Distracción

Hoy voy a comentar mi primera novela de ciencia ficción que no es una ucronía, aunque dentro de 36 años lo será, dado que está ambientada en el año 2044. Éste es uno de los problemas inherentes de la ciencia ficción como ya he comentado en artículos precedentes, con el paso del tiempo se va alcanzando el futuro lejano que se predice en la novela. De todas formas, a veces, poco importa si se cumplirá o no, como en el caso que nos ocupa, "Distracción" de Bruce Sterling.

Bruce Sterling, autor norteamericano, es considerado uno de los fundadores del cyberpunk junto con William Gibson, aunque con el paso del tiempo se ha ido desligando de este movimiento, que le había dado cierto renombre (todo lo contrario que William Gibson, que parece un viejo rockero, tocando una y otra vez la misma canción). Sus obras más conocidas son: "El chico artificial", "Islas en la Red" (con la que ganó el John W. Campbell Memorial), "La máquina diferencial" (una ucronía escrita junto con Gibson, pero que todavía no he tenido el placer de leer) y "Fuego sagrado". En cuanto a los relatos y novelas cortas, ha ganado en dos ocasiones el Hugo con: "El bicicletero" y "Taklamakan"; y el Locus con: "Maneki Neko" y otra vez "Taklamakan".

La novela que hoy nos ocupa, "Distracción" (ganadora del premio Arthur C. Clarke), se aleja conscientemente de su temática cyberpunk, presentándonos un futuro cercano donde las redes de información son importantes pero no fundamentales en el devenir del argumento sino la biotecnología. Es como pegar un salto en su carrera.

Este futuro se sitúa en el año 2044, en unos pseudoapocalípticos Estados Unidos que han elegido a un nativo americano como presidente (ves como está de rabiosa actualidad la novela, a veces la realidad supera a la ficción). El país se encuentra en bancarrota como consecuencia de haber perdido la guerra económica contra China y Europa. El gobierno federal se encuentra controlado por una serie de comités de emergencia, que tratan de luchar con la creciente deslocalización de la población y la surrealista guerra fría que mantienen los Estados Unidos con Holanda (sí, he dicho Holanda) por la manera de mitigar el creciente cambio climático. Además, por si te parece poco, el sistema bipartidista actual ha desaparecido y existen 14 partidos distintos que hacen que el Senado y el Congreso se muestren impotentes ante la situación (es increíble que en Europa hallamos sobrevivido tanto tiempo con este sistema).

Dentro de este paisaje nos encontramos con Oscar Valparaíso, asesor político que guarda un oscuro secreto, que acaba de ayudar de ganar la elección al Senado de un millonario dedicado a la construcción. Éste le facilita un puesto en el Comité para Asuntos Científicos del Senado. Con ese nuevo trabajo se dirige al mayor centro de investigación biotecnológica del país junto con su equipo de campaña para tratar de averiguar si se puede hacer rentable el lugar. Y aquí lo dejo como siempre, ya que sabes que no me gusta nada desvelarte la trama de la novela.

De todas formas informarte que la trama principal no tiene nada que ver con el joven salvador de la patria (al estilo Jack Ryan de Tom Clancy), sino con la problemática del trabajo científico en el futuro, donde perduran los viejos esquemas, conocidos por todos aquellos que hemos cursado una carrera científica.

En cuanto a lo mejor de la novela:

• En los Estados Unidos de 2044, por la presión demográfica, el hombre blanco constituye la minoría y se la trata como tal, haciéndoles partícipes de todos los errores pasados cometidos por sus padres (vamos que se da la vuelta a la tortilla), provocando una fuga creciente de la gente perteneciente a esta minoría a la vieja Europa.
• El cambio tecnológico es plausible, dado la aceleración exponencial de éste en nuestro días.
• La forma en que ganó la guerra económica China es de los más divertido y factible. Simplemente utilizó su red de satélites para distribuir por todo el mundo gratis las patentes de todos los objetos tecnológicos y los contenidos bajo copyright (vamos algo muy parecido a lo que está haciendo en la actualidad).
• La inoperancia del gobierno federal para enfrentarse al cambio climático (se supone que el señor Obama va a arreglar esto).
• La descripción del mundo científico, más preocupado por el número de publicaciones y las subvenciones que de realizar verdadera ciencia.
• Que el dolar se considere una moneda de papel mojado y que se utilice el euro para todos los pagos importantes.

Lo peor:

• Que se mantenga una guerra fría con Holanda (¿ya no forma parte de la OTAN y la UE?), llegando al límite de que gente escuche música holandesa a hurtadillas. Me parece excesivo.
• Los cortes de carretera propiciados por el propio ejército para recaudar fondos en las fronteras de los estados.
• La presencia de 14 partidos políticos, entre ellos el comunista. Creo que aceptarían antes una dictadura que esa locura.
• El creciente nomadismo de la población estadounidense, me parece inaplicable a gran escala, como propone la novela.
• La población de Washington constituida únicamente por los políticos y los grupos de protesta, que se reparten grandes sectores de la ciudad.
• Algo falla en la historia de amor que se cuenta en la novela.
• El cambio climático es demasiado rápido.

De todas formas es una novela altamente recomendable por sus momentos humorísticos, situaciones imposibles que se pueden dar si aceptas como cierto todo lo que se te cuenta. En fin, como siempre cierro con el primer párrafo de la novela (éste es ni fu ni fa, muy al estilo cyberpunk): "Oscar estudio el vídeo de los disturbios de Worcester por quincuagésima primera vez (según su portátil). Aquel pedazo de ochenta minutos de espasmódico metraje era en la actualidad el objeto de meditación profesional preferido de Oscar. Era un conjunto de granulosas fotos tomadas por una cámara de seguridad en Massachusetts."