Pues vaya día. Entre el surrealista discurso de política exterior de Donald Trump que se puede resumir en aislacionismo, realpolitik y militarismo, la insospechada y momentánea retirada de Jordi Hurtado de las pantallas de nuestro país y el primer evento deportivo al que asiste la princesa Leonor (con golazo de Saúl a lo Maradona incluido) me voy a quedar con el recién encontrado nuevo inquilino del Sistema Solar.
Podríamos pensar que después de asistir pasmados al despliegue de imágenes en alta definición del sistema plutoniano, la rehabilitación de Plutón podía estar cerca, más desde el punto sentimental que científico. Pero hoy, uno de los otros planetas enanos, esos compañeros esquivos que nadie recuerda nunca (y eso que tiene un nombre encantador, el de una deidad del pueblo Rapa Nui), Makemake, se ha descolgado con que tiene una pequeña luna girando a su alrededor que por el momento se ha nombrado como S/2015 (136472), aunque rápidamente ha sido apodada con el más sucinto MK 2. Ésta cuenta solo con unos 160 Km de diámetro, nada del otro mundo hasta que se compara con el del planeta enano alrededor del que gira que roza casi los 1400 Km de diámetro (ahí es nada).
De nuevo la riqueza y complejidad del Sistema Solar viene a recordarnos que sabemos muy poco de nuestro patio trasero por mucho que nos empeñemos en empezar a conquistar la estrellas.
Por cierto, que como es costumbre, también Elon Musk ha querido unirse a la fiesta comunicando su intención de lanzar una revisión de su cápsula Dragon llamada Red Dragon sin tripulación a Marte en 2018. Toda una locura teniendo en cuenta que aún no ha probado el Falcon Heavy, su nuevo cohete, que es necesario para acometer semejante empeño. Ahora bien, "si lo consigue, los planes de la NASA de ir a Marte en 2030 se meterían en un inmenso brete".
Mu pronto veo el 2018 para que llegue a Marte, lo raro es que no le ponga el nombre de Tesla al cohetito para hacerse publicidad.
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