Bueno, visto que ha obtenido un 3 en demográficos en su tercer capítulo (hecho que me permite pronosticar que tendrá un recorrido de al menos dos temporadas) creo que ha llegado el momento de hablar de este engendro perpetrado por los acólitos de J. J. Abrams, dígase, los que plasman sus "atrevidos" conceptos en un guión, Alex Kurtzman y Roberto Orci, además de jugarse los cuartos junto con él como productores. Pero la serie que hoy voy a tratar se trata de su primera creación sin la participación de J. J. Abrams, y se nota, se nota mucho.
No esperes ver una adaptación televisiva de la interesante "Sleepy Hollow" (1999) de Tim Burton, ni menos aún una revisión concienzuda del relato de Washington Irving. Lo que ofrece este Sleepy Hollow es la fusión total de todas las consparanoias y relatos fantásticos del siglo XIX empaquetados en un divertimento semanal de 40 minutos. Y por si no fuera poco también es un procedimental, por eso de que Grimm parece funcionar y las spin-off de CSI han dejado espacio en la parrilla.
Antes de fusilarte la mente con el argumento, que se las trae, te dejo con el tráiler del piloto:
Sí, has visto Jinete sin Cabeza disparando con una ametralladora como si de un Terminator se tratase. Y podría quedar la cosa ahí si no fuese por el surrealista argumento que sustenta la función (voy a contarlo cronológicamente aunque en los dos primeros capítulos lo cuenten desordenadamente, que no quiero liarte más):
"Ichabod Crane un oficial británico renegado y profesor de historia (fusionando de un tirón los personajes Ichabod Crane y André del relato de Irving) el cual está casado con la bellísima Katrina (final completamente distinto del relato de Irving) es requerido por el General George Washington (sí, ese que luego se convertiría en el primer Presidente de Estados Unidos) durante la Guerra de Independencia para que elimine a un agente británico al servicio de una aquelarre de brujas que persigue la destrucción de la humanidad. Ichabod Crane en su enfrentamiento con el agente británico cae gravemente herido aunque le da tiempo para cercenar la cabeza de éste, convirtiéndolo en el Jinete sin Cabeza. Horas después Ichabod Crane muere en los brazos de su amada mujer, Katrina.
Pero 241 años después, Ichabod Crane resucita en una cueva abandonada (casualidad, acaso una referencia bíblica) para encontrarse con que el Jinete sin Cabeza sigue haciendo de las suyas. Ayudado por una policía novata se enfrenta a éste mientras descubre que su mujer es una bruja de un aquelarre bueno que se encuentra atrapada en una especie de limbo y que el Jinete sin Cabeza es uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis".
Ahí queda. Padres fundadores, libro de las Revelaciones, brujas y monstruos varios, todos incluidos y bien aderezados para crear la mayor locura que se ha visto en la televisión en años.
Y sí, reconozco que la veo. ¿Por qué me atrevo a semejante audacia? Pues porque aunque vaya de seria me provoca una docena de carcajadas por capítulo. Es como ver "La búsqueda" (2004) en plan fantástico elevada a la vigésimo octava potencia.
Ahora bien, después de informarte de este desastre cabe preguntarse de nuevo porque no pasó el filtro de los ejecutivos la reinterpretación fantástica del procedimental propuesta por Ronald D. Moore, ese esquivo 17th Precint del que te hablé hace cuatro meses y que merece repasar en este momento:
En fin, un desperdicio, aunque está claro que la serie de la que hoy estamos hablando aun siendo un completo desastre tiene su futuro asegurado pues ha llevado la función a un nuevo nivel. "A quién le importa que los personajes de los cuentos de hadas vivan en Storybrooke, que los monstruos de los Hermanos Grimm se hayan mudado a Portland o que una barrera invisible haya bloqueado Chester's Mill, el Apocalipsis, ese del que habla san Juan, está ocurriendo en estos momentos en Sleepy Hollow".
Cuando renuevas al principito?. Podrías arrancarle la cabeza ;)
ResponderEliminarOlía a mojón desde la distancia.
ResponderEliminarGuerra de secesión, Chus? A no ser que sea la versión vampiro/zombie de Washington, me da a mí que va a ser otra la guerra....
ResponderEliminarCorregido. Se me fue la olla completamente. Muchas gracias.
Eliminar"...de los Hermanos Grimm se HALLAN mudado a Portland..."
ResponderEliminarhttp://www.rae.es/rae/gestores/gespub000018.nsf/(voAnexos)/arch8100821B76809110C12571B80038BA4A/$File/CuestionesparaelFAQdeconsultas.htm#ap29
ejem, ejem,...
De la serie no comento... ya que me parece que salvo honrosas excepciones las series americanas se están poniendo al nivel al mismo nivel de su cine...
ResponderEliminarNos hacemos mayores. Nos salen canas; pagamos una hipoteca y/o alquiler que nos ahoga; nos atamos a un trabajo que no nos satisface; y al final nos damos cuenta que todas las esperanzas que teníamos sobre nuestro futuro se han venido abajo.
EliminarEn esas circunstancias es difícil encontrar algo que nos satisfaga, a no ser que provoque nostalgia. Que nos ayude a volver a ese tiempo en el que éramos felices. Todo lo demás nos parece una mierda.
Eso se llama cinismo, y es malo.
Porque no me explico lo de las series. Que el cine americano esté de capa caída es cuestionable (a no ser que se ponga de barreno la década de los 70), sobre todo porque en estos tie pos acelerados las tendencias y movimientos en el cine duran no más que uno o dos años (con lo cual no existe una cinematografía para compararla).
¿¿¿Pero que las series tienen poco nivel salvo honrosas excepciones??? ¿Cuándo ha habido tantas series de calidad? ¿En televisión? Esas honrosas excepciones hace diez años no existían siquiera (era todo malo). Ahora el 90% es malo, como en todo, pero hay un 10% excelente.
Vamos a sonreír más y a disfrutar de las cosas, que se viven dos días...
El cinismo no es malo, es la sabiduria que nace de la experiencia, en el fondo el mundo es muy cínico, cuando no hipócrita. ¿No crees?
EliminarSin embargo discrepo de lo de las series, me parece polemizar por polemizar, al fin y al cabo es el tio de la vara no?
Un 10% son honrosas excepciones cuando el otro 90% es para darle fuego...
EliminarY para mi salvar un 10% es excesivo, ya que el mayor problema de las series es el formato que tienen... porque llega un punto en que tirar y tirar del chicle hace que una buena idea se convierta en un tedio que no avanza y no llega a nada.
No obstante cualquier opinión es aceptable...
Pues seguro que acabo viendo algún episodio. Aunque solo sea por lo que dice Juan, para disfrutar de las cosas, y que seguro que unas buenas risas me hecho.
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