Se supone que el deporte nacional español es el fútbol, hasta me atrevería a decir que todos nosotros tenemos un pequeño entrenador dentro. Nos encanta diseccionar los partidos de fútbol como si de un complejo problema matemático se tratase.
Pues hoy me he encontrado en la calle con un diálogo de besugos que desdice todo lo anterior, hasta ralenticé mi marcha para poder escuchar lo máximo posible. Imagínate que dos parroquianos se encuentran en una calle y por no cruzar el paso de cebra que los separa se ponen a comentar el partido de Liga de Campeones del día anterior a grito pelado (el desquiciante e incomprensible Milan - Real Madrid). La transcripción lo dice todo:
- Ayer vi al Madrid y no me gustó nada, de todas formas ya era hora de que perdiesen.
- No, hombre, no. Al final empataron en el último minuto y se clasificaron para la siguiente ronda.
- ¿Cómo es eso? ¿Con el empate les valía?
- Sí, todo dependía del resultado en el otro partido del grupo.
- Pues la verdad es que sigo sin entender muy bien el sistema de la Champions...
Y así continuaron charlando sobre el tema. Entre el uno que no vio el partido entero (ni se molestó luego en comprobar el resultado final) y el otro que parecía que se había memorizado el Marca al dedillo me permitieron darme cuenta de que la mayoría de los seguidores del deporte rey no tienen la menor idea de en que consiste éste. Los sesudos análisis radiofónicos y los comentaristas expertos de los partidos no parecen hacer mella en ellos (y créeme que no suelen ser muy complicados). Un ejemplo de lo que digo es que el sistema de la Liga de Campeones es tan sencillo que cualquier infante lo domina sin dificultad: liguilla de cuatro equipos con ida y vuelta, se clasifican los dos primeros para la siguiente ronda.
Ya sé que la mayoría de los lectores de este blog aborrecen el fútbol en si mismo y no quieren leer en el mismo disquisiciones sobre el planteamiento táctico de Mourinho o Guardiola (suelo reservarlos como tema de conversación en el bar) pero aun así: "¿se puede ser aficionado al algo sin tener el menor interés en conocer todo lo que le rodea?"
si lo tuviéramos, en el mundo que nos rodea ya nos convertiríamos en profesionales.
ResponderEliminarClaro que se puede. Tu mismo no tienes ni idea de Apple pero perteneces a su secta y te tirás todo el día debatiendo sobre lo buenos que son sus artefactos del diablo...
ResponderEliminarPor cierto, el fútbol apesta y cansa en iguales proporciones.
Pero claro, que le quiten al españolito de a pie su ración de circo y veremos que sucede...
Y un comentario añadido:
¿Qué sucede si a mi me pillan a 180 Km/h en una zona urbana limitada a 50 Km/h y encima cuando tras una persecución me pillan, insulto a los agentes?.
Supongo que como mínimo sería calabozo y juicio por conducción temeraria y amanazas a la autoridad. Supongo también que eludiría la cárcel por no tener antecedentes previos y que a cambio debería realizar servicios sociales de algún tipo amén de la retirada por un tiempo de mi permiso de conducir.
Pues si eres jugador de fútbol, no pasa nada. Una multa económica (pequeña en relación a los ingresos de esos pavos) y punto y final. Y al día siguiente a "entrenar" conduciendo tu "carraco".
En fin, otra súper-clase más para este país de clases.