Primeras impresiones sobre Penny Dreadful

Bueno, quería esperar a ver los dos episodios dirigidos por Juan Antonio Bayona para dar mi opinión sobre Penny Dreadful, la gran apuesta de la cadena Showtime para esta temporada. Aunque se trataba de una producción cuidada con mimo, con un reparto simplemente impresionante, más propio de una película que de una serie de televisión, y que contaba con el apoyo de una potente campaña de promoción en la Red, aún mantenía mis reservas dada la magnitud de la empresa emprendida. Tengo que decir que ha superado con creces mis expectativas. Por el momento estamos ante una serie redonda que me ha dejado completamente encandilado.

Las otras series que se mueven o movían en el mismo género, dígase, tratar de hilvanar diferentes historias literarias clásicas en un argumento más o menos plausible han fracasado a mi entender, perdiéndose en su propia inercia narrativa o descarrilando por falta de medios. De entrada, la más pobre de todas, Sanctuary, fue la que tal vez más se acercó a lo que pretendía aunque su deriva a una estructura de comando arregla-entuertos contra todo el mundo hizo que su magro público perdiese el interés temporada a temporada. Por contra, dejando aparte la recién cancelada Dracula cuyo sentencia se encontraba ya en su propia concepción, series como Sleepy Hollow y Once Upon a Time han sido presa de la avaricia de sus creadores o productores. La primera no deja de ser una locura desnortada donde todo tiene cabida, lo que cabía esperar de los habituales guionistas de J. J. Abrams, Roberto Orci y Alex Kurtzman, cuyo máximo interés reside en que nuevo giro perpetrarán al final de cada capítulo. Y la segunda se ha convertido en la tan ansiada sustituta de Perdidos (misma estructura narrativa) que buscaba ABC, pero con un sinfín de personajes de factoría Disney (para que te hagas una idea de lo que estoy diciendo voy a soltar un spoiler, así que si sigues esta serie deja de leer este paréntesis: la cuarta temporada acaba con la introducción de cierta princesa gélida que hace las delicias de los menores últimamente) introducidos sin orden y concierto.

Pues Penny Dreadful no cae para nada en estos errores y la razón única por el momento es que el único responsable del guión y a la vez creador es John Logan, un guionista que está muy por encima de la media de lo que te puedes encontrar en televisión (es el responsable de los guiones de películas como "Un domingo cualquiera" (1999), "Gladiator" (2000), "La invención de Hugo" (2011) o "Skyfall" (2012), aunque mi preferida sigue siendo "RKO 281" (1999)). Si a esto sumamos que el casting ha sido simplemente genial, plagado de actores ingleses, que da verdadera verosimilitud al Londres victoriano que trata de retratar, y que los personajes de estos se encuentran en cierta forma adaptados a los mayores éxitos de sus carreras, nos encontramos ante un triple ganador. Algo simplemente impresionante teniendo en cuenta la empresa titánica que el propio John Logan se impuso, tratar de hilvanar sin chirridos las historias de personajes tan reconocibles por el público como son el Dr. Frankestein, Dorian Gray, Jack el Destripador o Drácula. Y la verdad es que lo ha resuelto con soltura por lo que he podido ver hasta el momento, utilizando para ello personajes comodín interpretados por los actores más famosos. Así John Logan nos propone que recorramos esta ensoñación imposible con una estructura coral, donde ningún personaje sobresale en demasía, ya que mientras los actores famosos son comodines adaptados a sus filmografías, los menos famosos interpretan a los personajes inmortales de la literatura, siendo el pegamento que les permite relacionarse entre ellos algo tan ubicuo y a la vez fuera de lugar como es el Libro de los Muertos.

Por otro lado, aprovechando la ventaja de que el proyecto se realiza para un canal de cable norteamericano y que tanto la duración de los capítulos, unos inestimables 55 minutos, como el ritmo de producción es bastante más laso, Logan ha podido innovar (me estoy refiriendo a producciones norteamericanas, en Gran Bretaña este proceder es habitual) también en el tema de la dirección, ya que ha dado las riendas de cada par de capítulos consecutivos a un director distinto, lo que viene a ser lo mismo que las de una película de 110 minutos. Así en los dos primeros capítulos han podido dejar su sello Juan Antonio Bayona, y en las siguientes parejas lo dejarán Dearbhla Walsh (que ha dirigido capítulos de Los Tudor, Los Borgia y Little Dorrit (por esta última ganó un Emmy)), Coky Giedroyc (que ha dirigido capítulos de Oliver Twist, The Virgin Queen y el no emitido piloto de Sherlock) y James Hawes (que ha dirigido capítulos de Doctor Who y de The Mill). Todos ellos reconocidos directores televisivos afincados en Inglaterra y que dan grandes esperanzas.

En cuanto a los actores, por el momento lucen genial, muy metidos todos en sus personajes, como me explayaré a continuación en lo mejor de esta serie hasta el momento.

Y sin más dilaciones vamos con lo mejor por el momento:

• La cuidada ambientación y vestuario que nos traslada al Londres victoriano.
• La antes citada adaptación de los personajes comodines a sus carreras previas, ya sea Timothy Dalton interpretando a Sir Malcolm, un viejo aventurero que recuerda poderosamente a un James Bond jubilado, o Eva Green interpretando a una misteriosa y a la vez atormentada Vanessa Ives, o Billie Piper interpretando a Brona Croft, que no deja de ser una fusión entre su indómita Rose Tyler de Doctor Who y su personaje de prostituta de lujo en Servicio Completo.
• Las referencias veladas a estas carreras que se suceden a lo largo de los capítulos.
• El metrosexual Dorian Gray interpretado por Reeve Carney y el comedido Dr. Victor Frankenstein de Harry Treadaway.
• La escena de caza inicial en el salón de opio.
• Las referencias cinematográficas que se intuyen en segundo plano, como el montaje al estilo del "Drácula de Bram Stoker" (1992) de Francis Ford Coppola o las caricias y miradas de "Deseando amar" (2000) de Wong Kar-Wai.
• La escena de la médium.
• Las escenas de sexo del segundo capítulo, en especial la primera (no cuento más para no estropear la sorpresa).
• La relación casi homosexual entre Dr. Victor Frankenstein y su creación.
• Y el genial chifflinger del segundo capítulo.

En cuanto a lo peor:

• Que sólo haya 8 capítulos, se van a acabar demasiado pronto.

Por último, para abrir boca, por si todavía no te has acercado a esta serie, te dejo su tráiler:

En fin, "un producto de terror fácilmente digerible cuya mayor virtud se encuentra en su precisión milimétrica producto de la imaginación de un afamado guionista llamado John Logan, altamente recomendable".