Kiefer Sutherland siempre ha sido un actor bastantes mediocre desde el punto cinematográfico, con una elección cuando menos penosa de proyectos salvo tal vez por su participación en "Twin Peaks: Fuego camina conmigo" (1992), de donde debió sacar el gustillo por las resurrecciones de proyectos televisivos. Ya fue asombroso que consiguiese cuatro años después de la cancelación de 24 que se rodase otra costosa temporada.
Pero ahora ha rozado el rizo alargando su presidencia ficticia en Designated Survivor gracias al salvamento de Netflix, un hecho cuando menos inaudito si tenemos en cuenta que últimamente la plataforma de streaming ha abandonado este proceder en la búsqueda de producir sus propios contenidos. Al parecer han sido cuatro meses de intensas negociaciones que tenían como único escollo resolver el galimatías de derechos de emisión cruzados entre la ABC (propiedad de Disney), Hulu (propiedad por el momento de Disney, FOX, NBC y Warner Bros), la canadiense Entertainment One y la propia Netflix.
En fin, "tal vez cuando Designated Survivor sea cancelado sería curioso que realizasen una miniserie sobre como fueron tales negociaciones. Si esta serie ya es surrealista tanto en su planteamiento como en su desarrollo, su gestión de derechos debe estar más allá de lo concebible".
Ya tiene Trump en quien inspirarse para resurgir de las cenizas.
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