¿Cine o videojuego?

Hoy ha tocado nueva remesa de trailers (siento mucho la pérdida de mi lector anónimo). Hay de todo como en botica, pero en esta ocasión voy a utilizarlos como excusa para reabrir una vieja discusión. ¿Qué hace que una película sea buena? Sin lugar a dudas la historia que nos cuenta y la empatía que manifestemos por los personajes que pululan por la pantalla. Por contra, hablando como observador externo y no experto, a la hora de valorar un videojuego otras variables entran en juego como la jugabilidad, la espectacularidad de los efectos visuales (esos que llevan las tarjetas gráficas a su último límite) o la capacidad de presentar giros inesperados cada vez que se da una vuelta a una esquina.

Bien, si me hubieses preguntado por el tema hace cinco años la respuesta era clara, los videojuegos tenían ganada la batalla de carrera más pronto que tarde. El cine de masas parecía irse por el retrete por momentos copiando sin pudor los peores elementos del mundo del videojuego (pienso en horribles películas como "Matrix Reloaded" (2003), la saga completa de Transformers que arrasaron en todo el planeta o simples facsímiles como la saga de Tomb Raider). Ahora no lo tengo tan claro, lo de la victoria de los videojuegos sí, pero quien contamina a quien es algo distinto, ya que parece que algo está pasando en el cine de masas, una especie de reacción tardía que presta mucho más atención a la historia o a la construcción de personajes que a la más pura pirotecnia visual propia de los videojuegos. Y con esta afirmación no quiero dar un billete en blanco a lo que voy a llamar a partir de ahora la "deriva Nolan". Seguirán habiendo películas buenas y malas a gusto del sentir crítico del espectador, pero al menos no se saldrá del cine con la sensación de haber asistido a una especie de partida grabada en 4K donde la mayoría de personajes no superarían la prueba de Turing.

Veamos, un ejemplo en el tiempo de lo que estoy diciendo con nuestro querido hombre de acero, Superman. La primera película reseñable de este superhéroe (hubo unas cuantas antes) fue "Superman: la película" (1978), la cual respondía al renacer del cine como divertimento de masas a finales de los años 70, con reparto de campanillas y escenas de acción comedidas:

Por otro lado, el relanzamiento de la saga en plena efervescencia de la época donde el cine estaba preso de lo que supuestamente demandaba el público, efectos especiales a raudales, fue representado por el horrible "Superman Returns: El regreso" (2006) de Bryan Singer (probablemente su peor película):

Y por último hoy se ha presentado el primer trailer largo del reboot de la saga, "El hombre de acero" (2013) de Zack Snyder que parece que ya ha sido tamizado completamente por la "deriva Nolan":

Como has podido comprobar lo único que ha permanecido inalterado en los últimos 35 años es la colección de secundarios de lujo.

En cuanto a los videojuegos, parece que los tiempos donde sólo importaba realizar un shooter resultón en medio de unos escenarios impecables llegan a su fin. La importancia de que exista una historia medianamente compleja por detrás es lo que diferencia una partida que se acerca peligrosamente a una especie de ataque epiléptico de una verdadera aventura personal. No sé si esto es producto de la cercanía de la amortización de la actual generación de consolas o que los estudios están empezando a ver que nadie va a invertir 50 o 60 euros en un juego que deje de sorprender a las dos horas. La fascinación por la recreación de escenarios idílicos continuará con la Playstation 4 y la Xbox 720 (o como quieran que se llamen), como puedes comprobar en vídeos furtivos como este:

Pero cabe esperar que en un futuro próximo los videojuegos tomen vertientes tan interesantes como este "The Last of Us" que probablemente marcará la cumbre que alcanzarán la actual generación de consolas (opinión, vuelvo a repetir, de alguien nada experto como yo):

En fin, "con todo esto no quiero decir que la gente no seguirá apasionándose con historias como la venganza de unos enloquecidos pajaritos contra unos cerdos verdes o que dejarán de ver la cuarta película de la saga de Transformers, pero al menos un camino intermedio se entreve".