La velocidad si importa

En más de una ocasión he entrado en discusiones sobre si la velocidad de Internet en España es rápida o lenta en comparación con otros países. Dejando a un lado el problema de la distribución territorial, que sólo justifica la situación de los pequeños núcleos rurales, lo que está claro es que las conexiones en España son lentas y caras (nuestro nivel de vida es inferior al de la mayoría de los países que forman el núcleo duro de Europa).

Además, dado que la implantación de la fibra óptica está paralizada por lo tejemanejes que se traen las operadoras con la Comisión Nacional de la Competencia, que en cierta forma impide el normal desarrollo del mercado. Nos encontramos con que la situación actual tiene pocas posibilidades de mejorar, por mucho dinero que se gaste ONO en publicidad. Es más fácil encontrar el Arca de la Alianza que sus ya famosos 50 Mbits, que nunca están disponibles en ninguna localización (amén de otras trapacerías que suele practicar este operador y de las que es mejor no hablar en este momento).

Así que no es de extrañar que la cruda realidad, negada por nuestro Ministro de Industria por activa y pasiva, aparezca reflejada en forma de estadística internacional (una de esas donde no puede haber bajo ningún concepto una animadversión flagrante contra España). Los resultados publicados en Pingdom para la velocidad media de conexión son los siguientes:

Y para la distribución de las conexiones estos otros:

Lo de Corea del Sur estaba claro. Nunca me canso de decir a mis alumnos que en cuestiones de electrónica están por delante del resto del mundo un par de años (es algo así como el macrolaboratorio mundial de las nuevas tecnologías). En cuanto a España, "el reto de hoy es encontrarla en ambas listas. Cuesta bastante, como el pincho que yo hice el otro día, lo cual es triste, ya que alguno de los comentaristas lo han probado".