Ayer me levanté con un comentario de nuestro presidente del gobierno, que calificaba el actual momento como el mejor de la historia de nuestro país, deportivamente hablando. Tal vez tenga razón, pero estudiemos estas palabras con más profundidad.
Las palabras exactas de nuestro presidente fueron:
"Estamos en la Edad de Oro del deporte español y en Beijing hay que demostrarlo. Cada semana tenemos una alegría en una modalidad diferente".
En sí mismas encierran alguna falsa verdad. Los grandes momentos que constituyen la llamada Edad de Oro del deporte español: las victorias de Nadal en Roland Garros y Wimbledon, la Eurocopa de Fútbol, la victoria de Contador en el Giro de Italia, la victoria de Sastre en el Tour de Francia, el Campeonato del Mundo de Sincronizada de Gemma Mengual y el Subcampeonato de Europa de la selección de Baloncesto; no implican automáticamente medallas en esas especialidades.
Cualquier seguidor de Los Juegos Olímpicos, sabe que en la mayoría de las disciplinas, cuando llega el momento de la verdad, es como si se borrasen las estadísticas anteriores. Nadie mejor que Mengual para dar fe de lo que estoy diciendo, ya que con cuatro mundiales, no posee ninguna medalla olímpica. En cuanto al Fútbol, no estamos clasificados, ya que en realidad era ésta la selección era la que nos daba alegrías hace años en las selecciones sub, y nos clasificaba para tan digno evento. Si nos paramos en el Ciclismo, nos daremos cuenta, que el ciclista que tiene más posibilidades, es realmente Oscar Freire, y siempre que se llegue al sprint.
¿Dónde tenemos posibilidades? En el Baloncesto y en el Tenis, siempre que el último torneo que está jugando Nadal en estos momentos, en Cincinnati, no le pase factura al final cuando llegue a Pekin.
¿Realmente podemos esperar un aluvión de medallas, como en Barcelona 92? O estoy muy confundido, pero los actuales desastres del Balonmano y el Voleybol, pasarán factura. Además de no estar claro como influirá el clima en nuestros atletas. Y no olvidemos, que al igual que arrasamos en Barcelona 92 en disciplinas que nos eran extrañas gracias al programa ADO, los chinos pueden hacer tres cuartos de los mismo, teniendo en cuenta que ellos ya son una potencia deportiva.
De todas formas, disfrutaré como un niño, madrugando para ver estos nuevos Juegos Olímpicos, "aunque para mi sean en Pekín y para mi presidente en Beijing, cosas de la diplomacia."
"Estamos en la Edad de Oro del deporte español y en Beijing hay que demostrarlo. Cada semana tenemos una alegría en una modalidad diferente".
En sí mismas encierran alguna falsa verdad. Los grandes momentos que constituyen la llamada Edad de Oro del deporte español: las victorias de Nadal en Roland Garros y Wimbledon, la Eurocopa de Fútbol, la victoria de Contador en el Giro de Italia, la victoria de Sastre en el Tour de Francia, el Campeonato del Mundo de Sincronizada de Gemma Mengual y el Subcampeonato de Europa de la selección de Baloncesto; no implican automáticamente medallas en esas especialidades.
Cualquier seguidor de Los Juegos Olímpicos, sabe que en la mayoría de las disciplinas, cuando llega el momento de la verdad, es como si se borrasen las estadísticas anteriores. Nadie mejor que Mengual para dar fe de lo que estoy diciendo, ya que con cuatro mundiales, no posee ninguna medalla olímpica. En cuanto al Fútbol, no estamos clasificados, ya que en realidad era ésta la selección era la que nos daba alegrías hace años en las selecciones sub, y nos clasificaba para tan digno evento. Si nos paramos en el Ciclismo, nos daremos cuenta, que el ciclista que tiene más posibilidades, es realmente Oscar Freire, y siempre que se llegue al sprint.
¿Dónde tenemos posibilidades? En el Baloncesto y en el Tenis, siempre que el último torneo que está jugando Nadal en estos momentos, en Cincinnati, no le pase factura al final cuando llegue a Pekin.
¿Realmente podemos esperar un aluvión de medallas, como en Barcelona 92? O estoy muy confundido, pero los actuales desastres del Balonmano y el Voleybol, pasarán factura. Además de no estar claro como influirá el clima en nuestros atletas. Y no olvidemos, que al igual que arrasamos en Barcelona 92 en disciplinas que nos eran extrañas gracias al programa ADO, los chinos pueden hacer tres cuartos de los mismo, teniendo en cuenta que ellos ya son una potencia deportiva.
De todas formas, disfrutaré como un niño, madrugando para ver estos nuevos Juegos Olímpicos, "aunque para mi sean en Pekín y para mi presidente en Beijing, cosas de la diplomacia."