El nuevo mundo

Nos encontramos en lo que parece un momento crucial de la Historia. Es un poco osado por mi parte calificarlo de esa forma dado que ese término es más apropiado utilizarlo en un análisis que debería producirse dentro de unos cincuenta años, cuando los historiadores no hayan tenido un contacto directo con los hechos que se están produciendo. Pero la gran ventaja de tener un blog cuyo nombre es "Ucronía latente" es que puedo lanzar cualquier teoría que entre dentro su amplio significado.

Basta con analizar las noticias de los periódicos (o mejor dicho los portales de noticias de Internet) para darnos cuenta de que estamos viviendo en un momento histórico crucial que afecta a la Humanidad en todos los campos importantes del análisis histórico (y quiero resaltar que soy un profano en la materia y utilizo mis conocimientos adquiridos mediante el Bachillerato y la lectura).

En el campo económico se están modificando los patrones que definían el capitalismo que triunfó a la Guerra Fría gracias a la creciente crisis económica. La desconfianza creada en los diferentes agentes económicos está obligando a los gobiernos a tomar cartas en el asunto. Hace un par de años la palabra nacionalización era una aberración heredada de las dictaduras y los gobiernos socialdemócratas surgidos después de La Segunda Guerra Mundial. Ahora con otro nombre, fondo de salvamento, aparece con fuerza dado que los políticos no pueden asumir una creación masiva de parados como consecuencia de una crisis crediticia producto de la avaricia de los bancos. Dentro de unos pocos años nos daremos cuenta de que estos planes para salvar empresas y bancos tendrán un resultado muy curioso: los poderes públicos serán los patronos tanto de funcionarios como de empleados del sector servicios (bancos, seguros, etc.) y del sector industrial (automóviles, aviones, astilleros, etc.). Vuelve el estado paternalista en su forma más pura.

En el campo geopolítico nos acercamos a una nueva realidad donde la potencia hegemónica de la segunda mitad del siglo pasado, Estados Unidos, está dejando paso conscientemente a un mundo multipolar con diversas zonas de desarrollo e inconscientemente al nacimiento de una nueva potencia dominadora del mundo, China. Qué pasará, el tiempo lo dirá.

En el campo social se imponen nuevas realidades imposibles de concebir en el siglo pasado: matrimonio homosexual, eutanasia, clonación, etc. Éstas sumadas a la aparición de lo que voy a denominar la Generación A (algo de lo que todavía no se está hablando en los medios de comunicación), marcarán el devenir del comportamiento social en este siglo. ¿Qué es la Generación A? La primera generación de la que oímos hablar fue la Generación X. Ésta fue fácilmente asumida por los medios publicitarios y estamentos políticos, siendo diluida sin problemas con el paso del tiempo. Como reacción a ésta apareció una nueva generación contestataria cercana a los dogmas del Mayo del 68, que se implicó con facilidad en la lucha contra la pobreza y la injusticia de la globalización (yo soy uno de esos pocos que se encuentra a medio camino entre las dos, cosas de la edad). Suele ser su mayor símbolo sus pobres sueldos, ya que en su mayor parte son mileuristas, y actualmente estamos viendo sus últimos estertores en las revueltas de Grecia. Pero lo más preocupante es la próxima generación, que ya estamos sufriendo en los institutos, cuyo elemento común es la apatía y la falta de valores. Ésta es la futura Generación A, que debería preocuparnos a todos nosotros por los riesgos que conlleva su comportamiento, más cercanos a la masa deseada por los políticos, la masa apolítica.

En cuanto al campo tecnológico nos espera una denodada lucha contra el Cambio Climático superada la lucha contra el agujero de la capa de ozono. Además del surgimiento de los materiales nanotecnológicos, curas basadas en células madre, vacuna contra el SIDA, las energías alternativas, ubicuidad informática, aumento de la presencia de robots, reinicio de la carrera espacial, etc.

Y por último en el campo cultural, la latente minorización de las artes fagocitadas por la plataforma que estoy utilizando para escribir este artículo, Internet. La interactividad eliminará con facilidad el teatro y el cine (el cine 3D es el último coletazo de una industria demasiado pesada para evolucionar, las mejores producciones se encuentran actualmente en la televisión) y el desinterés por el resto de las artes por parte de la Generación A es ya patente. Comienza el reinado de los videoclips, las plataformas sociales y los videojuegos. Además los viejos medios de comunicación empiezan a caer por su propio peso al no poder adaptarse a la inmediatez de información solicitada por el gran público.

En fin, después de esta larga y dura crisis con la que nos estamos enfrentando, nos encontraremos en la próxima década con un nuevo mundo que nada tiene que ver con el viejo mundo al que estamos habituados. Mi esperanza radica en que todos sepamos adaptarnos con facilidad a esta nueva realidad, "no sea que nos convirtamos en unos viejos atrasados con treinta años de edad y cincuenta años por delante para añorar el viejo mundo".