La tijera de Telefónica

Alierta anda todos los días lanzando globos sonda a los medios. Qué si se debería cobrar a los proveedores de Internet, qué si las tarifas planas deben desaparecer, qué si la Red de redes puede colapsar, etc.

Vamos, que se encuentra nervioso porque no cree que pueda mantener indefinidamente el crecimiento casi geométrico de la firma que dirige, algo a lo que se han acostumbrado sus accionistas. Telefónica gracias a su expansión internacional se ha convertido en un mastodonte que poco a poco, según satura sus mercados de referencia, encuentra cada vez más dificultades para crecer (la competencia no deja de crecer). Sino recordemos la última batalla que mantuvo con Portugal Telecom por el control de Vivo en Brasil, que va a ser la piedra angular del crecimiento de Telefónica en los próximos años.

¿Y en el caso de España? Pues que al ser su mercado primario, donde era monopolio, no hay ninguna posibilidad de crecer dado que en telefonía móvil el mercado está saturado y en ADSL poco a poco se va ralentizando el número de usuarios (cosas de la crisis, sigue siendo el operador más caro). Pues solución, proponer acabar con las tarifas planas, esas que tardaron una eternidad en aparecer y que son las más caras de Europa, ya que si se cobra por la cantidad de datos descargados, se pueden incrementar los beneficios a partir del mismo número de usuarios.

Ahora bien, esto sólo funcionaría si todos los operadores del mercado se pusiesen de acuerdo. Pero claro, para el que no lo sepa, "esta es la definición de oligopolio y por desgracia en un mercado capitalista como el europeo estas antiguas zarandajas ya no están permitidas. Así que lo siento, señor Alierta, buen intento, pero creo que no va a funcionar (salvo a los ingleses, que parece que se la van a colar con O2)".