Jubilación plausible

Es costumbre en mi nuevo instituto que los profesores que se jubilan ofrezcan al resto de compañeros un pequeño ágape de despedida. Hoy hemos tenido una nueva jubilación (y ya van dos este curso, así verán ellos lo que nos espera en los próximos años) y en los estertores del evento tuve una pequeña intuición de como sería mi jubilación.

Entre las curiosidades que rodearon al acto en cuestión una de las más comentadas se refería a la selección de los pinchos presentes. Convivían sin pudor en la mesa platos tradicionales como la tortilla de patatas o los callos (estos últimos pensé que nunca volvería a encontrármelos en un evento de estas características) con gambas vestidas con etéreas gabardinas.

Ahora bien, este hecho me hizo pensar en como sería la selección de pinchos que ofrecería en mi jubilación dentro de 35 años (doy por supuesto que me harán trabajar hasta los 70 años), allá en el lejano 2047 y lo único que se me pudo ocurrir fue que sería una pequeña selección de productos Soylent, sólo distinguibles por su color y textura, como el sempiterno Soylent Green, el gran secreto de "Cuando el destino nos alcance" (1974):

Por cierto, "no es por acojonar al personal, pero últimamente España parece que está tomando la deriva que presagiaba el film. Así que visto lo visto, mejor que el mundo se acabe el próximo viernes".