La animación 3D que vino del pasado

En más de una ocasión he dicho a mis alumnos que los avances tecnológicos no suelen ser fortuitos sino que proceden de una lenta maduración. Las tecnologías que nos maravillan en la actualidad son producto de años de investigación en laboratorios y en algunos casos no llegan a nuestras manos antes por simple y pura rentabilidad. La que hoy te traigo es cuando menos curiosa.

Uno de los campos que más rápidamente ha crecido en las tres últimas décadas ha sido la animación en 3D, ya sea en el ámbito cinematográfico o en el de los videojuegos. Los lectores más viejos de este blog recordarán con una sonrisa los primeros videojuegos que nos introducían en la tercera dimensión con sus inmensos polígonos que parecían sacados de las pesadillas de papiroflexista loco. Poco o nada se podía hacer por solucionar el tema hasta que se incrementase la potencia de cálculo de los ordenadores y consolas. Lo mismo paso en el cine hasta que Pixar fue capaz de dar con la fórmula mágica que le ha llevado a reinar en la actualidad en el campo de la animación cinematográfica.

Ahora bien, que pensarías si te digo que los conceptos básicos que conforman tecnológicamente una película como "Toy Story" (1995) ya estaban plenamente concebidos 23 años antes, en el lejano 1972 (los fundamentos matemáticos son aún más antiguos). Pues ve este curioso vídeo rescatado de una bobina de 8 mm donde el fundador de Pixar y actual presidente de Walt Disney, Ed Catmull, junto con Fred Parke y Robert Ingebretsen fue capaz de crear animaciones poligonales simplemente asombrosas:

En fin, pensándolo bien me cuesta concebir lo que puede estar pasando en este momento en algunos de los mejores laboratorios del mundo. Por ejemplo en la última hora ha surgido una noticia sobre que los físicos de la Universidad de Cornell han sido capaces de crear un agujero en el tiempo que permitiría crear la capa de invisibilidad perfecta al más puro estilo Harry Potter. "Ver para creer, o mejor dicho, no ver para creer".