El esperpento sigue. Hemos asistido a un día de infarto donde ambas partes han demostrado que no están a la altura. Por un lado hemos tenido a un Puigdemont mudo que amaneció convencido de convocar unas elecciones y según han avanzado las horas ha girado completamente a una declaración de independencia con todas las de la ley. Y por otro, a un Senado teledirigido por Mariano Rajoy y Pedro Sánchez que ha convertido la durísima aplicación del artículo 155 en un ente maleable de aplicación gradual y variable según cambie el viento. Tal es el despropósito que Puigdemont se arriesga a perder la votación de mañana si hay rebelión entre sus filas (algo inconcebible hasta el momento) mientras Mariano Rajoy conseguirá en la votación del Senado el mejor resultado que ha obtenido un Presidente para un texto que ha resultado rebajado cuando no había necesidad alguna para ello (tenía la mayoría en el Senado). Si fuese un inversor extranjero ante semejante despropósito jamás me plantearía invertir en España un solo euro.
La único que nos queda es tomárnoslo con humor:
En fin, "van 5 años y 338 días de la Era Rajoy, ya histórica concluya como concluya. Siguiente capítulo mañana a mediodía".
Y hablando de capítulos, al menos este fin de semana estaré desconectado con cifi de la buena. La maravillosa The Orville, la increíble Stranger Things, y cada fin de semana una peli de Star Wars para llegar al gran estreno con todas vistas (nuevamente).
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