Sabotaje

Esa es la palabra que resuena de nuevo por las calles de Benavente. Todo ello gracias a una información veraz emitida en el informativo provincial de la Cadena SER a las 14:25 de hoy. Bueno, veraz a medias, ya que hace referencia a una piscina olímpica que se encuentra en las Piscinas municipales de Benavente. Perdón, ¿qué piscina olímpica? ¿La de los Mundiales de natación de los pitufos?

Bueno dejando de lado la discusión de tamaños, qué no va a ninguna parte como puedes apreciar en la fotografía adjunta. El supuesto sabotaje ha consistido en el vaciado de una de las piscinas (cabe suponer que la cubierta, con sus terribles 25 metros de longitud).

Obviamente este hecho ha sido realizado con la mayor de las nocturnidades (es impensable llevarlo a cabo durante las masificadas horas del día) y demuestra la inquina del malhechor hacia las gentes de esta ciudad y colonias adyacentes (me encantaría conocerle para compartir con él una cerveza, tiene el toque de humor negro necesario para hacerle ser una persona interesante).

Bueno, la agresión tiene una desagradable consecuencia dados los días de bochorno estival que estamos disfrutando (me encanta la bajada de temperaturas que preveían los meteorólogos, sí ya decía yo que no era bueno que estudiasen Física del aire los más inútiles de la facultad), la razón de ello estriba en que el gran volumen de la piscina olímpica benaventana (me meo de risa) se tardará en llenar 3 largos días. Sí, todo el fin de semana. La verdad es que a quien le harán de verdad la puñeta será a mi mismo, porque la mayoría de la gente se planteará hacer un sacrificio económico y vendrán a la privada, con su pequeña piscina de 33 metros de largo, para incordiarme en mi sesión maratoniana de natación.

Pero detengámonos a estudiar un poco más el caso. Es el segundo sabotaje que sufre la ciudad los últimos años, no olvidemos lo de la maroma del Toro Enmaromado (ver artículo: "CSI civil o más bien rural"). Veo cuatro diferentes posibilidades:

• La primera es que dado que sólo se ha vaciado una piscina, nos enfrentamos a un error humano no reconocido por un empleado municipal y tapado como siempre con la clásica teoría de la conspiración contra los benaventanos.
• La segunda consistiría en una bromazo de muy señor mío por parte de algún graciosete que se querría vengar de las últimas detenciones acaecidas a consecuencia del botellón.
• La tercera, mi favorita, es que nos enfrentamos a una confabulación de benaventanos resentidos con la ciudad (su rasgo distintivo sería la carencia del famoso RH benaventano) y que tratan por todos los medios posibles de aguar la vida placentera que se lleva en este bastión la forma de vivir leonesa, perdón, zamorana (últimamente estoy bastante confuso con nuestra pertenencia a esta graciosa provincia, tendrá algo que ver con la confusión de los medios de comunicación veraces).
• La cuarta, la preferida de CD1a, el fantasma de uno de los Condes de Benavente estaba sediento y decidió darse un buen trago.

En fin, como siempre, "espero escuchar teoría mucho más peregrinas de boca de mis conciudadanos en las próximas horas, porque en el fondo nos encantan las conspiraciones, y si se necesitan árboles genealógicos para desentrañarlas, mejor que mejor".