martes, 3 de junio de 2014

Convergencia, continuidad y copia

Bueno, después de los sinsabores reales vamos con el otro tema del día, que con tanto empalago mediático casi me dan arcadas. Ya sé que en ocasiones soy excesivamente fanboy de la manzana mordida pero la verdad es que una de las obligaciones de pertenecer a la secta, dígase, ver en directo las tres o cuatro keynotes que jalonan el año con un bol de palomitas esperando que me maravillen, me encantan.

Vaya por delante que en esta ocasión Tim Cook ha conseguido cabrear a propios y extraños. Por lo que he podido sondear en la Red en las horas que han seguido después nadie se encuentra completamente satisfecho con lo visto hoy. Da lo mismo que sea un usuario de toda la vida de Mac o un improbable switcher de Windows o Android.

La primera razón de ello estriba en que en el contraataque que hoy ha realizado Tim al resto de plataformas nunca hubiese hecho Steve: "copiar lo que entiende que es lo mejor de la competencia, saciar las peticiones de los usuarios y presentar una hoja de ruta hacia la completa convergencia de dispositivos al estilo Apple". Se terminó el exigente sandboxing en iOS, llegaron los widgets, se acabaron las limitaciones de iCloud, se acabó el estar sojuzgado a iTunes y casi todas las API se abrieron a terceros (sólo se salvó Siri). Por ejemplo, como si se tratase de un castigo casi bíblico, combinó lo mejor de Dropbox (la no limitación de tamaño en archivos) con la escala de precios de Google Drive.

La segunda estriba en la iOSificación de OS X. Yosemite parece en primera instancia el acercamiento definitivo, al menos en estética, entre los dos sistemas operativos. Se vuelve plano y recupera para la causa elementos perdidos en versiones anteriores (Alfred, preponderancia de los widgets, dock insulso).


Y la tercera estriba en que pide un esfuerzo casi titánico a los desarrolladores en cuanto se les pide que aprendan un nuevo lenguaje de programación en pocos meses, el rutilante Swift, que cercena de golpe la amigable conexión con Linux que había hasta el momento. Está por ver si es tan efectivo como trataban de demostrar al final de la keynote. Gracias a Dios que no tengo que sumergirme en semejante pantano.

Pero aun teniendo en cuenta todos estos elementos tengo que decir que la keynote me ha maravillado en cuanto cubre de sobra todos mis deseos y algunos que no sabía que podía tener:

  • Spotlight me independiza en cierta forma de la caja de Google.
  • iCloud Drive se va a convertir en mi nube por defecto en cuanto a pequeños documentos.
  • La integración de mis 50GB de Box en iOS va a darme un respaldo gratuito inmejorable.
  • Handoff es la sincronización definitiva entre el iPad y el iMac. Si ya utilizo poco iTunes ahora solo recordaré su existencia cuando me vaya a Benavente de vacaciones y tenga que llenar el iPad de películas y series.
  • El Dark-mode luce genial.
  • Y mandar un correo electrónico sin limitación de tamaño en los adjuntos es algo que nunca llegué a soñar. Anda que no será divertido cuando nos mandemos cosas entre Inzert y yo (probablemente películas muy malas).

Ya sé que ni por asomo ha sido lo más importante de la keynote, que pasará a la historia por el tema de poder realizar y recibir llamadas desde el ordenador entre otras cosas. Pero éstas son las que me afectan más directamente. Por cierto, que al final se descubrió porque parecía que el A7 estaba tan infrautilizado, realmente lo tenían reservado para iOS 8 y siguientes iteraciones (que se pueda instalar en un iPad 2 pronostica una larga vida a mi iPad Air).

Y para acabar, nada vimos de hardware ni de software propietario de Apple, salvo por ese retazo del nuevo iPhoto, lo que da a entender que los anuncios fuertes en esos campos llegarán en las dos keynotes de otoño. "A la espera de próximas entregas os dejo por hoy".

1 comentario:

  1. "una hoja de ruta hacia la completa convergencia de dispositivos al estilo Apple"

    Como no sé meterme en la mente de un usuario de Apple (lo digo en serio, soy el único usuario del planeta al que le dejan delante de un iPad, y no sabe qué hacer), no termino de entender la frase superior.

    Tenía entendido que hasta ahora Apple mantenía claramente separados el software de dispositivos móviles y tradicionales, y eso me parecía un acierto. A medida que lo uso me voy haciendo a la idiosincrasia de Win8.1, pero está siendo un parto difícil, forzado e innecesario. Y aunque admito que hay cosas que me sorprenden gratamente, con demasiada frecuencia me encuentro otras que quedarán muy bien en un dispositivo móvil (computo una probabilidad distinta de cero de terminar con un Nokia Lumia 1520), pero son un ridículo bochornoso en el sobremesa con una pantalla de 27". La convergencia que ha planteado Microsoft me parece demasiado forzada, demasiado abrupta, y sobre todo, de dudoso criterio en la elección de la interfaz de usuario.

    Espero que Apple haga esa "transición a la unicidad" de forma más lógica y menos traumática que Microsoft. Aunque la realidad es que en este momento estoy más cerca de converger a las ventanas que a las manzanas para todos mis dispositivos, si en esta keynote os habéis visto cosas que no pensásteis que veríais nunca, quizá algún día lleguemos a ver una conectividad más transparente y menos limitada. Y entonces podré plantearme los productos de este fabricante (los nuevos iMac son alucinantes... pero no me sirven).

    ResponderEliminar

No dudes en comentar este artículo si te apetece. Sólo pedirte un pequeño favor: "no utilices abreviaturas que atenten contra nuestra lengua común".