Como se asesina un sistema operativo

Después del bombazo de que Steve Ballmer se iba estaba por ver si esto afectaría al rumbo que el mismo había marcado para Microsoft. Pues sí, al parecer se ha iniciado un proceso de limpieza que no va a dejar a nadie indiferente. El primer damnificado, el flamante e incomprensible para la mayoría del público Windows RT 8.1, que fue lanzado hace solo 40 días (el 17 de octubre de 2013).

Nunca estuvo demasiado clara la utilidad de este sistema operativo para tablets sobre ARM que a primera vista parecía un Windows 8 con toda su potencia pero que a la larga salvo por la inclusión de Office se veía limitado por todas partes. Por el lado del gran público se resentía en la faceta multimedia al carecer del Windows Media Reproductor (todos los datos que voy a citar están tomados de la página oficial de Microsoft, ya que un servidor todavía no ha visto ninguno y eso que decían que se vendían como rosquillas) y la obligación de descargarse todas las aplicaciones de la parca hasta el momento Tienda Windows (y mira que últimamente estaba subiendo como la espuma). Por el lado empresarial pasaba algo más extraño, una tableta bajo un Windows bastardo a precio equivalente a un iPad que era incapaz de unirse a un Dominio facilitado por un servidor bajo Windows o permitir una sesión remota por parte de un administrador. O sea, que no encajaba bien en ninguno de los mercados prioritarios para una empresa como Microsoft.

Y esto último es lo que ha venido a decir Julie Larson-Green, la persona a la que se adjudica la idea de crear Windows 7 (vamos, una voz importante dentro de Microsoft) y que ocupa en la actualidad el puesto de vicepresidenta ejecutiva de Dispositivos y Estudios, con estas palabras:

"(Windows RT fue...) Nuestro primer intento de hacer esto más cerrado, experiencia llave en mano. Tenemos Windows Phone OS. Tenemos Windows RT y tenemos Windows completo. No vamos a tener tres".

Y abundando en el tema, siguió diciendo:

"el objetivo era ofrecer dos tipos de experiencia en el mercado, la potencia de un PC Windows (Surface Pro) y la simplicidad de una experiencia de tablet que puede ser productiva. (...) Pienso que no diferenciamos los productos demasiado bien, parecían similares, su uso era similar. (...) Se ha hablado mucho sobre si deberíamos haber creado una nueva marca. No deberíamos haberlo llamado Windows".

Así que si eres uno de esos invisibles propietarios de una tableta Surface o te estás pensando comprar una Nokia 2520 lo siento mucho por ti, pero después de semejantes comentarios los desarrolladores van a convertir la Tienda Windows para dispositivos RT en un erial. "¿Para qué desarrollar para un sistema operativo específico sin futuro alguno pudiendo tener toda la potencia de un Windows 8.1 por el mismo esfuerzo? Así es como se asesina un sistema operativo".