La evolución del ecosistema

Hoy tocaba la keynote más importante para los usuarios del ecosistema de Apple y la verdad es que Tim Cook no ha defraudado. No ha habido grandes sorpresas a nivel de hardware, sólo la evolución lógica hacia las pantallas retina de toda la gama profesional de la casa de la manzana y pequeñas rebajas de precio en casi todos los equipos. Por contra, a nivel de software, el cambio es más profundo.

Siguiendo los pasos de Microsoft, OS X Mavericks pasa a convertirse en una actualización gratuita para casi todos los usuarios de Mac (los de Leopard tienen que pasar aún por caja para pagar 18 euros). De entrada acaba de aparecer en mi Mac como actualización de equipo. Un sistema operativo que lleva la letanía del arrastrar y soltar a un nuevo nivel, optimizando el equipo de paso. La verdad es que mola tener un equipo de casi cuatro años que parece sacado de fábrica.

Por otro lado, la actualización al fin de las suites iLife e iWork (ya era necesario) a 64 bits con un nuevo formato común para iOS, Web y OS X que termina con las odiosas conversiones, facilitando enormemente el trabajo tanto en el propio ecosistema de Apple como en cualquier equipo con navegador web instalado, lleva la productividad de los equipos a una nueva dimensión, acabando al fin con la esclavitud de Office salvo para trabajos muy específicos. Sólo se necesita que el equipo que vayas a utilizar para imprimir en otra plataforma se encuentre conectado a Internet. Por cierto, está por ver si el trabajo colaborativo va tan fino como se pudo ver en la presentación en la realidad, sería la leche.

El único problema que hay, es que para acceder a este maravilloso mundo de compatibilidad plena tengo que jubilar mi viejo iPad (sigo teniendo uno de primera generación que la semana que viene va a cumplir 3 años y 2 meses) salvo que una más que sorprendente actualización del viejo paquete iWork llegue inesperadamente a éste, por lo que supongo que habrá que pasar por caja para comprar ese estilizado iPad Air que hoy han presentado y del cual un servidor se ha enamorado al instante.

Según van pasando las horas me voy convenciendo de que es una buena idea comprármelo, ya que voy inventándome actividades en las cuales podría utilizar como dispositivo secundario mi viejo iPad, como por ejemplo usarlo en los viajes al extranjero (es tan viejuno que no se molestarían en robármelo) o utilizarlo como despertador con la base que me regalaron al irme de Ávila. Seguro que se me ocurren unas cuantas más antes de que llegue el 1 de noviembre.

En fin, por si no lo sabéis Inzert y un servidor mantenemos una pequeña disputa amistosa al respecto de cuando me compraría un iPad nuevo. "Él decía que lo haría cuando La aldea de los pitufos se actualizase a un versión incompatible con mi iPad y yo decía que lo haría cuando iWork sufriese la misma actualización. Probablemente dentro de un par de semanas queda zanjada para siempre".