Cuesta creer lo que ha cambiado el panorama en las últimas horas. Si ayer hacía hincapié en la incapacidad de la oposición para doblegar a Mariano Rajoy, ahora, como si de una película norteamericana se tratase, todo depende de dos discursos: el primero de Pedro Sánchez por la mañana y el segundo de Aitor Esteban por la tarde. En medio tendremos infinidad de llamadas telefónicas, acusaciones de toda índole, chantajes nada velados, encuestas interesadas, el puesto de mi Consejero de Educación, hackers catalanes y una Rosalía en prisión que puede hacer activar el botón nuclear de Bárcenas al fin. Demasiados frentes al mismo tiempo que solo podrían ser narrados con maestría por Aaron Sorkin. En fin, "lo que parecía una interminable película de Béla Tarr (ya llevamos 6 años y 190 días al pie del cañón) puede acabar abruptamente en unas esmirriadas y frenéticas 36 horas. Ver para creer".
Este blog no pretende ser más que un compendio de mis pasiones:
el cine, las series (especialmente las de ciencia ficción), la literatura,
la política, los deportes, las cartas, mi trabajo y la plática con mis amigos.
El PNV lo echará a cara o cruz antes de votar. Hagan lo que hagan les van a llover ostias.
ResponderEliminarTienen unos presupuestos que aprobar tambien
EliminarEndiablada aritmética parlamentaria. Sin el PNV solo hay 175 escaños. Curioso el sumidero de votos de IU en su suma a podemos... Quizá un solo parlamentario más tendría la llave, si hubieran huido de la absorción confusa y fagocitante...
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