Secuencias favoritas (10): Los intocables de Elliot Ness

Brian de Palma siempre ha sido un director excesivo en el uso de la cámara y de la referencia cinematográfica. Apaleado y aplaudido por la crítica a partes iguales, siempre ha sido capaz de dar un sello personal a todas sus producciones. La secuencia que hoy nos ocupa es una de mis favoritas a raíz de que en principio (si mi memoria audiovisual no falla) es original y no un simple homenaje (o plagio) a otra película.

Dentro de la infravalorada "Los intocables de Elliot Ness" (1987), resaltan varias secuencias en particular, verdaderos ejercicios de prodigio técnico y narrativo: la famosa del carrito del niño (obvia referencia a "El acorazado Potemkin" (1925)), la del bate de béisbol con un sobreactuado Robert De Niro, la bomba en la cafetería, etc. Pero la que más brilla por encima de todas es la del asesinato de Jim Malone (a la postre le valió un Oscar a Sean Connery).

La genial planificación de cámara de esta secuencia supongo que se la debemos a Brian de Palma, con esa genial transición de grúa a cámara en mano en primera persona, además del montaje paralelo final con una ópera (muy de Coppola, vilipendiado por la crítica últimamente por su "Tetro" (2009)). Pero lo mejor de la secuencia es su planteamiento narrativo, que obviamente descansa en la siempre fina escritura de David Mamet. Si a todo esto le añadimos la genial banda sonora de Ennio Morricone, nos queda, al igual que una receta de cocina, la siguiente maravilla:



En fin, como siempre he dicho, "la excelencia se obtiene cuando se reúne a los mejores en el plató correcto".