Examen consensuado

Una de las peculiaridades que presento como profesor es que dejo a mis alumnos fijar las fechas de los exámenes dentro de un amplio margen. Normalmente propongo una serie de fechas posibles y después de discutir los pros y contras de las diferentes opciones, les dejo elegir por votación cual es el día en el cual desean hacerlo.

Son debates en los cuales mi labor fundamental es en cierta forma bregar por sus propios intereses y no perder demasiado tiempo.

Mi experiencia me dice que el 99% de las ocasiones abogan por colocar el examen lo más tarde posible sin tener en cuenta si es a primera o a última hora del día. Siempre trato de fomentar lo contrario pero suelo fracasar estrepitosamente.

Es obvio para cualquier persona, todos hemos sido estudiantes, que cuando más pronto sea el examen más vívida es en la memoria la explicación del profesor, resultando más sencillo aprender o repasar los contenidos a evaluar. Además si la prueba se realiza a primera hora, más despierto se encuentra uno, mejor se rinde y menos posibilidades existen de olvidar algo memorizado el día anterior.

El repaso de última hora, entre clase y clase, otras veces escondiendo el libro debajo de la mesa en otras asignaturas o en el propio recreo, suele estar viciado por las dudas del resto de los compañeros y las intoxicaciones de los alumnos repetidores.

Quiero dar mi más sincera enhorabuena a los alumnos de 1ºE de la ESO, "por sopesar todo esto que te acabo de explicar y decidir por insultante mayoría colocar el examen 4 días más tarde de acabar la unidad didáctica, el lunes a primera hora de la mañana."