En más de una ocasión he dicho en este blog que la solución para la piratería en España es la asunción del modelo audiovisual norteamericano, donde servicios como Netflix o Hulu triunfan generando ganancias a las productoras y sin ser demasiado onerosos para el usuario.
El problema que se encuentran estos servicios para desembarcar en Europa es la fragmentación legislativa. Podemos tener una moneda común pero cuando se entra en el farragoso mundo de las descargas, aunque sean legales, cada país va por su cuenta. Por ejemplo en Francia se deben esperar hasta tres años para que una película pueda ser emitida mediante streaming desde su estreno en salas comerciales (una de esas reminiscencias de su ley de protección cultural) y en Inglaterra la todapoderosa BBC tiene las manos atadas en cuanto que su ley de financiación a través del impuesto directo le impide revender sus contenidos o financiarlos con publicidad. Lo mismo pasa con el producto estrella europeo, el Spotify (que tiene aún cerradas las puertas estadounidenses), que se sólo funciona en aquellos países que la legislación permite.
Así que hasta que la Vice-presidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroes, sea capaz de pergeñar una directiva que satisfaga a todos. Algo harto difícil teniendo en cuenta que su referencia es la denostada Ley Sinde (aunque yo soy uno de los pocos que la apoya en el mundo digital, por las ventajas tiene para el usuario de a pie). Los diferentes operadores tendrán que planificar su expansión como si de una partida de Risk se tratase. Los primeros en moverse han sido Apple con su iTunes Macht (que sigue sonando a broma) y Netflix, ya que el mercado norteamericano se va quedando cada vez más pequeño.
Bueno, por una de esas estupideces de la vida los que conquistamos América fuimos los españoles, transmitiendo dos elementos básicos: el idioma y el catolicismo (sinónimo aunque nos pese de procreación desenfrenada). Si a esto le sumamos la creciente influencia de la comunidad hispana en los propios Estados Unidos (gracias a esa procreación desenfrenada y la constante inmigración) y el crecimiento de las economías latinoamericanas en un mundo completamente estancado. La llave de lo que hoy se ha conocido a través del diario Le Figaro (que no está influido ni por la SGAE ni por la Asociación de Internautas) tiene cierto sentido. Netflix parece que va a expandir su modelo primero a Latinoamérica durante este otoño y con lo aprendido allí intentará introducirse en Europa a través de España a comienzos de 2012. Sí, has leído bien, primero España y después el resto de pesos pesados (Francia, Alemania, etc). Es obvio que ha influido en esta decisión el poder acceder a contenidos en español para incrementar más su mercado norteamericano. Aunque también sospecho que por casualidades de la vida es más fácil para un operador como Netflix tratar con una entidad privada gestora universal de facto de todos los derechos, nuestra querida SGAE, que verse inmersa en una batalla de lobys en cualquier cámara legislativa del resto de Europa.
En fin, "con un poco de suerte y contra todo pronóstico podríamos encontrarnos dentro de seis meses con lo mejor de ambos lados del charco, por un lado el streaming musical de Spotify y por otro la legalización musical de Apple y la extensa biblioteca audiovisual de Netflix por unos pocos euros al mes. Algo increíble teniendo en cuenta que hasta hace poco estábamos señalados como el país más pirata del planeta, un verdadero erial para todas las productoras".
Vaya, vaya... Todavía me acuerdo de esto: http://ucronialatente.blogspot.com/2011/03/un-cambio-de-modelo.html
ResponderEliminarInteresante tu análisis sobre la SGAE facilitando el camino. Normalmente te refutaría diciendo que en EEUU el servicio funciona con muchas y diversas productoras. Pero sí puede ser que, en Europa, negociar con productoras una a una sea especialmente difícil.
Sobre todo si son como las editoriales.
Me explico: como por cosas de la vida tengo una cuenta de banco domiciliada en EEUU, puedo acceder a los servicios digitales de ese país. Así que estoy acostumbrado a usar Amazon para comprar mis libros electrónicos (me he acostumbrado a leer en el iPad). Por cosas de la vida, me encontré interesado en una serie de fantasía de origen Polaco, y aunque leer en Inglés no me molesta, en EEUU las traducciones de obras que no sean consideradas de calibre artístico dejan mucho que desear normalmente, así que decidir buscar los libros en español. Cualquier formato me vale para el iPad, así que pienso que no va a haber problemas...
Tres horas y unas 40 búsquedas de Google después me encuentro con miles de enlaces piratas para descargar los libros, y la certeza de que no están publicados en formato electrónico en español. Como no me gusta piratear, decidí no leer los libros hasta que los pueda conseguir legalmente.
Ojo, que no me estoy quejando sólo de que los libros no estén editados digitalmente en español. 5 resultados de Google de los más altos eran enlaces a foros donde gente como yo preguntaba donde conseguirlos, y por supuesto eran seguidos de comentarios de gente que se descojonaba ante la idea de comprar un libro electrónico. Si una editorial no es capaz de ver la demanda o de asegurar los derechos, es una pena, pero todo llegará.
De lo que me quejo es de la incapacidad de las editoriales en entender que se necesita un portal común que aglutine toda la oferta, o simplemente el modelo digital no va a funcionar. Si tardo 3 horas en comprobar que no están editados, mucha gente va a desistir y descargarse las copias pirata, que vale que no deberían estar disponibles de forma tan sencilla, pero ese no es el problema.
El problema es que de tanto querer pisar a los demás ofreciendo una tienda digital de sus propios contenidos y nada más. yo compro en Amazon porque tienen prácticamente todo el catálogo digital en inglés. No porque sea más barato, no porque me guste más su sistema de DRM (todo lo contrario) sino porque es conveniente.
Esta incapacidad de colaborar para el bien común es lo que parece que las distribuidoras españolas han conseguido superar (la SGAE gestionará los derechos, pero las productoras probablemente no habrán cedido a la entidad capacidad de decisión sobre concesión de derechos de streaming. Recuerda que la SGAE gestiona la recaudación, principalmente, no cede los derechos, eso son las productoras. Aunque es muy posible que, como dices tú, en este caso la existencia de la entidad haya ayudado un poco a enfocar las discusiones y a establecer royalties equitativos).
A ver si se aplican las editoriales o en un par de años los libros se van a piratear más que las películas...
Hala que chuli, cuantas palabras en negrita
ResponderEliminarUn par de años para los libros!!!
ResponderEliminarwww.quedelibros.com... Tiene algo mas de un par de años.
El problema Juan, y eso daria pa mucho y sin unas cervezas delante es complicado (cuando será la proxima vez sigh!), es un cambio de paradigma, no de modelo.
Sin embargo nos enfrentamos a la ostentación de la propiedad de la cultura, dentro de la brecha mercado/ejercicio creador, consecuencia de la mercantilización del mercado sacrosantamente vendida desde USA y amparada tímidamente por la siempre ecuanime (aunque fracturada) Europa.
En la edad media, los monasterios ostentaban el control absoluto de la cultura y su distribución, sin embargo en el siglo XV se inventó la imprenta, lo que revolucionó el modelo de distribución de la cultura. Paulatinamente los monasterios fueron perdiendo capacidad de control de la cultura, verbigracia, los primeros libros impresos eran BIBLIAS!!! Hoy un monasterio es algo que sobrevive casi gracias a la caridad o si tiene éxito es porque ha rentabilidazo otros formanos de explotación.
Hoy en día sucede mas o menos lo mismo, las grandes distribuidoras, productoras etc etc, han perdido el control sobre la distribución de la cultura (si, una cancion de shakira es cultura). Es una revolución imparable, y los modelos de distribución digital llegan tarde y mal... En plena crisis económica, donde la falta de ética de los poderosos nos arrastra a todos, es parca la contención de disfrutar de un contenido cultural que te enriquece personalmente, solo por no piratear...
Suerte Juan que no tienes hipoteca y te han pirateado la vida!!
Bien. Pena lo de la cerveza, pero aún no se pueden piratear las bebidas alcoholicas,
ResponderEliminarPrimero, esto no es un ataque contra tu opinión (que tampoco tengo tan clara cual es, arriba veo más un análisis de la situación que una opinión ética), sino una serie de argumentos que me surgen al leer lo que escribes.
El problema con argumentos de este tipo, los que hablan de cambios de "paradigma", (no digo que el tuyo los tenga, no entras tan en profundidad) es que tienden a equiparar distribución y producción. El cambio de paradigma realmente sólo existe en la distribución, la producción, hasta que no tengamos sistemas expertos que escriban por si solos, no ha cambiado mucho. Escribas a mano o a ordenador (por poner el ejemplo de los libros) aún estás hablando de miles de horas en mano de obra (por el autor, a lo que hay que sumar, editores, maquetadores, correctores, etc... que seguirán existiendo el el entorno digital)...
La producción de cultura, por desgracia, es enormemente costosa, a no ser que se ignoren los costes de mano de obra. Que se considere que el trabajo de un autor, antes de demostrar su calidad, no vale nada. El paradigma cambiará, pero ha de encontrarse una forma de remuneración a los trabajadores, y por desgracia dicha remuneración debe de ser previa en su mayoría, no basta con donaciones voluntarias a posteriori por gente que haya disfrutado la obra -principal propuesta de los defensores de estos nuevos paradigmas que se cae por su propio peso-. Aunque un autor puede que esté dispuesto a no cobrar por adelantado y hacerlo en proporcionalidad a la aceptación de su obra, no así un maquetador, o un director de fotografía, o un ingeniero de sonido que trabaja en un disco. La producción cultural requiere tanto de mano de obra "artística" como convencional. Para que exista una remuneración previa (para que un suficiente número de proyectos encuentren una financiación que permita que se lleven a cabo) se necesita, o bien un aparato industrial que financie proyectos de acuerdo a su proyectada rentabilidad comercial, o un sistema de subvención total por parte del estado (al uso de la antigua URSS).
Eso, o dejaremos la cultura precisamente donde no quieres que esté, en mano de los poderosos, o más bien de individuos que pertenezcan a un entorno social tan acomodado que puedan permitirse trabajar por amor al arte, y gastar de su propio bolsillo para pagar la mano de obra no "creativa" que el producto cultural requiera. Antes, la mayor parte de escritores eran aristócratas (los músicos tenían menos problemas para cobrar, y por tanto poder vivir de su producción cultural). Y ahora vamos encaminados más o menos a lo mismo, cultura creada por los ricos o por amateurs que muy raramente producirán cultura con algo de entidad. Entre los autores de todo tipo, existe el concepto de las 10.000 horas, o la cantidad de tiempo que le tienes que dedicar a un arte para comenzar a ser realmente bueno en él. Una cantidad de tiempo que es difícil ofrecer a algo si necesitas trabajar en otra cosa para vivir.
(continúa)
(continuado)
ResponderEliminarYo creo que estamos ante un cambio de paradigma, pero también creo que este cambio va en camino de acabar con la cultura. Puede hacer impracticable su producción precisamente porque hace demasiado fácil su consumo sin atender a los derechos de autor. Puede que haya a gente a la que esto no le parezca mal, pero mi actitud política está muy anclada en la izquierda clásica, y creo fervientemente que los trabajadores deben ser propietarios de aquello que produzcan, se dediquen a la producción cultural o a cualquier otra. La existencia física del producto no es relevante, pues el tiempo de trabajo de un obrero de construcción no tiene ni más ni menos existencia física que el de un músico, pero del primero no se oye hablar que debería trabajar gratis y sólo cobrar si el edificio en el que trabaja gusta a quién allí viva. No estamos hablando de pagar por la posesión de un producto (ese es el cambio de paradigma) pero sí por el trabajo que ha llevado a su elaboración.
El problema, y por lo que escribo estos largos comentarios, y por lo que me niego a piratear, es que, lo que observo por parte de aquellos que no entienden la piratería como algo inmoral, es un comportamiento puramente de capitalismo oportunista (obtener máximo beneficio propio, aprovecharse de quien no puede defender sus derechos) escudado bajo argumentos aparentemente progresistas, y formulados por individuos que en casi ningún caso contribuyen a la producción cultural.
Por poner un ejemplo, mi último corto, y soy, como sabes, defensor de los derechos de autor y el copyright, está licenciado bajo CC-NC-SA porque no tengo esperanzas de obtener beneficio económico con él. Ese corto, aparte de un gran desembolso económico, supuso mas de mil horas de trabajo por mi parte. Eso no quiere decir que no crea en la posesión de los derechos del autor sobre la obra, sino que en este caso concreto, decidí que está era la mejor forma de licenciarlo. Sin embargo son muy pocos los defensores de los "nuevos paradigmas de distribución" que he encontrado que jamás hayan ofrecido algún producto, que requiera una significativa mano de obra, al dominio público (que yo conozca personalmente, ninguno).
Lo importante es que la producción de cultura esté en manos de los autores, sí. Pero también que esos autores no pertenezcan solo a la clase social más alta que se puede dedicar a la creación pues no requiere trabajar. Garantizar lo primero sin garantizar lo segundo no hace más que llevarnos hacia atrás...
Mmmmm...
Vaya, ya he vuelto a escribir de más...
Jooo sin cerveja...
ResponderEliminarEstamos de acuerdo, en muchos puntos, pero no en lo enesencial (lo cual le da gustico a esto) pero la imprenta acabo con los monjes, no con los libros.
El cambio de paradigma en la distribucion (me encanta el apunte) causará una desgraciada desaparicion de la mecanica de producción. Sin embargo creo que identificar eso con cultura es un poco erroneo. La cultura, las manifestacionesa artísticas, son propias de la humanidad, no propias de como la humanidad progresa.
Frente a las dos alternativas que propones (o modelo actual o burgueses acomodados heinelianos), te invito a reflexionar sobre el mundo indie de los video juegos y su calidad en general, no estoy de acuerdo en la falta de entidad pero basicamente porque no entiendo la relación que planteas para el amateur.
Creo que el origen del problema es precisamente la existencia física o no del bien, y su copia fiel... Es el concepto de obra original estrechamente ligado a autor el que esta dinamitado de raiz.
Imagino/conozco tus esfuerzos en la creación y distribución y en los costoso que resulta seguir una profesion/vocacion como la tuya. Sin embargo creo que todo va a cambiar y soy optimista al respecto, los costes de produccion van a bajar y los artistas podran ver convertida su profesion en una más; osea nomore rockstars, si todos tuvieran los mismos recursos que tu no te resultaria tan caro, simplemente es una cuestion de mercado interno.
Respecto a la etica de la pirateria... Pirateria sí, jamas he creido en el techo de cristal de mis recursos economicos para enrriquecerme culturalmente o divertirme, lo siento pero es una conviccion firme. Si la cultura desaparece hoy, yo dispongo de material para 6 vidas...
Ese es el problema, que no está tan claro que los costes reproducción vayan a bajar tanto. Los medios de producción, entendidos en su acepción Marxista, sí son más asequibles, pero hay un suelo de mano de obra mínima necesaria, al que el mundo editorial, por ejemplo, ya se ha acercado. Me da igual que se escriba a mano o a ordenador, el escritor aún tiene que pensar y estructurar cientos de páginas, un proceso al que se le dedica un mínimo de seis meses (y esto está considerado rapidísimo) de trabajo a tiempo completo. 6000€ si se considera mileurista al autor, como mínimo. Por lo tanto, o se paga al autor por adelantado (para lo que necesita una industria) o el autor tiene que estar medianamente, o bastante, acomodado.
ResponderEliminarEl mundo indie de los videojuegos es, de hecho, un ejemplo perfecto. Dos de los juegos más exitosos de los últimos años (Braid y Worldwide of Goo) han tenido costes de desarrollo cercanos al medio millón de dólares, costeados por el autor en el primer caso y dos autores en el segundo. Y un tiempo de desarrollo de dos años durante los cuales los autores no pudieron ejercer ningún otro trabajo. No se puede llamar amateur a alguien que invierte un cuarto de millón y dos años de su tiempo en algo. De hecho, la imagen se acerca mucho a la del burgués acomodado. Salvo que en este caso el dinero que gastaron lo ganaron trabajando precisamente en la industria (y por tanto obteniendo una formación profesional). No es el ejemplo de amateurs, precisamente, ni el de costes de producción reducidos.
Respecto a la existencia física o no del bien. He ahí el problema. Es cierto que no existe en la cultura popular el concepto de obra original ligada al autor, pero sigue existiendo el de trabajo, tanto creativo como de mano de obra, ejercido por los autores que debe ser remunerado.
Y respecto al techo de cristal... Existen suficientes obras en el dominio público para enriquecerse culturalmente y divertirse durante, tal vez no seis, pero sí cinco vidas. Para eso existe el dominio público. Existe en derecho a la cultura y está respetado (y existen las bibliotecas públicas, al contrario que en otros países). No hay justificación moral para atentar contra el derecho de los autores. Determinada cultura ya es libre y la otra lo es por los canales habilitados para ello. No se piratea por necesidad moral, sino por mera pereza. Y la pereza no es justificación moral.
Ah, y recuerda que hay un tercer modelo. Subvención estatal total de la cultura por parte del estado. O sea, que el estado asuma el derecho a la cultura no solo en la distribución (bibliotecas) sino en la producción. Ya existe en Europa una subvención parcial, que por ley nunca supera el 50%, de casi todas las industrias culturales. No tengo tan claro que si se propusiese duplicar o triplicar dicha inversión, y a su vez hacer dichas obras gratuitas y libres, y que la gente pudiese ir al cine, al teatro y a los conciertos gratis, por ejemplo, fuese a haber tantísima oposición.
ResponderEliminarHmmm, me estaba encantando la disertación que os traeis por aquí, pero en cuanto sale la palabra "subvención", me empiezan a salir topos rojos por el cuerpo.
ResponderEliminarYo creo que la subvención es un eficaz atractor de parásitos, especuladores y jetas que termina por echar por tierra el nombre de quienes recurren a ellas de forma legítima.
La subvención es un recurso muy difícil de controlar, y tratándose de algo tan subjetivo como la producción cultural aún más. Debería garantizarse una seriedad y calidad mínima del trabajo subvencionado, y ¿cómo se evalúa eso en el ámbito cultural, máxime a priori, cuando aún no existe el producto subvencionado?
Al final pasa lo que pasa, y vivimos en el país perfecto de ejemplo. Ignoro si en el resto del mundo el clientelismo político del sector cultural es tan acusado como en este.
¿Por qué no plantear como alternativa a la subvención, la FINANCIACIÓN del estado? Mucha gente confunde ambos conceptos (muy habitual en mi sector, en el artificial debate de nucleares vs renovables, financiada la primera, subvencionada la segunda).
ResponderEliminarSi el mundo cultural necesita recursos económicos previos a la producción, se concede un crédito a interés cero, el autor se toma su tiempo para crear un producto de calidad, y con el retorno de su trabajo devuelve el crédito hasta el último céntimo.
Esto tiene la ventaja de que aleja a especuladores y exige al autor un mínimo de vocación y calidad. No basta con crear cualquier mierda a base de subvenciones para ser considerado un artista, algo que se critica con frecuencia al sector en España (no hago mía la crítica, soy un ignorante y ¿qué es mierda en este campo?)
Claro, volvemos al problema de que todo se viene abajo si el autor no cobra por su trabajo...
La pescadilla que se muerde la cola. La verdad que teneis una papeleta profesional cojonuda.
Entiendo el desasosiego que os debe causar el tema. Mi industria también va a desaparecer y me va a tocar reciclarme.
Creo que este es uno de los pocos blogs en todo internet en los que se puede tener conversaciones serias en torno a este tema... Bien.
ResponderEliminarRadioactivo-man. Tu análisis es bueno. La evaluación cualitativa en temas tan subjetivos es muy difícil. Y las subvenciones, aunque a veces son necesarias, siempre van a provocar corrupción.
Pero es que creo que me expliqué mal.
Dejemos de lado el tema de las subvenciones existentes, que da para largo y tendido, especialmente por el tema de las adjudicaciones (pues es cierto que se exige viabilidad comercial a los productos para acceder a las más significativas, y trayectoria de la empresa, así que tampoco se puede hacer cualquier cosa -otra cosa es el nepotismo, y eso es más difícil de tratar). Son necesarias tal y como está la industria (un parche con michos problemas, pero efectivo), pero toda esta discusión viene a decir que la industria tiene que cambiar, así que el modelo no sería aplicable.
Cuando hablo de subvención total del estado, no me estaba refiriendo a subvención, tienes razón, pero tampoco a financiación. A lo que me refiero es a NACIONALIZACIÓN de la cultura. La cultura en manos del estado, que la financia totalmente, pero en caso de no hacer beneficios no requiere pago de deudas, y si hiciese beneficios (a través de ventas al extranjero y medios de distribución privados, porque la idea sería rebajar los costes al espectador al máximo), se los quedaría el estado. Una empresa estatal de producción, con una voluntad de ser financialmente responsable. Ojo, no creo que sea el ideal (creo que la cultura está más tranquila sin estar atada a medios políticos), pero es uno de los modelos viables. En la URSS la producción cinematográfica daba beneficios.
Al menos tú tienes la gran ventaja de que energía siempre se va a necesitar (te puedes reciclar en algo relacionado con tu trabajo actual), mientras que no está tan claro que haya una demanda para nueva producción cultural que nos permita trabajar en campos afines (quiero creer que sí que la hay, pero es más optimismo que otra cosa).
En fin, por este mundillo, se entiende que va a ser imposible vivir de la producción cultural, así que la alternativa que muchos de nosotros vemos es convertirnos en funcionarios y en vez de parasitar, usar el sueldo del estado y nuestro amplio tiempo libre para producir y dar algo de vuelta. En el fondo es otra forma de subvencionar ;P
En serio, es lo que mucha gente se está planteando, incluso en EEUU, donde ya la mayoría de directores jóvenes se ganan la vida dando clases.
Que bueno que bueno!!! Me encanta los comentarios de este blog, el blog no tanto.
ResponderEliminarYo tambien abogo por una cultura nacionalizada, pero ojo, no nacionalizante, lo cual es tan utópico, que casi es distópico, pues vivimos dentro de un mundo mas orwelliano de lo que os gustaría; por tanto si, pero me aterra.
Insisto en un punto Juan, cuando aparecio el telar de vapor, miles, si no millones de personas se vieron arrojadas al paro, y la indistria de la hilanderia manual desapareció. Nos encontramos en un momento en que la distribución compite con el libre albedrio, y la no tan censurable politica de consumo mainstream compiten con algo de coste cero. Yo recuerdo ir al cine por 250 pelas, y recuero ir tres veces a la semana, cuando tenia muuuuuuuuchiiiiiiisimo menos poder adquisitivo que ahora mismo. La escalada de precios y la avaricia y ansia economica del sector empezo mucho antes que la piratería.
Mi respuesta es que yo estaria dispuesto a pagar no mas de 500$ al año por todo lo que pirateo hoy en día, que rondará entre películas, música libros y juegos en torno a los 5-6k $, eso significaría que mis pagos deberían de ir directos, pero directos al autor y la gente le le ayuda a crear la obra, y que el autor debería de currarse la distribución como pudiera/deberia, sin intermediarios (no puedo insistir lo suficiente en no more rockstars) no quiero productores que van en rolls, quiero cine de accion que me emocione y me de ganas de liarme a hostias.
Seguramente pocos tecnicos de fx o de iluminación o de sonido van el rolls, y pocos guionistas, y no demasiados directores. Juan mira hacia arriba que es donde te están jodiendo el negocio, cuando esto se acabe ellos irán al mercado de armas, o de blancas o la especulación con alimentos y tu arte a la porra; no mires hacia abajo que somos los que damos sentido a tu obra, los que estamos al otro lado del canal
Tienes parte de razón, pero...
ResponderEliminarEn un set de rodaje, los mejores sueldos son precisamente los de los currantes (jefe de foto, jefe de eléctricos, jefe de arte, sonidistas). Son los que tienen mejores coches con diferencia, puede que no tan buenos como los productores, pero casi. Los peores sueldos son los de director y guionista, pero se compensa con los derechos de autor.
Ten en cuenta que la mayoría de películas no recuperan el coste de producción. Tu dinero va a los inversores en su mayoría, pero eso es porque el resto de gente ya ha sido pagada y estos están endeudados. Recuerda que es una industria, y que el desembolso económico es previo a la distribución de la obra. Necesitas productores y necesitas inversores.
No defiendo el sistema de megacorporaciones presente en EEUU. Ahí si que se crea un mercantilismo excesivo de la cultura, pero tampoco creo que se esté hablando de un aumento de precios exagerado. Antes el cine costaría 250 pesetas (yo me acuerdo de 500) pero existe la inflación, y los aumentos de costes de producción (al resentirás el entramado industrial, resulta más caro cada producto - una pelo que hoy cuesta 20 millones antes costaba 5 porque los que en ella trabajaban cobraban menos porque había más trabajo).
Pero si lo que quieres es películas de acción que emocionen, me temo que vas a tener que esperar sentado. El cine más comercial es tan poco rentable que la calidad del producto es lo que menos importa, y encima, es más caro de hacer, así que a pocos creadores más o menos independientes verás meterse a ello. Con un poco de suerte los videojuegos madurarán rápido y en unos años podrás encontrar ahí las emociones que buscas.
Me temo que ya las encuentro allí...
ResponderEliminarEstemos o no de acuerdo, todos somos mejores hoy que ayer...
Por el camino hemos aprendido algo...
Y puede, solo puede que a mi me tiemble la mano la proxima vez que quiera bajarme algo...
Yo recuerdo el cine a 100 pesetas (incluso con ese dinero podías ver dos películas en la sesión doble del domingo a las 16:00 del desaparecido cine Florida) y no creo que sea mucho mayor que muchos de los que participan aquí. Tal vez tenga más memoria eso sí, que es de lo que adolece gran parte de este país cada vez que sucede algo.
ResponderEliminarDesde luego no creo que los costes de producir algo hayan aumentado proporcionalmente desde 0,60 € hace 25 años hasta los casi 8€ que pagué por ver mi última película hace unas semanas (y no era en 3D). Y decir que son los sueldos de los curritos los que han aumentado el producto, no se lo creé ni el Papa de Roma. Es la avaricia del dinero rápido y de considerar idiotas al resto del mundo.
Por no hablar del decrecimiento en la calidad del producto, porque desde luego si se pagara por calidad creo que en muchas películas deberían pagar a los osados que fueran a verlas.