Vigilante digital

Se ha hecho esperar, pero después de las ostentosas indicaciones dadas a los profesores encargados de cuidar las últimas pruebas de Selectividad, donde se hizo más hincapié en la vigilancia de las muñecas de los alumnos que en las características de las calculadoras de los estudiantes de ciencias, un servidor al final ha tenido que actuar como vigilante digital.

Hoy se celebraba la segunda jornada de las evaluaciones iniciales de la ESO en mi instituto y me he encontrado interrumpiendo la reunión de una de las juntas evaluadoras para informar a mis compañeros de que un alumno se había presentado en clase varios días con un smartwatch. Acto seguido, ante la incredulidad de alguno de ellos (el porcentaje de ellos me lo quedaré como estadística de consumo interno), he pasado a explicar como podría utilizarse para copiar en un examen.

En fin, "primera bola de partido superada. Pero si te digo la verdad, hace un par de años pensaba que lo primero que me encontraría serían las difuntas (y según los rumores dentro de pronto renacidas) Google Glass con el marrón añadido de que fuesen graduadas (a ver quien era el guapo que le decía a un alumno en esta situación que se las quitase), pero el desamor del mercado con respecto a estas lo evitó".