Pocas veces una producción televisiva se puede calificar de educativa, pero en este competitivo medio ha destacado durante los últimos 30 años la presencia de Albert Barillé (1921-2009) con sus maravillosos "Érase una vez...", que han marcado a más de una generación. Falleció el pasado 11 de Febrero en París a los 88 años de edad y éste es el homenaje que Ucronía Latente le quiere rendir, ya que yo era uno de sus más fervientes alumnos.
Albert Barillé fue un productor de televisión que supo conjugar con soltura el entretenimiento con el valor educativo. Sus producciones recorrieron el mundo entero gracias a las aportaciones de las televisiones públicas, que vieron en él la combinación perfecta para alimentar sus parrillas con algo más que aburridos presentadores de programas infantiles o series animadas importadas de Japón. Creador de la afamada serie "Érase una vez..." y sus ocho spin off, supo adaptar el formato según iban cambiando los tiempos.
Su primera creación fue una serie de animación llamada "Colargol" (1974), donde utilizando la técnica del stop-motion gracias a la colaboración del animador polaco Tadeusz Wilkosz, dio vida a uno de los personajes más encantadores de la historia de la televisión, un osito llamado Colargol que quiere ser cantante y que viaja por todo el mundo (está basado en un personaje de la escritora Olga Pouchine). Te dejo con la intro y un corte de esta curiosa serie:
Por cierto, la imagen de este oso es la que luego utiliza como símbolo de su productora Procidis.
Luego llegaría el primero de los "Érase una vez..." (1978), donde se narraba la historia del planeta Tierra y la humanidad mediante una técnica narrativa curiosa donde los personajes siempre eran los mismos, aunque que encontrasen en diferentes momentos de la historia. Con ello conseguía que nos centrásemos mucho más en los diálogos y la acción, dado que ya conocíamos la filiación de cada uno de ellos. Te dejo con la intro de esta maravillosa serie donde resume 5000 millones de años en poco más de un minuto:
En el último capítulo de la serie se entrevé un posible futuro para la humanidad, que es desarrollado en la primera secuela de "Érase una vez...", estoy hablando de la olvidada "Érase una vez... el espacio". Situada en el año 3023, constituye una de esas extrañas incursiones en el mundo de la ciencia ficción que ha dado la televisión. Abandonando el valor pedagógico clásico (es decir, el meramente informativo) abraza sin pudor la educación en valores: tolerancia hacia otras razas, lucha contra la avaricia y la ignorancia, dependencia tecnológica, etc. Con una estructura argumental cercana a Star Trek, es una de esas joyas que nunca ha sido vuelto a ser repuesta por los canales de televisión dado su mensaje. Te dejo con un corte de 10 minutos de uno de los mejores capítulos, el vigésimo segundo llamado "Un mundo hostil":
Un detalle curioso de esta serie es que Kira tiene poderes telepáticos.
En 1987 aparece la segunda spin off de "Érase una vez...", me refiero a la aclamada "Érase una vez... el cuerpo humano" o "Érase una vez... la vida", donde nuestros queridos personajes se convierten de pronto en glóbulos rojos, leucocitos y virus. Fue un éxito de público y ha sido repuesta hasta la saciedad, dado que el valor pedagógico de ésta es inconmensurable al adentrarnos en los misterios de la biología humana. Te dejo con el comienzo de ésta, con el sugerente baile de los cromosomas:
Luego le seguiría "Érase una vez... las américas" (1991), donde repasaba la historia de éste continente desde la prehistoria hasta la actualidad, supliendo con eficacia la falta de contenidos en los libros de Historia que manejábamos en el colegio. Te dejo con la promoción de esta serie que hizo Televisión Española:
Más tarde llegó "Érase una vez... los inventores" (1994), donde en cada capítulo se estudiaba a uno de los inventores más importantes de la Historia de la humanidad. Alguno de sus capítulos los he utilizado en mis clases.
Y a ésta le siguieron: "Érase una vez... los exploradores" (1996), "Érase una vez... la ciencia" (2000), "Érase una vez... la música" (2007) (sólo distribuida en España) y "Érase una vez... nuestra Tierra" (2008) (sólo distribuida en Francia).
Por cierto, acabo de decidir que mañana, en mis clases de 1º de la ESO, utilizaré un capítulo de "Érase una vez... el hombre", el titulado "Los constructores de catedrales", dado que estamos realizando un repaso de los diferentes tipos de estructuras utilizadas por la humanidad. Espero que me siga siendo útil por muchos años, "ya que será la mejor forma de recordar la obra del genial Albert Barillé".
Su primera creación fue una serie de animación llamada "Colargol" (1974), donde utilizando la técnica del stop-motion gracias a la colaboración del animador polaco Tadeusz Wilkosz, dio vida a uno de los personajes más encantadores de la historia de la televisión, un osito llamado Colargol que quiere ser cantante y que viaja por todo el mundo (está basado en un personaje de la escritora Olga Pouchine). Te dejo con la intro y un corte de esta curiosa serie:
Por cierto, la imagen de este oso es la que luego utiliza como símbolo de su productora Procidis.
Luego llegaría el primero de los "Érase una vez..." (1978), donde se narraba la historia del planeta Tierra y la humanidad mediante una técnica narrativa curiosa donde los personajes siempre eran los mismos, aunque que encontrasen en diferentes momentos de la historia. Con ello conseguía que nos centrásemos mucho más en los diálogos y la acción, dado que ya conocíamos la filiación de cada uno de ellos. Te dejo con la intro de esta maravillosa serie donde resume 5000 millones de años en poco más de un minuto:
En el último capítulo de la serie se entrevé un posible futuro para la humanidad, que es desarrollado en la primera secuela de "Érase una vez...", estoy hablando de la olvidada "Érase una vez... el espacio". Situada en el año 3023, constituye una de esas extrañas incursiones en el mundo de la ciencia ficción que ha dado la televisión. Abandonando el valor pedagógico clásico (es decir, el meramente informativo) abraza sin pudor la educación en valores: tolerancia hacia otras razas, lucha contra la avaricia y la ignorancia, dependencia tecnológica, etc. Con una estructura argumental cercana a Star Trek, es una de esas joyas que nunca ha sido vuelto a ser repuesta por los canales de televisión dado su mensaje. Te dejo con un corte de 10 minutos de uno de los mejores capítulos, el vigésimo segundo llamado "Un mundo hostil":
Un detalle curioso de esta serie es que Kira tiene poderes telepáticos.
En 1987 aparece la segunda spin off de "Érase una vez...", me refiero a la aclamada "Érase una vez... el cuerpo humano" o "Érase una vez... la vida", donde nuestros queridos personajes se convierten de pronto en glóbulos rojos, leucocitos y virus. Fue un éxito de público y ha sido repuesta hasta la saciedad, dado que el valor pedagógico de ésta es inconmensurable al adentrarnos en los misterios de la biología humana. Te dejo con el comienzo de ésta, con el sugerente baile de los cromosomas:
Luego le seguiría "Érase una vez... las américas" (1991), donde repasaba la historia de éste continente desde la prehistoria hasta la actualidad, supliendo con eficacia la falta de contenidos en los libros de Historia que manejábamos en el colegio. Te dejo con la promoción de esta serie que hizo Televisión Española:
Más tarde llegó "Érase una vez... los inventores" (1994), donde en cada capítulo se estudiaba a uno de los inventores más importantes de la Historia de la humanidad. Alguno de sus capítulos los he utilizado en mis clases.
Y a ésta le siguieron: "Érase una vez... los exploradores" (1996), "Érase una vez... la ciencia" (2000), "Érase una vez... la música" (2007) (sólo distribuida en España) y "Érase una vez... nuestra Tierra" (2008) (sólo distribuida en Francia).
Por cierto, acabo de decidir que mañana, en mis clases de 1º de la ESO, utilizaré un capítulo de "Érase una vez... el hombre", el titulado "Los constructores de catedrales", dado que estamos realizando un repaso de los diferentes tipos de estructuras utilizadas por la humanidad. Espero que me siga siendo útil por muchos años, "ya que será la mejor forma de recordar la obra del genial Albert Barillé".
In memoriam:
ResponderEliminarTODOS CON MARA DEL CASTILLO. PARA QUE ESTO NO VUELVA A PASAR !!!!!
Si cuando me muera tardas cuatro días en escribir algo, déjalo, eh.
ResponderEliminarAhora en serio... sus maravillosos "Érase una vez..." serán maravillosos, pero con tantos anuncios teletiendistas, los tengo atravesados.