Bueno, cómo no me canso de avisar a propios y extraños, la revolución robótica en ciernes va a ser mucho más tremenda de lo que muchos esperan. Mientras en Occidente seguimos obnubilados con etéreas nubes, fantasiosos relojes de dudosa utilidad, pantallas llenas de píxeles innecesarios y velocidades de descarga de vértigo, en Japón siguen a lo suyo, desarrollando robots para cubrir todas las necesidades humanas.
Las nuevas apuestas de los últimos días (las presentaciones de nuevos prototipos son casi mensuales) son estas presentadoras de informativos (la verdad es que Letizia acertó en dejar su profesión y convertirse en reina), que aunque fallan todavía en sus gestos tienen una dicción increíble:
Por cierto, aunque está completamente fuera del tema que estoy tratando, el globo terráqueo del fondo es simplemente genial (lo puedes encontrar en el Museo Nacional de Ciencias Emergentes e Innovación que se encuentra en Tokio).
Por otro lado, basado en tecnología francesa comprada (ya sabes, esa tecnología esquiva para la mayoría de los mortales que casi nunca son capaces de comercializar), tenemos este más clásico Pepper de Aldebaran, sucursal de la ya omnipresente SoftBank que saldrá al mercado en febrero por unos 2000 dólares:
En fin, "como cabe esperar, el próximo avance que haga del estado de la revolución robótica será mucho más asombroso".
Hasta que no fabriquen a Bender, todos los robots serán basura
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