Me llamarán Optativo

Hasta aquí llegué. Me había prometido a mi mismo no hablar de política en este blog pero me ha bastado una lectura rápida del último borrador de la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) perpetrada por los acólitos del amigo Wert y refrendada por el PP al unísono para estallar (sí, todos son iguales, me dicen los que no fueron a votar en las últimas elecciones). Es el mayor despropósito que se ha puesto por escrito en la Historia de España, con un preámbulo de 10 páginas simplemente grotesco que ni por asomo justifica lo que a continuación se puede leer.

Por eso de que los medios de comunicación están todos (da lo mismo su perfil ideológico) mangoneando el texto según sus ocultos designios te lo ofrezco en todo su esplendor pulsando aquí. Como puedes comprobar se trata de una especie de carta blanca para que tanto las comunidades autónomas como los centros hagan lo que les dé la real gana. Los mínimos son irrisorios (50%) y la optatividad mucho mayor de que la que presentaban todas las leyes anteriores (incluida la LOCE, el invento de Pilar del Castillo que pasa a convertirse en una ley de máximos). Sólo les ha importado fijar la política lingüística, resucitar las reválidas y crear una alternativa a la Religión evaluable para volver a colocar a ésta entre las asignaturas serias (en esto es en lo único que estoy de acuerdo). El precio a pagar por semejante dislate es que asignaturas como Tecnología, Educación Plástica y Visual, y Música pasan a convertirse en las parias del sistema. Sólo se impartirán si la comunidad autónoma o el centro lo creen conveniente.

Esta ley posibilita por ejemplo, si una comunidad autónoma lo decide, que un alumno curse su último contenido obligatorio relacionado con la Tecnología e Informática en 6º de Primaria. Por lo tanto el alumno en cuestión creerá que la electricidad, los edificios que le rodean o el teléfono móvil que utiliza funcionan mediante alguna fuerza mágica arcana que se esconde detrás de los elevados conocimientos de Física y Matemáticas que estudie. No bromeo. Todos los contenidos tanto de Informática como de Tecnología en Secundaria y Bachillerato pasan a ser optativos. Algo sencillamente aberrante teniendo en cuenta la increíble cantidad de dinero, ese de tus impuestos, que se ha invertido los últimos 20 años para dotar a los centros de los recursos necesarios para impartirlas.

En esencia se trata de una ley hecha a medida para posibilitar tanto a la enseñanza concertada como a la privada poder ofertar un bachillerato cerrado y barato. Algo que les era inalcanzable con la ley anterior. Pero cuyo precio a pagar es que traslada la educación española al siglo XIX.

Sólo espero que la Junta de Castilla y León sea razonable y convierta a estas tres asignaturas en obligatorias en su ámbito de gestión (lo de las Tecnologías Industriales y las Tecnologías de la Información y Comunicación de Bachillerato lo considero una batalla perdida de antemano), "porque si no me veo asistiendo armado con algo más que el cúter que siempre llevo en la bata a las CCP de mi centro durante la próxima primavera para acongojar a mis compañeros (otra cosa no tendré, pero mi taller está lleno de toda clase de herramientas dañinas) y si no consigo convencerlos de ese modo simplemente tendré que optar por encadenarme a la puerta de mi taller hasta que me devuelvan mi asignatura".