después de que los grandes estudios hubiesen pisado un poco el freno las megaproducciones suelen rondar los 200-250 millones de dólares. La política de compras (LucasFilms, PIXAR y MARVEL) de Bob Iger, CEO de Disney, promete llevar a un nuevo nivel la competición.

Jaleado por los números del año pasado donde sus cinco películas franquicia se han acercado o superado los mil millones de recaudación (de entrada han sido las cinco primeras películas en taquilla en Estados Unidos): "Capitán América: Civil War" (2016) (de la que se lleva una parte Sony), "Buscando a Dory" (2016), "Zootrópolis" (2016), "El libro de la selva" (2016) y "Rogue One: Una historia de Star Wars" (2016); ha decidido ahondar en el modelo que le ha llevado a controlar el 25% de la taquilla norteamericana. Se gastará en las dos próximas películas de Los Vengadores la friolera de 1000 millones de dólares. Esto dobla por el momento todo lo que han hecho sus competidores (y lo que probablemente estén dispuestos a gastar) y las coloca por primera vez en la situación de tener de convertirse en película milmillonarias para que salgan las cuentas. Una apuesta arriesgada. Se nota que ya no le tiembla la mano aunque haya tenido fallos clamorosos también el año pasado como: "La hora decisiva" (2016)" y "Alicia a través del espejo" (2016); que le han supuesto unas pérdidas de 150 millones de dólares y que en otros tiempos hubiesen asustado a propios y extraños.

Es una marcha hacia delante que dudo que otros estudios puedan seguir, el espejismo de Paramount encabezando la taquilla con su increíble 2015 fue eso, un simple espejismo.

En fin, "si esto no son los primeros síntomas de un gigante con pies de barro, que venga alguien a desdecírmelo".