Ya sabes que soy un gran aficionado a las series policíacas y de forenses del otro lado del charco. Obviamente al final todas estas series (cuando tienen la suerte de contar con más de una temporada) recorren con más o menos suerte la mayoría de las historias más famosas del folclore estadounidense. Pero hay una especial, que sale tanto en las series de forenses como en las de abogados sin importar su perfil. Se trata de la historia de Lizzie Borden.
Lizzie Borden fue acusada en principio de asesinar a sus padres con un hacha en el lejano 4 de agosto de 1892, una época donde las pruebas forenses estaban dando sus primeros pasos como elementos a tener en cuenta en los procesos judiciales. Ahora bien, la falta de pruebas concluyentes en su contra, ya que las circunstanciales la incriminaban fehacientemente, permitió que saliese en libertad cuando todo el mundo la creía culpable. De ahí que el pueblo le dedicase esta corta cancioncilla, que se cita continuamente tanto en series como en películas:
“Lizzie Borden cogió un hacha
y dio a su madre cuarenta hachazos.
Y viendo lo que había hecho,
con el corazón en un puño,
a su padre dio cuarenta y uno…"
En fin, de todas las apariciones de este temazo (de lo truculento) me quedo con el genial crossover que hizo David E. Kelley entre sus dos series más famosas, la hilarante Ally McBeal y la oscura El abogado. "No se me quita de la cabeza ver a la pobre Ally McBeal cantándola una y otra vez sin poder parar durante la preparación de un juicio".
Aprovecho para deciros que me sigais en twitter, que ahora lo uso mucho y es muy diver leerme. :D
ResponderEliminar@will_llermo :D
Coño!!! no sabía que los estadounidenses hablaban tan bien el castellano como para componer esa cancioncilla.
ResponderEliminarPor cierto Darkel comenzaré a seguirte... a ver que te cuentas.. ;-)