jueves, 24 de septiembre de 2009

Sesión de palomitas (33): Deseando amar

Dentro del cine, al igual que en la literatura, existen obras complejas que tienen diferentes lecturas a diferentes niveles. Son películas que son capaces de alimentar a todo tipo de públicos, desde los que se acercan inadvertidamente sin más pretensión que pasar un buen rato hasta los que la diseccionan repetidamente para poder entrever sus resquicios más ocultos. Puede parecer una película dura a primera vista, pero todavía no he conocido a nadie que le desagrade.

Deseando amar (2000)

Título original: In the Mood for Love
(Dut yeung nin wa)
Duración: 95 min
Director: Wong Kar-Wai
Guión: Wong Kar-Wai
Música: Michael Galasso
Fotografía: Christopher Doyle, Mark Li Ping-Bing
Reparto: Tony Leung, Maggie Cheung, Rebecca Pan, Liu Chum, Siu Ping-Lam, Chin Chi-Ang, Chan Man-Lui, Koo Kam-Wah, Yu Hsien, Chow Po-Chun
Sinopsis: Hong Kong, 1962. Chow, redactor jefe de un diario local, y su mujer se mudan a un inmueble habitado principalmente por la comunidad de Shanghai. Chow conoce a Li-zhen, una joven que acaba de instalarse también en el edificio junto con su esposo.

Wong Kar-Wai es un director que ha roto con muchos de los cánones del cine oriental. Después de realizar relecturas de los géneros clásicos de esas tierras: el thriller y el wuxia; se ha adentrado en una especie de introspección personal donde los recuerdos y la cinefilia se encuentran envueltos en un estilismo sin igual.

Nacido en Shanghái en 1958, tuvo la suerte de que su familia emigrase a Hong Kong huyendo de la revolución cultural de Mao. Esto le permitió contemplar la conversión de esta ciudad en la megaurbe que es actualmente, además de transformarle en un acérrimo hongkonés. Sus inicios en el mundo del cine fueron como guionista de la compañía Cinema City (1982-1988), trabajando fundamentalmente en thrillers convencionales (todo lo convencionales que pueden ser procediendo de esas tierras).

Pero ya en estos tiempos tenía en la cabeza desarrollar otro tipo de cine, uno que rompiese con las reglas imperantes en la ciudad. Su primera película como director, "El fluir de las lágrimas" (1988), es un thriller bastante cercano al modelo imperante pero donde se atisban algunos de los elementos definitorios de la atmósfera que quiere proporcionar a sus filmes (por cierto, la protagonista es una jovencísima Maggie Cheung). Luego llegaría "Días salvajes" (1990), donde aparecerían los famosos aguaceros, sello personal de su filmografía, en una película ambientada en los años 60. Su primera conocida internacionalmente es "Chungking Express" (1994), donde cuenta dos historias de amor paralelas pero inconexas entre ellas, y además explora la influencia de la occidentalización de Hong Kong. Ese mismo año también rueda una superproducción del género wuxia, "Las cenizas del tiempo" (1994), donde con su reparto habitual trata de romper algunas de las reglas que define al género.

Luego llegaron "Ángeles caídos" (1995), un thriller crepuscular (acabo de inventarme un género nuevo), y "Felices juntos" (1997), un intenso drama sobre la homosexualidad y que le permitió ganar el premio al mejor director en el festival de Cannes. Pero el encumbramiento internacional de Wong Kar-Wai llegó con la película que hoy nos ocupa, "Deseando amar" (2000), ya que con ella ganó el premio César a la mejor película extranjera, dándole con ello acceso a los circuitos internacionales de distribución. Después vino la segunda parte, por llamarla de alguna forma ya que en el fondo es una relectura de la anterior, "2046" (2004), donde contradecería los cánones de un género ajeno a sus tierras, el de la ciencia ficción (una película sobre la que los críticos siguen discutiendo largo y tendido).

Sus últimos filmes han sido "Eros" (2004) y "A cada uno su cine" (2007), películas compuestas de episodios, y "My Blueberry Nights" (2007), su primera película con reparto internacional (no la he visto todavía, por lo que no puedo dar mi opinión sobre ella). En cuanto al futuro, en estos momentos se encuentra rodando "The Grand Master" (2010), sobre la vida del maestro de Bruce Lee, y tiene en preproducción "The Lady from Shanghai" (2010), con Nicole Kidman.

Bueno, vamos con la crítica de la película. Tal vez se trate de una de las mejores películas románticas que recuerdo en los últimos años. Me maravilló desde el primer momento que la vi en una pequeña sala en Salamanca. Es la coronación del cine de lo implícito en una época donde todo tiene que ser explícito y repetitivo.

Se trata de una película que condensa todos los elementos que previamente había bosquejado el director en sus películas anteriores y al mismo tiempo es autobiográfica, ya que nos describe como era la vida en los apartamentos de los emigrantes que llegaban a Hong Kong durante los años 60 (algo que vivió el propio director en sus carnes). El ejercicio de estilo es impresionante al utilizar por ejemplo cámaras lentas en una película dramática, reducir al mínimo el número de temas musicales y ser además estos completamente ajenos culturalmente al periodo descrito en la historia.

Las actuaciones de sus actores fetiche son impresionantes, llevando con sus miradas cargadas de significado y sus cortos diálogos el peso de la acción de la película. Nunca antes había visto una película tan corta que fuese capaz de transportarme a un mundo en cierta forma desconocido para mí (se agradece que Hong Kong fuese colonia británica) y condensase una historia tan compleja.

El análisis que se produce durante la película de las relaciones entre hombre y mujer es digno del mejor gabinete psicológico, haciendo que nos identifiquemos con los personajes principales al poco tiempo. También es de agradecer que los cónyuges de esta pareja nos sean ocultados, convirtiéndoles en unos entes abstractos (ni buenos o malos). Además al reducir el contacto entre Su Li-zhen y Chow al nivel de las caricias y abrazos, siempre cabe la posibilidad de la reinterpretación de la película desde dos vertientes: tuvieron una relación (para mi la obvia: escena cuando ella sale por última vez de la habitación del hotel, el entrenamiento para separarse, la visita de ella a Singapur, el sufrimiento de él por tener que ocultar un secreto) o que nunca la tuvieron (resaltada por el "Quizás, Quizás, Quizás" de Nat King Cole).

En fin, una película, que al igual que las cebollas, tiene muchas lecturas diferentes en función de la cantidad de visionados que le dediques.

Lo mejor:

  • Las interpretaciones de los actores, que dan su justa medida. Obviamente para algo sirven 15 meses de rodaje.
  • La fotografía de Christopher Doyle que nos traslada a un Hong Kong de pequeñas habitaciones, pasillos estrechos, desgastadas calles y viejas farolas.
  • Los incesantes aguaceros.
  • La eliminación de las escenas de los cónyuges y las escenas de amor entre Su Li-zhen y Chow.
  • La utilización de la banda sonora como otro elemento narrativo y no como una simple banda de audio de apoyo. Además utilizando para esto temas de Nat King Cole en español, todo un ejercicio de valentía en una película rodada en cantonés, tan alejada culturalmente de la aventura cubana de este músico inmortal.
  • Repartir la historia en tres localizaciones distantes tanto en el espacio como en el tiempo.
  • Es una de las pocas veces que veo alguna utilidad a la cámara lenta como elemento narrativo.
  • La repetición de algunas escenas cuya única diferencia es el vestido que ella lleva (en principio son 46 vestidos diferentes aunque algunos se perdieron en la sala de montaje).

Lo peor:

  • Qué dure tan poco.
  • El inserto de la llegada del general de Gaulle a Camboya de visita.
  • El doblaje de Ah Ping.

Las anécdotas y curiosidades más importantes que rodean a este film son:

  • La película precisó de quince meses de rodaje y del metraje final el director consideró oportuno eliminar todas las escenas de amor entre la pareja protagonista.
  • El rodaje de la película se trasladó de Pekín a Macao después de la solicitud del script por parte de la censura china. Wong Kar-Wai nunca utiliza scripts.
  • Maggie Cheung lleva un vestido (qipao) distinto en cada escena
  • Wong Kar-Wai terminó el montaje una semana antes de su estreno en Cannes.
  • El número de la habitación de hotel donde Chow se traslada a vivir es 2046, el título de la continuación, "2046" (2004).

El trailer original que se pudo ver en las salas de Hong Kong es bastante curioso, el tema elegido es "I'm In The Mood For Love" de Bryan Ferry, que es de donde obtuvo Wong Kar-Wai el título de la película:



Las frases más famosas del film son:

"Reinaba la intranquilidad. Ella, humilde inclinaba la cabeza para que él se acercase. Pero a él le faltaba el valor. Ella dio media vuelta y se alejó."

"No somos como ellos"

"¿Sabes lo qué hacían las personas en el pasado, cuando tenían secretos que no deseaban compartir? Subían a una montaña, buscaban un árbol y tallaban un agujero en él. Luego, susurraban el secreto en el agujero y lo recubrían con barro, de ese modo nadie de entre las personas afines a él descubriría su secreto."

"Él recuerda aquellos años como si mirara a través del cristal de una ventana cubierta de polvo. El pasado es algo que podemos recordar pero no tocar y todo lo que se recuerda es borroso y vago."

Por cierto, para cerrar a modo de curiosidad te pongo el título de la película en chino tradicional: 花樣年華; "¿a ver quién es el guapo defensor de aprenderse los títulos originales de la películas que lo hace con éste?"

4 comentarios:

  1. El título en Chino no se ve.

    Y por cierto. ¿No había habido sesión de Palomitas el lunes 21?.
    Suponemos que te lo pasarás bien viendo pelis, pero no nos hagas pagar ésto a los demás.

    ResponderEliminar
  2. Era la película de la semana anterior. No había podido publicar la crítica.

    ResponderEliminar
  3. Pues yo por lo menos no me hubiese dado cuenta ni me hubiese importado...

    ResponderEliminar
  4. Vaya borde y con qué exigencias el subnormal este.

    ResponderEliminar

No dudes en comentar este artículo si te apetece. Sólo pedirte un pequeño favor: "no utilices abreviaturas que atenten contra nuestra lengua común".