¿Por qué no aprovechamos la oportunidad?

Esta mañana en una tertulia radiofónica escuche una propuesta interesante aunque como todo lo que ocurre en estas tertulias quedará en nada. Ya sabemos que la mayoría de éstas no tienen como motor el análisis sino simplemente cabrear a primera hora de la mañana al oyente. La propuesta en si suena a ridícula la primera vez que se oye: "deberíamos crear un Ministerio de Internet".

Obviamente el primer pensamiento que se le viene a la cabeza a cualquiera es que en semejante momento económico pretender crear otro ministerio es una simple temeridad. Quién quiere crear más burocracia cuando el estado está en franco retroceso, recortando poco a poco las ya lastimosas prebendas del moribundo del supuesto estado del bienestar donde vivimos. Pero pensándolo un poco, esta osada propuesta de un contertulio que nunca llegó a desarrollar más allá del chascarrillo de la importancia que tiene Internet en este siglo, se puede extraer una verdad más profunda. Voy a ver si soy capaz de darle un poco más de vidilla en este artículo.

Primero olvidemos lo del Ministerio de Internet, semejante esperpento no tiene cabida en un país que va en teoría hacia la integración europea (aunque ésta tenga tintes de fracasar, sigo siendo optimista al respecto), ya que cualquier función que éste tuviese estaría supeditada a lo que se ordenase desde Bruselas. En la administración duplicidad de funciones es sinónimo de ineficacia y gasto inútil. Pero quedémonos con lo que sería su ámbito de inversión y veamos si sería útil.

La razón de que España haya sufrido más que ningún otro país del mundo la reciente crisis económica es que basaba su modelo de crecimiento en la construcción. Es lo que se ha venido en llamar el estallido de la burbuja inmobiliaria. En ello está también la raíz de que no podamos salir hacia delante como hace el resto de países. Hay en la actualidad más inmuebles de los que pueden habitar todos los españoles. Así que tendremos que buscar las habas en otro lado. Y aquí radica el problema, los recursos clásicos: agricultura, industria pesada y turismo; ya no están en la carta. Ya no son posibles más reconversiones agrarias, nuestra mano de obra no es atractiva para la industria y el turismo está saturado. Además sufrimos un problema de sobreformación, la mayoría del último millón de personas que ha pasado a engrosar las listas del paro son licenciados (algunos ni han llegado a trabajar).

¿Qué solución han dado nuestros gobernantes a este problema? La de siempre, sean del signo que sean, tanto el PSOE a nivel nacional como el PP a nivel autonómico se han lanzado a realizar obra pública, ya sea en forma de aeropuertos sin aviones o trenes de alta velocidad que unen ciudades perdidas en la meseta con rentas per capita irrisorias. Volviendo a hacer oídos sordos a los economistas. Si hace diez años estos hablaban de los peligros de la burbuja inmobiliaria en la actualidad hablan del retroceso de la inversión en I+D. Por lo que cuesta llevar el AVE a Zamora se podría dar un impulso increíble a decenas de centros de investigación (bueno, mejor dicho primero crearlos y después darles impulso). Ya sé que lo que voy a decir va a sonar a demagogia barata, pero cuando Blair dijo que no nos daría un duro más para la PAC o para los Fondos de Cohesión nos estaba haciendo un favor.

El futuro de España no se encuentra ya en los viejos sectores. Es imposible que podamos competir en agricultura contra los países emergentes (te has molestado en mirar últimamente la procedencia de los productos que compras en los supermercados) o en industria pesada contra los países asiáticos. ¿Dónde está nuestro futuro? En invertir el poco dinero que nos queda en I+D y dar un salto hacia el futuro. Los sectores más boyantes de las dos próximas décadas serán los relacionados con:

• Las telecomunicaciones en su vertiente de software. Pues todavía se necesita curritos para escribir líneas de programación. De esto nos podría hablar largo y tendido El Meyer.
• La generación de contenidos audiovisuales para inundar Internet. Hablamos español, una de las lenguas francas de este siglo gracias al crecimiento de Latinoamérica. Sólo basta con ver la importancia que está adquiriendo este idioma en los proyectos de las grandes multinacionales norteamericanas. En este caso sería Francesco y Juan Raigada los que nos podrían dar una visión de lo que esto significa.
• La investigación biotecnológica. Tanto en su vertiente médica como en la creación de nuevos métodos para la gestión alimentaria.
• La robótica. La era de los robots se acerca a pasos agigantados y no tienen que ser todos diseñados en el país del Sol Naciente.
• La investigación en nuevos materiales. Todo el mundo quiere baterías eternas o cristales irrompibles.
• La eco-sostenibilidad. Nos volvemos cada vez más ecologistas según el aciago futuro que estamos creando a machas forzadas se acerca.
• La energías renovables. Donde por alguna extraña razón ya somos punteros, no desaprovechemos la oportunidad.

Y así podría seguir toda la noche.

¿Cuál es mi propuesta? Lanzarnos a todas ellas sin paracaídas, en alguna acertaremos. En vez de tratar de salvar pymes basadas en modelos de negocio del siglo diecinueve invirtamos ese dinero en pequeñas start-ups a fondo perdido. En vez de construir autovías para unir pueblos perdidos en la meseta dediquemos esa mano de obra a levantar bosques y tratemos de meternos en el negocio de los derechos de emisión. En vez de dedicar dinero a insulsos premios literarios sin sentido bequemos a los estudiantes más brillantes para que den rienda suelta a su creatividad (esta idea acabo de robársela a Juan Raigada, perdona que me haya apropiado de ella), es incompresible que llevemos 20 años con el programa ADO y no nos demos cuenta de que ese camino es el mismo a seguir en el resto de disciplinas. En el fondo tenemos algo que otros países necesitan imperiosamente, mano de obra de sobra formada, porque no aprovecharla aquí ahora.

En fin, como siempre me ha quedado un artículo extremadamente largo que casi nadie leerá completamente, "pero cómo puedo competir con las sesudas conversaciones de los Indignados sobre el modelo de democracia que queremos o con la denuncia de que las hijas de Zapatero son una góticas malcriadas".